Seguí en el auto manejando, pero no encontraba ningún puente que supuestamente me dijo Gabriel, ya me estaba desesperando, cuando alguien se pone enfrente mío. Yo frene rápidamente y me golpe con el volante del auto, fue como un deja vu otra vez, el hombre me estaba mirando y yo no quería bajarme del auto, el comenzó acercarse a mi lado e intente echar andar el auto pero no podía. El hombre estaba en la ventana de la puerta, ambos quedamos mirando pero yo no tenía palabras para poder hablar. El intento abrir la puerta pero estaba con seguro y no se podía hacerlo, yo intentaba echar andar el auto pero este ni siquiera encendió.
-no tengas miedo. –la persona que estaba afuera hiso lo mismo que Gabriel, el me hablo en mi mente.
-¿Quién eres? –le pregunte y el solamente me miraba.
-tú has venido con Gabriel. –yo acepte con la cabeza.
-mi nombre es Gaspar, soy el cuidador del puente. –yo mire al frente pero no he visto ningún puente, luego otra vez mire al hombre.
-yo no veo ningún puente.-cuando termino decir la frase, hay un resplandor que aparece en frente mío. Y luego desaparece y puedo ver el puente que hace un momento no lo veía, ahora estaba enfrente mío. –tú también eres un Ángel.
-yo soy un Ángel caído.
Había escuchado de esos Ángeles, pero hasta el momento no pensé que era verdad, pero ya ahora hasta creo que los vampiros y hombre lobos existen. Bueno espero no encontrarme con unos de ellos, pero si existen los Ángeles, todo puede estar pasando. Aunque todavía estaba desconfiada de aquel tipo, baje un poco la ventana del auto.
-Gaspar cierto. –el acierta con la cabeza. –si eres el guardián de aquí, me imagino que has visto a un chico con una mujer.
-Tara y Nils. –yo acepte con la cabeza. –qué pasa con ellos dos.
-es que lo ando buscando. –el acepto con la cabeza.
-si tú eres amiga de Gabriel, y estas buscando a Tara, tu eres la hermana de Nils. –yo acepte con la cabeza.
-sí, eso dicen que tengo un hermano.
-si es así, tienes que venir conmigo, ellos te están esperando. –baje de auto con un poco de desconfianza.
Yo no sabía que era lo que estaba pensando aquel hombre, pero era mi única esperanza de poder encontrar a estas dos personas. Ambos caminamos por el puente que me dijo Gabriel, el puente era muy largo y pensé que nunca íbamos a llegar al lugar. Cuando veo, había un portón muy alto y con alas a su alrededor, era el mismo portón que vivos en la casa anterior donde estaba el Arcángel Miguel.
Entramos al lugar, pero no había casa aquí, si no era como un cerro y Gaspar abrió una pequeña puerta que había y entramos. En las paredes había antorchas y una escalera que iba para abajo.
-tenemos que tomas las antorchas y bajar. –yo acepte y ambos bajamos a la cueva. El camino esta oscuro con solo las antorchas se podía ver algo, cuando a lo lejos se podía ver una luz, y me imagino que era donde teníamos que llegar, Gaspar se adelanta y entra antes que yo, yo solamente lo sigo.
-llegamos Dalia. –yo lo miro y me quedo sorprendida, ya que en ningún momento le dije mi nombre.
Caminamos y entramos a un salón grande y solamente había una mesa grande, estamos entrando cuando suena mi teléfono, cuando lo veo era el número de John.
¡Mierda!
Apreté el botón de contestar y me lo puse en mi odio, yo hablaba pero no escuchaba nada, solo se sentía un zumbido y un grujido.
-¡John! Alo......John me escuchas. –pero nada no escuchaba nada.
-aquí no vas a tener señal. –mire donde venía la voz y veo que era un chico. El chico es alto, tenía unos tatuajes en los brazos, ojos azules y pelo negro, tenía una pinta de estos chicos rebelde que uno lee en los libros, es muy guapo y tenía una bella sonrisa, el me miraba y seguía sonriendo, yo no sé qué cara era la que tenía, pero el chico es muy guapo. –Hola soy Nils.
¡Mierda mi hermano!
-Hola soy Dalia. –el abre los ojos un poco y luego los cierra.
-mi hermana Nefilim. –no sé si eso era una broma o es parte de su humor un poco extraño. Yo sonreí una parte de mi labio y acepte con la cabeza.
Ambos nos quedamos mirando de pies a cabeza si decir nada, cuando yo iba a preguntar algo llega un hombre grande y me imagino que era otro Arcángel, ya que tenía una mirada seria y me quedo mirando.
-Dalia bienvenida.
-¡Gracias!
-creo que los hermanos ya tuvieron algo de conversación. –el hombre alto miro a Nils y luego me quedo mirando a mí. –oh! Se me olvido presentarme me llamo Rafael.
-eres el Arcángel Rafael. –el acepta con la cabeza.
-sabes algo de nosotros. –yo niego con la cabeza.
-solo lo que nos cuentan en las iglesias, que hay tres Arcángeles que son manos derecha de Dios.....-él sonríe y acepta con la cabeza.
-Si Dalia, somos tres los más seguidores y respetamos todo lo que nos dice nuestro señor, hay esta Miguel que es el jefe de nuestra ejercito celestial, luego esta Gabriel quien tú lo conoces muy bien, él es nuestro mensajero celestial y yo Rafael que soy un protector de los viajeros.
Estamos conversando cuando llega un chica, ella es muy guapa, tenía el pelo rubio, ojos café claro y piel pálida, me quedo mirando a mí y miro a mi alrededor y sabía a quien estaba buscando.
-ella no viene con el Tara. –le dice Rafael a ella.
-donde esta Gabriel. –ella me queda mirando, para que yo le dé la respuesta a su pregunta.
-no es momento de hablar de esto, Gabriel sabe cómo defenderse, ahora lo importante es que por fin estamos con los hijos de Lucifer, Nils y Dalia.
Todos nos quedamos mirando y yo no sabía que iba hacer, me sentía algo extraña estando en aquel lugar y que no estuviera Gabriel a mi lado, me sentí algo débil ya que a ellos yo no los conozco y no sé si está bien lo que estoy haciendo aquí.
-no te asuste Dalia, todo va a salir bien. –me dijo Rafael.
Yo acepte con la cabeza y luego mire a Tara quien ella me estaba mirando con algo de odio y luego dejo de hacer y se fue del salón. Me acorde que John me había llamado y mire a Rafael.
-sabes si mi madre está bien. –el me quedo mirando y negó con la cabeza.
-tu madre la han matado Dalia. –las palabras que han salido de la boca de Rafael no lo podía creer, yo lo quede mirando y negué con la cabeza.
-que me acabas de decir Rafael.
-lo siento mucho Dalia, pero a tu madre la han encontrado y la han matado. –mi mundo se derrumbó y comencé a llorar como una niña.
Estaba llorando como una niña pequeña, cuando de repente siento unas manos a mi alrededor, quería salir de ahí, pero escucho la voz.
-estoy contigo Dalia. –y hay supe quien estaba conmigo, y solamente lo abrace.
UN NUEVO CAPITULO, ESPERO QUE VOTEN Y NO OLVIDEN DE COMENTAR.
SALUDOS
MISY H.

ESTÁS LEYENDO
Mis Alas Negras
General FictionSinopsis Dalia tiene 17 años, vive la vida normal como todas las chicas. Ella vive con su madre ya que su padre falleció cuando era pequeña. Todo iba bien en la vida de Dalia, pero había algo que ella ocultaba y no podía aguantar más que tuvo que d...