Alex y yo durante el bullying (OstonHill #1) (EDITANDO)

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Me sentía cómoda, me sentía... fantástico... la piel se me erizó al pensar en todo lo que acababa de pasar. Alex estaba a mi lado, sabía la gravedad del error que había cometido, pero me sentía como nunca y creo que por ahora esa sería una buena excusa.

Y no hacía falta decir que lo que había sucedido ¡no lo esperaba ni en mil años! Acostarme con Alex me superaba... no estaba dentro de mis planes ni mucho menos dentro de las cosas que hacía tan solo unas horas quería hacer.... ¿pero eso ahora importaba?, es decir, durante tanto tiempo he sufrido de maltrato, mi ex me dejó sola por su amor propio y viene un chico super lindo que dice querer ayudarme... tal vez debía confiar algo en él  ¿no?... ¿Que perdería?... si ya hasta mi dignidad no existía...

Alex se removió a mi lado, abrió uno de sus ojos y sonrió. Era un estúpido, pero le quería, estaba aprendiendo a hacerlo... o eso creía...

—Hola...—volvió a sonreír.

¿No se cansaba?

—Hola...—sonreí como tonta. Me desconocía.

—¿Cómo estás?—rozó mi mejilla con su pulgar, esto se le estaba haciendo costumbre entre otras cosas más.

—Bien...

—Te quiero.

Me tensé, aun no estaba preparada para escuchar otra vez esa frase...

—Relájate, ¿si?—me besó.

Cerré los ojos, no quería lastimarlo, y no tenía ganas en estos momentos de rebuscar en mi interior...eso era todo.

—Alex...

—Te quiero.

Me volví a tensar.

Él se echó a reír como idiota.

—Ya paro...solo que no quiero que se te olvide...—me abrazó. Dejé que lo hiciera y correspondí a ello.

—Nunca pasará...

—¿Qué?—se apoyó en mi hombro y me dio un pequeño beso ahí haciendo que sintiera cosas inexplicables una vez más.

—¿Tengo que decirlo?—el seguía abrazándome, era un chico tierno y yo... yo era solo Brooke...

—Sí, si no lo haces te besaré...

—Eso se te esta volviendo un habito.

Reímos.

—¿Lo harás?—me quedé pensando.

—No.

—Perfecto—se veía que estaba contento, me gustaba que él lo fuera.

Se acercó un poco más a mi y cumplió lo que había prometido. Aún no me había acostumbrado a ese tipo de emociones, ya saben, los nervios y ese cuento... Alex me estaba volviendo loca, y nunca se lo haría saber.

—Y...¿me dejaras?—preguntó después de un tiempo. Seguía con la estúpida idea de ayudarme.

—No.

—Brooke...

—Alex...

Volvimos a reir.

—En serio...Brooke.

—En serio...Alex.

—No seas tonta.

—No seas tonto.

—¡Basta!

—¡Basta!—esto me estaba gustando.

—Brooke, deja la broma o te dejo de abrazar...

—Okay— me separé de él y le dí la espalda, estaba que moría de la risa.

—Brooke...

—¿Qué?

—Tengo frío.

—Ahí hay una manta...—santo Dios, me encantaba esto.

—Brooke...

—¿Qué?

—Eso no me quita el frío.

—Y ¿qué quieres que haga?— giré para verlo. Moría de la risa, se le veía desilusionado y todo tierno, quise besarle, pero eso arruinaría mi broma.

—Que me lo quites tu...

—No.

—¿Por qué?

—Porque no—volví a girarme.

—Brooke...

—¿¡Que!?

—Cállate, tu mamá puede despertar...—oh, cierto—Ayúdame...

—¿Con qué?

—Con el frío...

—Ya te dije que ahí hay...

—¡Quiero un maldito abrazo!

—Cállate, mi mamá despertará—reí.

—Abrázame....y me callo.

—No.

—Vamos...

—No.

—Brooke...

—No.

—Esta bien—pensé que se había rendido, pero supe que no, cuando me tomó por la cintura y me pegó a él. ¡Gracias al cielo, llevábamos ropa! yo tenía mi pijama y él una de mi hermano que había robado de su closet aprovechando que no estaba en casa por estos días.

—Brooke...—comenzó a besar mi cuello. ¡Alex era un maldito, sabía que ese era uno de mis puntos sensibles!

—Alex...—mi voz salió como un gemido, me tensé por la vergüenza y él al darse cuenta lanzó una carcajada. Me separé rápidamente de él. ¡Era un idiota!

—Brooke...

—¡No!