¿D-diga...? Preguntó un inseguro Hans mientras abría la puerta de su casa, sus manos temblaban.
Profesor... Un joven albino y otro chico castaño estaban detrás de la puerta, Hans suspiró aliviado invitándolos a pasar. Se sentía observado así que divisó en los estacionamientos para cerciorarse de que su extraño compañero siguiera ahí, al no verlo cerró la puerta con llave y seguro.
Profesor, sé que es bastante raro que estemos aquí pero...
Hipo, por favor... Lo interrumpió Hans dando un largo suspiro. Muy bien, los escucho.
Bueno a decir verdad es como... ...emm... ...ya sabe... Hipo buscaba las palabras adecuadas para justificar su visita, Jack se mantenía callado y miraba a otro lado.
¡Vamos chico! Ve directo al grano. Lo presionó Hans. Hipo tragó saliva.
Bien pues... ...estamos investigando sobre el profesor Daichi Harada y queremos ver si usted nos puede ayudar.
Hans abrió los ojos de par en par. ¿Daichi Harada has dicho?
Sí, tengo un compañero que tiene 14 años, lo ha estado acosando desde que entró. Agregó Jack.
Hans no dijo nada, sólo volvió a suspirar. Por favor, tomen asiento, esto es algo serio que a los tres nos interesa.
Los dos chicos hicieron caso y se sentaron algo nerviosos, al parecer el profesor les sería de más ayuda de lo que imaginaban. Éste llevó unas tazas de café a la mesa las cuales se agitaban por las temblorosas manos .
Profe... ¿Se encuentra bien? Preguntó Jack, percatándose de la situación.
El aludido miró a Jack y luego bajó el rostro. Dicen que quieren hablar sobre Harada, ¿Qué quieren saber exactamente y qué es lo que tienen hasta ahora?
Pues verá... Hipo sacó de su mochila la libreta que anteriormente había encontrado y se la extendió al mentor. Su nombre real es Tadashi Hamada, tiene 21 años y es originario de Japón, específicamente en la ciudad de Sanfransokyo. Hans leía con mucho interés el contenido del cuaderno. Lo que nos intriga es por qué acosa a su hermano menor y cómo supo dónde estudiaría, ya que cuando residían en su anterior ciudad la universidad donde estudiaba se destruyó gracias a un incendio.
Aguarda... Hans cerró el cuaderno. ¿El chico que mencionaron antes es su hermano?
Sí, cuando su escuela se incendió lo dieron por muerto, pero al parecer sobrevivió. Apuntó al cuaderno. Ahí viene lo que pasó dos días después del suceso, en las otras páginas son puros escritos en latín.
Hans abrió el libro y dio una hojeada.
Ayer estuve en la universidad, alguien comenzó un incendio en la parte de atrás específicamente en los salones de gastronomía, corrí a toda prisa para ver lo que pasaba y mi sorpresa fue grande al ver que mis amigos estaban a punto de morir. Creo que mi instinto me dio las fuerzas para tomar a Gogo entre mis brazos y sacarla rápidamente; después Fred, por fortuna cuando levanté a Wasabi éste abrió los ojos y pudo caminar por su cuenta (no sin algo de ayuda claro). Le pregunté qué había pasado y me dijo que alguien había prendido un cigarro cuando había una fuga de gas en el salón de los practicantes de gastronomía.
Me dirigí a los salones en busca del culpable de tal estupidez, la gente corría como loca ya que el fuego se propagó por toda la institución; gritaban, lloraban, realmente sentí un pánico inexplicable al ver que en medio de aquél aula estaba Honey Lemon tirada en el piso, sofocada por el calor. Me acerqué a toda prisa y antes de tomarla una extraña sombra negra se posó delante de mí, el pánico que anteriormente experimenté se hizo más fuerte y no hice otra cosa más salir corriendo: cuando vi que Fred, Gogo y Wasabi volvieron a entrar a toda prisa, yo aún tenía a Honey en mis brazos, ahora no sabía qué era lo que pasaría... ...De repente no sé lo que pasó...
Desperté en el sótano de la universidad siendo aplastado por un enorme pedazo de escombro, no me podía mover mis brazos dolían horriblemente. Miré a todos lados y me percaté de que estaba oscuro, el sonido de las ambulancias me alertó; miré a mi alrededor... ...Todos mis amigos yacían alrededor de mí tirados, inmóviles. Temí lo peor. Con una pierna destrozada y dos costillas rotas comencé a moverme no sé cómo rayos lo hice, pero me arrastré hacia Gogo... ...no respondió. Intenté acercarme hacia Wasabi, pero ésta tarea era de lo más dolorosa. En eso llegaron los paramédicos y nos sacaron de ahí. Ellos ya no están aquí.
Breve, conciso, directo. Así era ésta página; los tres hombres se miraban sin decir palabra alguna, más por no saber que decir. Hans suspiró por enésima vez y cerró el cuaderno.
Tengo una pregunta que hacerles... Comentó con voz seria.
¿Qué pasa? Preguntó Hipo con expresión preocupada, el cuaderno sólo había servido para traer más misterios a la lista.
Cuando llegaron, ¿No vieron a alguien conocido? Formuló la pregunta más para Hipo que para Jack, ambos jóvenes se miraron arqueando una ceja.
¿Por qué lo pregunta?
Al parecer hay alguien ayudando a Harada y... Se frotó la cien. ...No sé por qué se los tengo que ocultar, pero parece que es el profesor Cristoff.
Hipo abrió los ojos de golpe ante ésta declaración, Jack tenía la boca abiertay no se atrevía a decir nada, por otro lado Hans se llevantó y miró por la ventana. Nadie.
De hecho, Hipo me comentó que los vio hablando juntos hace algún tiempo, pero no sabemos por qué exactamente....
Al parecer saben que les pisamos los talones, tal vez quieran deshacerse de nosotros.
Me secuestró Harada.
¿Qué? Hans abrió los ojos de golpe.
Sí, conseguí ése cuaderno cuando lo seguí a su casa, me descubrió y me encerró en un baúl en el sótano.
Dios mío... ¿No te pasó nada grave?
No, sólo un enorme susto y unos cuantos golpes.
Hans reflexionó más la situación, los tres se quedaron sacando conclusiones y viendo qué rayos iban a hacer para desenmascarar a Daichi (mejor dicho, Tadashi Hamada) y por qué sus acciones. A los tres les pareció algo muy absurdo llegar tan lejos sólo por una relación incestuosa sólo por un hermano menor.
Al llegar la noche ambos chicos se despidieron de Hans y regresaron a sus casas.
Hans se sentó en el sillón, agotado, pasó una mano sobre su rostro y miró al techo. Cuando sintió una ronca respiración en su cuello, seguido de una enorme mano tapando su boca.
Hola Hans, ¿Extrañabas comer mi sucia carne? Sus ojos se abrieron a más no poder...
¿Cómo había hecho Cristoff para entrar a su casa siendo que todo el tiempo estuvo viendo la puerta?
Se preguntaba esto mil veces mientras el otro lamía su oreja de forma vulgar y lujuriosa.
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The mad professor
FanfictionHiro Hamada creía haber experimentado lo necesario para su edad. La vida de un chico prodigio de catorce años era llevada con normalidad hasta que conoce a su profesor de historia de la filosofía, quién parece tener una insana obsesión con él pero...