Capítulo 20

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- Jos - dijo Alonso con los ojos húmedos.

Canela se quedó frío por unos segundos.
Al reaccionar corrió y abrazo al ojiazul.
Su corazón estaba acelerado, y podía sentirlo.

- Jos no quiero irme, no quiero
dejarte- sollozó.

Canela se aparto lentamente, miró al menor y beso su frente.

- Nada va a separnos, Alonso - dijo conmovido.

Alonso sonrió y volvió a abrazar a Canela.

"Al fin pudo entenderme"
-pensó Canela.

Después de permanecer abrazados por algunos minutos más se separaron.
Alonso miró a José, miro esos hermosos ojos miel, y sus mejillas se sonrosaron levemente.
Se levanto sobre las puntas de sus pies para poder besarlo.
Canela correspondió sin problema aquel besó.

(...)

- ¿DÓNDE ESTA ALONSO? - Gritó Columba bastante alterada.

- No lo se mamá yo no lo he visto - dijo Braulio asustado.

- Esto es malo - susurró Carla - tenemos que encontrar a Alonso, ¡Ya!- gritó nerviosa.

- ¿Dónde pudo haber ido? - Sollozo Columba.

- Tranquila señora, no puede estar lejos, vamos a encontarlo ya verá-  Dijo Carla.

Columba asintió con la mirada baja.

- Esto es culpa tuya- Susurro Carla a Braulio.

El pequeño le dedico una mirada de resentimiento y corrió a su habitación.


(...)

Villalpando se encontraba sentado en el jardín de la casa de los Canela.
Jos había entrado en busca de papel y pluma, cuando volvió, se sentó junto al ojiazul y este recargo la cabeza en su regazo.

- No quiero irme Jos, no quiero separarme de ti- dijo con la voz quebrada.

- "Será solo por un tiempo, cuando todo esto pasé estaremos juntos de nuevo" - escribió Canela.

- Me voy en tres días- soltó.

Canela miró el suelo y no contesto.

- Jos ...-

Canela seguía sin dar respuesta.

- Jos ...- replicó.

Canela agitó la cabeza y lo miro.

- Vamonos de aquí, lejos de todo y de todos, donde solo estemos tu y yo-  dijo Villalpando con una sonrisa radiante.

José estaba impactado, no podía creer lo que el  menor había dicho.
Volvió la mirada al suelo.
Alonso se inclinó frente a el.

- Por favor Jos, quiero alejarmede esto, de las estúpidas medicinas, de las citas diarias con el médico, del cuidado exagerado de mamá, quiero  ser normal, como todos lo son, al menos por un día, al menos por un día quiero vivir - dijo y suspiro.

José, nuevamente estaba sorprendido.
Miro a Alonso y se abalanzó sobre con un tierno abrazo.

Lo miró y asintió, el pecoso sonrió feliz.

El Piano (Jalonso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora