Tamara lloraba sentada en el piso de la torre. ¿Como saldrían de allí? Ahora había aún menos posibilidades.
Llorar no servirá de nada- pensó ella y se levantó secando sus lágrimas.
Fue hacia la ventana y maldijo a ver que no podría bajar de forma que no se golpee contra el suelo. No podía tirarse, la altura era demasiada.
Se asustó al ver al lobo a su lado, trepado sobre la ventana.
-¿Que sucede?- preguntó algo preocupado por las lágrimas de Tamara.
-Nada...no puedo bajar- dijo mirando hacia abajo.
-Te ayudaré con eso...
Cohuel tomó a Tamara y la abrazó fuertemente entre sus brazos, luego saltó hacia abajo y cayó perfectamente, abrió sus brazos preocupado por el bienestar de Tamara, pero ella estaba perfecta.
Como siempre- pensó él.
La dejó sobre el suelo y se quedaron mirándose. Los dos pensaban lo mismo pero ninguno quería decirlo.
Cuando Cohuel recordó a la Niebla, subió a Tamara a su espalda y corrió a la cueva. Una vez dentro volvieron al silencio incómodo, no como el anterior.
Tamara se quedó pensando y sacó una conclusión, llamó la atención del lobo- que ahora estaba en su forma humana- y suspiró antes de pedir lo que pediría.
-Cohuel...muerdeme- dijo y él la miró extrañado.
-¿Que?
-Si me muerdes quizás yo...podría ser completamente lobo y la Niebla no tendría posibilidad de poseer mi cuerpo. ¿No te parece?
-Pero...Tamara...¿Y si no funciona? ¡¿Y si te mato?!- él dijo agarrandola fuertemente de los hombros.
-Tenemos que intentarlo, podríamos salir y dejar a Niebla...y si no...podrías encontrar una salida para ti.
Cohuel se la quedó mirando. Pensaba en lo que ella pedía y no podía evitar el miedo de perderla.
-¿Es...estás segura, Tamara?- dijo él inseguro y algo deprimido.
-Si...De todas formas no tendría nada que perder.
-¡Pero yo si! Podría perderte.
Ella lo miró atonita. No podía hablar, estaba procesando las palabras de Cohuel por su mente.
-Cohuel... Tengo que intentarlo...No creas que yo no tengo miedo de morir también.
-Tamara... Tengo que decírtelo antes- el tomó aire -Yo...te amo.
-Cohuel...
-Desde el día en que te vi, tengo que admitirlo- rió.
-Yo...Para mi fuiste como mi principe que nunca llegó, mi madre no mentía del todo.
Él tomó su rostro entre sus manos y sin más comenzó a besarla. Podría ser el primer y último beso.
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El Lobo Y La Niebla |ONESHOT| #EDreamsAwards #ECAwards
Short StoryLa clásica princesa atrapada en la torre, esperando al principe azul. Pero nunca llega el principe azul. La princesa debe escapar por su cuenta de la torre... En el bosque que rodea la torre, hay dos peligrosos seres ocultos, que ella desconoce. El...