Prólogo.

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Luego de ir a comer pizza en nuestro lugar favorito y de morirnos de la risa por un par de horas, no sentamos a ver las estrellas en las bancas de un pequeño parque que quedaba cerca a mi casa. Will era mi pareja desde hace un poco más de un año, al principio no pensé que lo nuestro funcionaría ya que nuestras personalidades eran totalmente distintas. Pero al parecer en este caso era cierto aquello que decían..."los polos opuestos se atraen". Era la única cosa bonita que la vida me había regalado...

Pero esa noche justo cuando estábamos en la entrada de mi casa y apunto de despedirnos soltó unas palabras que me pusieron los pelos de punta;

—Brooke, necesito preguntarte algo, pero quiero que seas sincera—tomó mis manos luego de decir aquello. 

 Noté que en su mirada había algo de tristeza, nunca lo había visto así y pensé lo peor.

—Claro...—logré articular antes de que un gigante nudo se formara en mi garganta. Se estarán preguntando ¿por qué está tan asustada? ¿A caso su relación no está bien? 

Pues la respuestas de aquellas preguntas se podían resumir en una sola palabra... una que me daba tanto temor que a veces me quitaba las ganas de respirar...

Bajó la cabeza y luego la levantó para mirarme a los ojos.

— ¿Por qué no me contaste lo que había pasado ayer?—Mi corazón se detuvo, veía furia y nostalgia en su rostro. Era lo que faltaba para confirmar que mi vida se estaba volviendo una mierda en mayúsculas desde aquel día... y sí ver a Will en estas condiciones era lo peor...

—Yo...—No tenía idea que hacer en esos momentos, ¡solo quería salir corriendo y huir de todo y de todos! Estaba harta de que cosas tan estúpidas arruinaran mi vida y que me helaran por completo. Will era mi pilar, más en esta época y que me molestara conmigo me daba tanto miedo...

— ¡Te lo dije Brooke, debes hacerte respetar!...¡¿Cómo dejaste que te hicieran daño?! ¡¿A caso no te duele?! ¡¿Es que eres tonta?!—esta vez gritó y sentí más miedo. Él nunca lo había hecho...pero dadas las circunstancias estaba muy alterado y como siempre sentía toda la culpa en mis hombros.

Simplemente dejé correr algunas lagrimas por mis mejillas y miré al frío pavimento.

Lo que había pasado el día anterior era algo muy común en mi vida, el bullying...

Todos los de la escuela me molestaban, me agredían, insultaban y eso se estaba pasando de raya y yo era la responsable de aquello... era una ingenua, estúpida, y sí también tonta...

Will no estaba en la misma escuela que yo, por eso me dijo que tenía que hacerme respetar, sabía que era una estupidez romper por eso, pero él era así.

— ¡Dame tu muñeca!—en un gesto un poco brusco recogió la manga de mi suéter.

Abrió los ojos cuando vio los cortes...

—¡¡Como te haces eso Brooke, ¿a caso no te quieres?!!—las lagrimas salieron de mis ojos como una avalancha, estaba mal y él no lo entendía. ¡Esa no era la manera!

—No entiendes...¡NO ENTIENDES!—le grité al punto del colapso. 

Estaba viendo mi vida hecha mierda pasando como un tren de carga frente a mis ojos atropellando a la única persona que me hacía sentir importante y especial. 

Estaba perdida... y... jamás me volvería a encontrar...

— ¡No, no lo hago!—posó su mano en mi mentón e hizo que mi cabeza se girará un poco— ¡¡Me siento como una mierda!! ¡¿Sabes que te odias?! ¡Brooke joder!

Sabía que había visto el moretón que tenia ahí el cual había intentado cubrir con algo de maquillaje.

—WILLIAM—Grité y sentí como mi garganta se desgarraba....mi grado de dependencia era alto pero estaba tan aterrada de que me dejara que, sentía como moría lentamente.

 Prefería no haber nacido... sí, eso era mejor que tener mi vida... y sin Will... todo estaba muerto

—No te quieres Brooke...—mi corazón se paralizó—Y no entiendo cómo puedes decir querer a alguien sabiendo que no te quieres.

Una lágrima se le escapó, pero no fue capaz de quitarla.

Yo simplemente cerré los ojos esperando el balazo directo al corazón que serían las siguientes palabras que saldrían de sus labios.

—Lo siento...—fue lo único que dijo.  Y se alejó de mi y no supe que hacer. 

Lo había perdido para siempre, no sabía si iba a regresar y lo más probable era que no. Will era mi otra mitad y en realidad no sabía si mi vida iba a ser igual.

Sequé mis lágrimas y corrí en dirección contraria a la que él había ido.

Esa noche me convencí de que él no era para mí, que mi maldito corazón estaba destrozado y que nadie moría por amor... o tal vez mi caso era la excepción.

 o tal vez mi caso era la excepción

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Alex y yo durante el bullying (OstonHill #1) (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora