Capitulo 2

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Me despedí de mi amiga y me fui para mi auto, cuando estaba llegando veo que de lejos se había un hombre de negro y me acorde de mi sueño. Me dio algo de miedo y corrí hacia el auto, con todo el pánico no podía sacar las llaves, cuando veo el hombre de negro estaba más cerca de mi lado, yo me apoyo en la puerta del auto y me pongo de rodilla.

-no me haga nada por favor. –comencé a llorar y a tiritar, cuando siento que nadie me responde levanto mi cabeza y no había nadie a mi alrededor.

Busque otra vez la llaves de mi auto y me subo a él, estaba manejando por la carretera cuando mi teléfono comienza a sonar, mire el bolso y lo tome, no despejaba mis vista en la carretera y el teléfono sonaba cada vez más, mire unos segundo al bolso y cuando miro la carretera veo algo que estaba parado y lo choque.

¡Mierda!

Gracias a dios no me había pasado nada a mí, solo me golpeó la cabeza con el manubrio pero estaba bien, tome una linterna que la tenía en la guantera y un palo que siempre manejaba en el auto y salí para ver qué era lo que había chocado. Prendo la linterna y levanto el palo, comienzo a caminar un poco asustada, ya que era día de hoy me estaba pasando muchas cosas extrañas.

Camino con paso firmes y empiezo alumbrar la calle, pero no había nada y no había nadie en la carretera, me extrañe un poco ya que sentí que había chocado con algo o con alguien. Me di vuelta para devolverme al auto, cuando veo que adelante del auto había algo con alas largas.

-¿quién esta hay? –pero no había respuesta. Me acerque algo asustada y lo vi.

Era un chico que estaba de espalda y tenía una alas muy grandes, él se da vuelta y me queda mirando.

-el hombre de los ojos amarillo. –él se estaba acercando a mi lado y yo me desplomo al piso y veo todo negro.

Comencé abrir mis ojos lentamente, sentía que tenía arena en mis ojos ya que lo sentía muy pesados, cuando ya tenía mis ojos abierto mire para todos lados y veo todo blanco. Cerré los ojos y luego los abrí otra vez, y reaccione. Estaba en un hospital. Pero como es que estaba yo hay?y como es que yo llegue?. Tenía muchas preguntas pero no tenía a nadie a quien hacerlas.

Estaba mirando al cielo cuando la puerta se abre, doy vuelta un poco mi cabeza y veo que era una enfermera.

-ya despertó. –yo acepte con la cabeza y miraba a la enfermera. –cómo se siente.

-me duele un poco la cabeza.

-es normal, sufrió un golpe en la cabeza con el manubrio del auto. –yo empecé a recordar.

-cómo es que estoy aquí?

-tuvo un accidente en la carretera, un venado se cruzó, y gracias a dios no le paso nada.

Quede algo sorprendida ya que no era eso lo que me paso, me quede callada ya que no quería parecer loca. La enfermera me conto que una pareja en un auto me encontraron, ellos llamaron a la ambulancia y me fueron a buscar. También me dijo que el médico me iba a venir a ver, y que mi familia me estaba esperando afuera, yo acepte con la cabeza y luego la enfermera se fue.

Era muy extraño lo que me estaba pasando, la verdad no era esa. Pero si hablaba iba aparecer un poco loca, por decir que vi a una persona con alas negras y los ojos amarillo. El médico me paso a ver y me dijo que tenía que tomarme unos medicamentes si es que sentía un poco de dolor, y dejo que mis familiares entraran.

Como yo solo vivo con mi madre, ella estaba ahí y me miraba con mucha pena en los ojos, solo somos las dos. Mi padre bueno nunca conocí a mi padre, mi madre me dijo que era el murió cuando yo era muy pequeña y es por eso que no me acuerdo de él. Ella se acercó a mi lado y me abrazo.

-¡auch!

-oh cariño lo siento. –ella se aleja un momento y me toca la cara. –oh mi niña te encuentras bien.

-si mamá estoy bien, solo fue un pequeño golpe en la cabeza. –mi madre se sienta a mi lado y le comienza a caer las lágrimas.

-me he asustado mucho Dalia. –ella se limpia las lágrimas y me queda mirando -cuando me llaman y me dicen que mi hija tuvo un accidente no sabía qué hacer.

-pero estoy bien mamá. –ella me besa la frente. –el médico me dijo que en un par de hora puedo salir de aquí.

-me alegro mucho hija.

Ya por fin estaba en mi casa, Gabriel me ayudo a subir a mi habitación. Gabriel es mi mejor amigo, desde que tengo uso de razón que Gabriel no se ha separado de mi lado, muchas veces le digo que es como un Ángel, pero creo que no cree en esas cosas, porque siempre evitaba hablar de esos temas, ahora tenía mucha curiosidad.

-te duele la cabeza Dalia. –yo acepto con la cabeza. Él se acerca a la mesita donde estaba la garra de agua y la hecha a un vaso, se acerca a mi lado y me pasa el agua y las pastillas. Yo las tome y me las trague, luego le pase el vaso a Gabriel.

-crees en los Ángeles, -el dejo el vaso con mucha tranquilidad, muchas veces no estaba asi cuando le hablaba de los Ángeles o vampiros y esas cosas.

-porque me preguntas eso? –el me queda mirando, su mirada era muy intensa pero yo lo mire igual.

-no se Gabriel, quería saber si tú crees en estas cosas. –el camino y se acerca a la ventana. –yo sí creo en los Ángeles, y pienso que hay uno que me está cuidando. –el sigue mirando a la ventana. –Gabriel? –él se da vuelta y me mira.

-que Dalia.

-como hay Ángeles guardianes, crees que hayan Ángeles malos. –él se pone más serio de lo que estaba y me queda mirando. –no me mires así Gabriel.

-no se a lo que quieres llegar con esta conversación Dalia.

-solo te preguntaba si tú crees en los Ángeles, o que si crees que hayan Ángeles malos.

-no sé si hayan Ángeles en este mundo Dalia, pero si lo hay también tiene que ver Ángeles malos.

-y como es que lo podemos identificar. –él se acerca a mi lado y me toma las manos.

-que fue lo que paso en el accidente Dalia.

Yo me quede mirando y se notaba que estaba muy preocupado, pero no podía decirle lo que vi, si el no cree en los Ángeles menos me va a creer lo que paso ahí.

-nada Gabriel, no pasó nada.


Listo, espero que le guste el capitulo. No olviden de votar y comentar.

Saludos

Misy H


Mis Alas NegrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora