Capítulo IX Cogiendo el amanecer con mis manos.

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Hola chicos y chicas, bienvenidos un día más a mi decadente y caótica vida, como siempre agradeceros todos los comentarios y votos que ha recibido mi obra, no hay palabra que exprese mi gratitud hacia vosotros, perdonad si no puedo actualizar tan seguido como antes pero no tengo mucho tiempo así que lo hago de tanto en cuando, también como de costumbre os dejo una canción arriba que no tiene nada que ver con el capítulo pero me gusta y así compartimos gustos musicales. Sin más demora procedamos a contar que pasó.

Me disponía a recibir las notas de segundo de bachillerato, por fin había sentado un poco la cabeza, estaba solo, y eso me hacía centrarme mucho más en los estudios, ya que no quería pensar en nada más, supongo que lo consideraba una mera distracción a todo lo que estaba acaeciendo en mi vida. Pero como siempre nada me sale bien así que justo cuando empezaba a estudiar para la prueba de acceso a la universidad ( PAU ) me había quedado química con un 4.90 ¿Como puede haber profesores que te suspendan con esa nota? Por dios, no me lo creía, estaba alucinando y lo peor de todo es que no podía hacer nada, así que me resigné como hago siempre, el verano para mi se estaba transformando en una jodida mierda, mi sueño de irme de casa por una temporada a otra ciudad para estudiar se estaba alejando cada vez más, si os soy sincero mi única meta había sido estudiar para irme lejos de casa, de ese ambiente, empezar una nueva vida como tanto había leído, aún en mi interior albergaba una mínima esperanza de que algo me saliera bien, pero cuando tenemos sueños o ilusiones la vida se encarga de aplastarlas como si fueran insectos, por ello actualmente no tengo, y las pocas que tengo están encerradas bajo llave, nadie las sabe, quizás si no las digo se cumplan, no lleguen hasta esa maldición a la que llaman destino.

El caso es que esos dos meses de verano, tanto junio como julio me los pasé nadando, tenía que despejar mi mente, también salía con los amigos de vez en cuando, y me sorprendí cuando gané un montón de espalda y brazos, estaba bastante satisfecho con el resultado, no podía estar más contento con mi cuerpo. Lo recuerdo con especial cariño ya que siempre me había dado asco mi cuerpo, es decir, no había comparación entre los demás niños y yo, pero ahí, en ese punto podría decirse que mi cuerpo era algo "Decente".  Cuando llegó agosto me puse a estudiar enserio química, ya que siempre me ha gustado sacarme las cosas por mi mismo, sé cuando pedir ayuda pero si no fracasas no aprendes, no tienes experiencias, y eso es algo que siempre he tenido presente.  Y por suerte a principios de septiembre hice el examen de recuperación, aprobé 5.05, la felicidad estallaba en mi cuerpo, estaba eufórico, no lo podía creer, mis padres como todos supongo no le dieron mucha importancia un "Bien, es tu trabajo estudiar" y ya, mentiría si dijera que no me jodió, con el tiempo te acostumbras a que la recompensa es personal, las muestras de gratitud de los demás deben importarte bien poco.  

Ya estaba un paso más cerca de conseguir mi objetivo, solo me quedaba la PAU, aprobé tras dos semanas de estudio intensivo, y ahora tocaba elegir carrera, ciertamente no me fue difícil, tenía en mi mente desde siempre tres opciones, ciencias ambientales ( Carrera enfocada al estudio de la naturaleza de manera integral ), Cocina o Magisterio Infantil ( Carrera enfocada a ser profesor de niños de 0 a 6 años ), estas dos últimas ya no estaban disponibles por lo tardío que era, sin embargo, ciencias ambientales sí, así que me encaminé a otra ciudad. He de decir que me costó separarme de mis padres mucho más de lo que pensaba, en el fondo la familia no la llegas a escoger nunca y a esos pequeños gruñones se les coge cariño, a mi hermana no tanto pero bueno a pesar de todo la quiero y daría mi vida por ella, supongo que todos pensamos eso de nuestra familia.

Fue toda una odisea el hecho de buscar piso, mirarlo todo, mudarme, pasó todo en un día, con los primeros rayos de sol sentía "Que podía coger el amanecer con mis manos" dentro del coche, mi nueva vida estaba empezando, este era el punto 0 por el cual si algún día quería podía empezar mis propias memorias.  En ese mismo día formé parte de un piso de estudiantes de dos personas que me eran totalmente desconocidas, mis padres se fueron y me dejaron con todas mis cosas ahí, me sentía solo pero era fuerte, la verdad siempre he sido independiente así que me dediqué a colocar mis cosas ignorando que viviera con más gente, a lo que uno de los compañeros de piso José, un chico alto, delgado en exceso, pelo marrón oscuro y ojos del mismo color, vamos una persona normal, se me acercó para presentarse, estrechamos las manos y luego le siguió el turno al otro chaval, Bernardo, bajito, pelo muy corto, gafas y oscuros ojos, negros como el carbón. Ninguno de los dos desde el primer momento me dieron confianza alguna, de hecho me caían mal, hubiera preferido matarlos a vivir con ellos pero uno no elige la vida que le toca, así que puse mi mejor sonrisa y los ignoré por completo, así era yo de simpático con la gente que me cae mal. A decir verdad, pensaba que José era gay, como todos sabemos tenemos un radar para estas cosas y el mío con él se alteraba, demasiado, pero afirmaba tener novia, bueno, no lo decía pero las millones de fotos puestas en su habitación decían lo contrario, y sí, cuando no estaban me dedicaba a mirar dentro de sus habitaciones con el fin de buscar puntos débiles por si algún día atacaban poder destruirles, enseñarles que conmigo siempre sales perdiendo, jugar con fuego tiene sus consecuencias. 

Al día siguiente, por casualidad y totalmente perdido acerté con el bus indicado que me acercaba a la universidad ya que se encontraba a las afueras de esta, era precioso como al pasar al lado de la playa veías todo el amanecer de colores naranjas antes tus ojos, majestuoso alzándose ante el horizonte, me llenaba tanto que no me importaba madrugar para ir a clase. Por cierto, como había dicho antes ya llegaba tarde, una semana para ser exactos, así que todos tenían su grupito, no encajaba con esa gente, me senté solo, como siempre había estado, hasta que pasada una clase aburrida una chica se sentó a mi lado y me ofreció uvas, no pude reírme más en toda mi vida, comimos juntos, y resultó que era muy amable, amaba demasiado la naturaleza, también en clase no pude evitar sentirme observado por dos chicos, no eran muy agradables al parecer y tampoco físicamente, aunque a esta segunda cualidad no le de demasiada importancia. 

Lo que pasó ese día con ellos, y todas las aventuras de este nuevo curso universitario es algo que me guardo para después... Siento si este capítulo ha sido algo lento y aburrido pero era necesario que os pusiérais en mi papel, como me alejé de todo, estando solo y aislado, que empezar una nueva vida suena genial pero es más duro de lo que parece.

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⏰ Última actualización: Feb 09, 2016 ⏰

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