System (queen of damned)

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Otro día escolar había acabado; sentía que se quitaba un gran peso de encima. A pesar de ser principios de año en Disney Works, se alegraba de que el fin de semana estuviera cerca.

Ya no tendría que ver a la persona que amaba y aunque parezca extraño, eso le alegraba.

Se había dado cuenta de su enamoramiento hacia Flynn Rider justo después de que éste le tirara los libros apropósito pero no era culpa suya: Flynn tenía una mirada que hacía que todas las chicas (e incluso chicos) se derritieran por él, un escultural cuerpo con anchos hombros que haría sentirte cómoda y protegida si te rodearan con éstos. Estaba loca por él, realmente lo estaba pero sabía que eso era algo imposible; él era guapo, sempai* de los furia nocturna, rompecorazones, inteligente y amistoso pero muy arrogante y vanidoso incluso más que el propio capitán del equipo.

Ella era totalmente opuesta: bastante tímida, reservada un poco antisocial pero muy dulce. Era de ese tipo de personas a las que con sólo verlas puedes sentir un gran alivio y confianza, algo que no le causaba ninguna gracia a Flynn, ya que el sólo verla le hacía despertar en él una rabia inmensa: ésos grandes ojos verdes, una cabellera rubia bastante larga y rubia y un cuerpo esbelto que, a pesar de no tener grandes "atributos" podía compensarlo con un rostro muy bello.

La molestaba, según él, para "endurecerla" ya que decía que una chica "ñoña" y frágil como ella era un claro ejemplo de lo que las mujeres pueden ser manipuladas por cualquier ser que quiera hacerles daño. También le daba demasiado coraje que alguien se le acercara a hablarle, definitivamente ésa chica era débil y necesitaba una lección... ...cosa que él le daría ésa misma tarde.

Rapunzel guardaba sus libros luego de las tutorías de cálculo a Astrid, ella era quizá la única y verdadera amiga que tenía; "el terror nocturno" como la llamaban sus compañeros de furia nocturna, la única cinta negra del dojo, poseía una gran fuerza mental y física sin mencionar de una actitud explosiva y segura, si le llegabas a faltar al respeto o desobedecerla podías decirle adiós a tus genitales. Al ser un poco feminista defendía a su amiga Rapunzel ya que sentía un gran cariño por ella, sabía su enamoramiento hacia Flynn y aunque le molestaba de sobremanera, no podía culparla, ya que nadie puede decidir de quien enamorarse.

¡Aleluya! ¡Gracias Rapunzel! Al fin pude entender esto, me salvaste la vida. Exclamó Astrid bastante feliz. Te amodoro.

Gracias, yo también me amodoro. La aludida sonrió.

Te lo compensaré, pero antes, ¿Por qué no te quedas a dormir en mi casa? Ya es tarde y es peligroso que andes por ahí siendo que Flynn aún no sale y vive por tu vecindario.

Bueno... tendré que pedir permiso. Sacó su celular de una de las bolsas de su mochila.

¡Yei! Mientras que su amiga hacía la llamada, Astrid sacó su ipod con audífonos y puso "Good god"** de KoRn.

Al finalizar ambas salieron de la biblioteca entusiasmadas, cuando iban a cruzar la entrada una chica las alcanzó.

Disculpa, ¿Tú eres Rapunzel?

Em... ... ¿Sí? Confirmó la aludida un poco confundida.

La directora quiere verte en su oficina, dice que a solas.

Bien... ...gracias... La chica sonrió y luego se marchó, Astrid y Rapunzel se miraron.

¿A solas? ¿Y ahora eso? Astrid se cruzó de brazos.

No te preocupes, será rápido.

Eso creo, aquí te espero.

Bien. Acto seguido Rapunzel corrió hasta la dirección, tocó la puerta y al no recibir respuesta entró, su sorpresa fue grande al no encontrar a nadie en la habitación. Qué raro... Se dijo para luego girarse con intenciones de salir.

¿Ibas a algún lado preciosa? Ésa voz, ésa ronca y masculina voz que la llamaba hizo que un escalofrío recorriera su columna, miró hacia atrás encontrándose con la persona que menos quería: Flynn Rider.

¿Rider? ¿Qué haces aquí? Preguntó con algo de miedo, tenía un mal presentimiento de eso.

Nada que no quieras que haga... Se acercó peligrosamente a ella, para luego tomarla de los brazos con mucha fuerza y pegarse a su cuerpo.

¡Aléjate! Rapunzel estaba asustada, definitivamente quería perder su virginidad con él, pero no de ésa forma, estaba realmente asustada.

Vamos preciosa... Flynn forcejeaba con ella, en un movimiento brusco le rompió parte del vestido que llevaba, jaló parte de su corseé, arrancando parte de su brasier, dejando sus pechos al descubierto. Rapunzel dejaba escapar unas lágrimas, estaba aterrada, descepcionada y avergonzada, no sabía que hacer o decir.

De repente, la puerta se abrió, mostrando a quien menos esperaban... ...Daichi Harada...

Flynn miró al maestro con los ojos bien abiertos, el mencionado estaba estático en su lugar, con una mirada que denotaba sorpresa, rabia, decepción muchas cosas combinadas al ver la escena enfrente suyo: una pobre chica indefensa acorralada contra la pared, con los brazos hacia arriba, desnuda de su parte superior, con el rostro rojo y lleno de lágrimas, completamente destrozada.

Flynn soltó bruscamente a Rapunzel, ésta cayó al piso abrazando sus rodillas, llorando a todo pulmón.

Flynn reaccionó y se dirigió a la salida con la intención de escapar, en eso Harada lo tomó violentamente del brazo y le propinó un fuerte golpe en la mejilla, que hizo que éste cayera al suelo. Al estar ahí Harada lo tomó del cabello y lo obligó a levantar su cabeza.

¿Qué creías que estabas por hacer pedazo de basura? Objetó para lanzarlo de nuevo al piso. Flynn tenía una mueca de dolor en el rostro pero no se paraba. Harada iba a decir algo más pero sólo tragó un bocado de aire y luego fue hasta Rapunzel. ¿Te sientes bien? Se puso de rodillas frente a ella.

La aludida asintió lentamente, Daichi tomó su abrigo y se lo puso, para luego ayudarla a levantarse y dirigirla a la salida. Te llevaré a tu casa. En la puerta Harada se detuvo y giró su vista para encontrarse con Flynn, quien se levantó un poco y lo miró a los ojos. Si eres tan hombre, deberías alejarte de ella y jamás en tu maldita existencia hablarle de nuevo... Finalizó para cerrar la puerta de golpe.

The mad professorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora