Estaba muy enojada por la situación que estaba pasando abajo, que no sabía qué hacer, mi cuerpo se sentía caliente, me estaba asustando por lo que estaba sucediendo, me dolía demasiado la espalda, sentía mi sangre arder por todo mi cuerpo, caí al suelo por el dolor, comencé a gritar muy fuerte, siento que la puerta de mi habitación se abre y alcanzo a ver y veo que era Nils quien estaba a mi lado.
-qué te pasa Dalia. –yo no podía decir nada, solamente estaba gritando del dolor que sentía en mi espalda.
-aaaahhhh!!! – solamente gritaba. Era un dolor muy intenso y fuerte, era como si te estuvieran cociendo la piel con una aguja e hilo, pero sin anestesia así no más, quería tocarme la espalda pero no llegaba. –Me duele...... me duele mucho. –lo único que hacía era llorar por el dolor.
-tranquila Dalia. –me decía Nils. Luego llego Miguel, Rafael y Gaspar. –que le está pasando.
-sus alas. –dice unos de los tres, pero no se cual dijo eso.
-que alas. –dice Nils.
-ah Dalia se le está apareciendo las alas.
-AAAAHHHHHH!!! –grite lo más fuerte, y siento que algo sale de mi espalda. Ya más tranquila quede de rodilla en el piso y con la cabeza en el suelo, parecía una bolita.
-¿está bien Dalia?. –me pregunta Miguel. Ahora si podía reconocer las voces de casa uno. Yo no me podía moverme, tenía miedo de lo que pudiera pasar. –Dalia no tengas miedo créeme todo va a salir bien. –yo asomo un poco la cabeza y miro a todos lo que estaban hay. –mira Dalia ya tienes tu alas.
Mire a mi derecha y luego a mi izquierda, y como dijo Miguel ya tenía mis alas, intente de levantarme pero las alas son muy pesadas y me caí al piso otra vez. Miguel se acercó a mi lado y me ayudo a levantarme.
-con cuidado que son algo pesadas. –yo acepto con la cabeza. Mis alas estaban agachadas y pesaban demasiado, ya cuando podía estar firme Miguel me soltó y pode estar en equilibrio.
-porque me paso esto Miguel. –él me sonríe y luego hablar.
-tenían que aparecer tu alas Dalia. –yo arrugue la frente. –eres una Nefilim Dalia igual que Nils, mitad humanos y mitad Ángeles. –yo acepte con la cabeza. –ahora intenta abrir tus alas.
Yo hice caso a lo que me dijo Miguel, aunque de un principio me costó, pero de apoco lo logre pude abrir mis alas.
-mis alas negras. –yo mire a Miguel y en la puerta esta Gabriel mirándome y a su lado esta esa chica Tara, no le tome importancia y seguí mirando mis alas.
Mis alas ya habían desaparecido y era de nuevo yo, me sentía algo extraña con alas en mi espalda, tenía que acostumbrarme a lo que soy, pero todavía no puedo, es algo complicado para mí todavía. Estaba con Rafael sentado en la biblioteca enorme que había aquí.
-porque aparecieron mis alas ahora, y no fueron antes. –el seguía con su libro en la mano, Rafael era un Arcángel muy pasivo.
-hay dos forma que te hayas aparecido tus alas Dalia. –yo lo mire, pero él seguía con su libro en la mano y creo que lo leía o solo lo tenía de objeto. –los Nefilim ya maduran cuando van cumplir los 18 años, y tú con Nils le falta poco. –yo acepte con la cabeza. –pero es muy pronto que te hayan salido las alas, ya que tienes que tener los 18 años para lograr que salga tu alas.
-no entiendo.
-yo menos entiendo Dalia, pero la otra opción es que te hayas enojado por algo muy fuente y tu cuerpo generara un cambio. –yo abrí mis ojos y deje de mirarlo. –oh me equivoco Dalia. –yo me quede callada y no dije nada.
Ambos nos quedamos en silencio, yo no quería hablar más, ya que creo que me iba a sacar más información de la que quiero compartir con él.
-ya no queda nada Dalia, pronto vamos a salir de este lugar. –yo realice un gesto con mi cabeza aceptando lo que me dijo. Cerré mis ojos y me acorde lo que me dijo Kiria.
-que es un cazador Rafael. –el deja de leer y me queda mirando. –yo sé que un cazador es que caza animales y esas cosas, pero un cazador en nosotros que lo que es.
-el cazador es quien matan a los Nefilim. –el vuelve a leer su libro. Ahora entendía lo que me estaba diciendo Kiria, ella quería que me matara un cazador.
-Rafael...
-mmmm.... Dime Dalia.
-si existen los Ángeles, las adivina o como le dicen síquicas, los cazares, también existe los vampiros y esas cosas.-le sale un risa, pero no una risa de pesado, si no que era diferentes.
-Dalia existen muchas cosas en este mundo que para ti eran fantasía como lo era para todos, pero la realidad es otra, en este mundo hay gente mala y especies malas.
-per...
-Dalia ellos si existen, como existimos nosotros.-yo no dije nada y salí de la biblioteca.
El entrenamiento ya había acabado, y nos dijo Miguel que ya estábamos listo para lo que venga, estamos caminando cuando Nils se trompiza con algo y cae al suelo, todo lo vimos pero lo que quedamos para adentro fue que Nils se había traspasado en su hombro una fecha que estaba ahí, todos nos acercamos a donde está el.
-está bien. –yo me acerque a él y el acepto con la cabeza. –te saquera la fecha que tienes. –el acepto con la cabeza. Yo tome con ambas mano la fecha que tenía Nils en el hombro. -1...2...3....-se lo saque y el grito un poco.-estarás bien.
Pongo mi mano en su hombro, de repente sale una luz en mi mano y posa en el hombro de Nils.
-que estás haciendo. –yo lo mire y le sonreí.
-cuando era pequeña y tenido el don de curar, una vez mi gato lo atropellaron y me dio mucha pena que me acerque a su lado y lo abrace, él estaba como un palo, pero también tuve esta iluminación y él se curó. –el tenia lo ojos abierto y miraba a los demás, y me di cuenta lo que estaba pasando.
-desde cuando has tenido este poder. –me pregunta Miguel, yo lo miro y empiezo a recordad.
-creo que cuando tenía unos 6 o 7 años. –el miro. - que está pasando.
-no lo sabemos Dalia. –dice Miguel y sale en donde estábamos.
Yo miro a todos y todos me estaban mirando a mí, no sé lo que estaba pasando en este momento, bueno nunca se lo que estaba pasando en este lugar.
Espero que le guste este capitulo, no olviden de comentar y votar por el capitulo.

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Mis Alas Negras
Narrativa generaleSinopsis Dalia tiene 17 años, vive la vida normal como todas las chicas. Ella vive con su madre ya que su padre falleció cuando era pequeña. Todo iba bien en la vida de Dalia, pero había algo que ella ocultaba y no podía aguantar más que tuvo que d...