Capítulo 14°

2.6K 361 107
                                    

Canela fue a su casa, realizó un par de pendientes que tenía y posteriormente fue a dormir.

Al día siguiente desperto, tomó su desayuno, cepillo sus dientes y se dispuso a conducir hacia su escuela.

Su primera clase  había iniciado, así que se apresuró a llegar a su aula, entró y tomó asiento.

El profesor entró, pero no estaba sólo,  junto a el había una chica de ojos verdes.

— Buen día chicos, el día de hoy una compañera nueva se integra al
grupo — dijo el.

La chica miró al grupo, respiro ondo y se dispuso a hablar.

— Hola, mi nombre es Rebeca, es mi primer día aquí y espero llevarme muy bien con todos ustedes — dijo.

— Esperó que así sea señorita, tome asiento donde haya alguno
disponible — dijo el profesor.

La ojiverde busco con la mirada un lugar disponible, divisó uno justo detrás  de Jos, así que se dirigió a el.

El profesor dio su clase y posteriormente los demás profesores, así hasta que llegó la hora del descanso.

Jos salió del aula y se dirigió a la cafetería, tomó una charola con comida y se sentó en una de las mesas. Freddy estaba enfermo así que se había quedado en casa.

Jos le daba vueltas a su fruta con un tenedor, no tenía hambre, lo único que estaba en su mente era el pequeño de ojos azules.

Se preguntaba una y otra vez que pasaría con ellos, ¿seguirían como amigos? O era el  momento de tener algo más, algo como una relación.

Se sobresalto al sentir una mano en su hombro, volteó y se encontró con la chica nueva.

— Ah, Hola — dijo.

— ¿Te molesta si me siento? — preguntó la castaña.

— No para nada — respondió.

Ella sonrió y se sentó junto a el.

¿Cómo te llamas? — dijo ella para romper el pequeño silencio.

— Jos — respondió.

— Soy Rebeca, es un gustó — dijo ella sonriendo.

— Ya lo sabía — respondió el.

Ambos rieron.

Hablaron por un par de minutos más hasta que el descanso terminó, después volvieron a su aula.

Las clases restantes pasaron, al fin llegó el momento de salir.

Jos pensaba ir a visitar a Alonso, así que se dirigió en su auto hasta su casa.
Cuando llegó vio el auto de Mariana, su madre, fuera de la residencia,  lo que causó que se inquietara.
Estaciono el auto y se dirigió a la casa, tocó la puerta, unos momentos después abrió Braulio.

— Hola Jos — saludo el pequeño.

— Hola Brau — respondió y entró al lugar.

Diviso en la sala de la habitación a su madre, a Columba,  Alonso y a una chica de cabello rizado, que al parecer no había visto antes, todos estaban sentados en los sillones.

Se acercó a ellos y los saludo.

— Hola —

— Hola Jos — saludo Columba.

— Hola amor — dijo Mariana.

— Hola — dijo la chica.

Alonso miró a Jos he involuntariamente se sonrojo.
José se acercó hasta el y le sonrió, movió su mano en señal de saludo y lo abrazó.
Alonso al instante correspondió.

El Piano (Jalonso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora