Capítulo 5°

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Cuando Canela llego a casa de los Villalpando tocó ansioso la puerta, ya no podía esperar mas, tenia que ver al chico del piano e intentar comunicarse con el, sabía que no sería fácil pero aun así nada le impediría intentarlo.
Esperaba encontrarse de nuevo con Columba, pero esta vez no fue así, su hermana Fernanda fue quien habrío la puerta, lo cual causó que el ojimiel se sorprendiera.
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Tu que haces aquí?
-preguntó Canela sorprendido-

Vine a cuidar a Braulio
-contestó ella-

Pero se supone que mi mamá lo cuidaría ¿no?
-preguntó Canela-

Si pero ella tuvo que salir con Alonso
-contestó Fernanda-

Y ¿a donde fueron?
-cuestiono el ojimiel-

Al hospital
-respondió ella saliendo de la casa-

¿¡Que!? ¿¡Le paso algo a Alonso!?
-pregunto alterado-

Tranquilo José, el esta bien, solo fue a su revisión semanal.
-contesto Fernanda-

Menos mal.
¿Y a que hora regresan?
-cuestiono el pelinegro-

Casi siempre llegan muy tarde.
-respondio ella-
Mejor vamos, ya esta obscureciendo.

¿Pero y Braulio? Esta solo y no hay quien lo cuide.
-dijo el ojimiel confundido-

No te preocupes José, Columba llego hace unos minutos, ella lo puede cuidar.
-dijo la pelinegra-
Mejor ven vamos a cenar algo, porque muero de hambre.

Vamos yo también tengo hambre.
-dijo Canela sonriendo-
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Los hermanos Canela caminaban juntos por la ciudad tratando de encontrar un buen lugar para cenar.
Se toparon un puesto de tacos donde estaba el teñido cenando.
Canela y su hermana se acercaron hasta donde el se encontraba.
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Hola Greñas
-dijo Canela riendo-

El Piano (Jalonso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora