–Niall! Niall!–
Eleanor me agito por los hombros tratando de llamar mi atención
–¿Que?–
Deje de mirar el campo de futbol y dirigí mi mirada a ella
–¿Me estas escuchando?–
–No, lo siento, estaba distraído–
Ella me miro picara y asintió
–Si me preguntas, tu novio esta buenísimo–
Me reí poniendo los ojos en blanco
–No te pregunte–
Le golpee el hombro juguetonamente. Mire de nuevo al campo de futbol y fije la mirada en mi novio que estaba haciendo un circulo a medio campo tratando de entrenar al equipo de futbol americano para luego dar una palmada y que todo el mundo comenzara a correr al rededor de la cancha
–Me gusta Tomlinson, es lindo—
Louis Tomlinson desaceleró el paso cuando paso delante de la grada donde estábamos sentados y levanto la mano para saludar, tímido
–Ya, Styles es mejor–
Sonrei mientras los miraba correr de un lado al otro de la cancha, Harry se agachaba, saltaba y corría con ese uniforme azul marino con toques dorados. Me mordí el labio mientras lo miraba vaciarse un litro completo de agua sobre la cabeza y luego sacudirse como perro
–¡Ofensiva!–
El montón de muchachos corrió a sus puestos de nuevo y esperaron a que Harry diera la señal, cuando me vio, me guiño un ojo y lanzo un beso
–No puedo creer que te ligaras al quarterback–
Eleanor estaba cerrando su cuaderno y los libros porque ella y yo sabíamos perfectamente que no íbamos a estudiar
–Yo no lo ligue, el me ligo–
Me mordí el interior de la mejilla cuando lo mire correr hasta donde yo estaba y se acerco a las gradas
–¡Hola!–
Sonreí y baje los escalones hasta llegar al campo
–Estas sudado–
—Eres un pequeñito–
Me levanto por la cintura y me subió a la primera grada para que yo quedara unos centímetros mas alto. Le enrede los brazos en la nuca y le sacudí el pelo húmedo
–¿Que pasa?–
–¿Que pasa de que?–
Pregunte extrañado mientras besaba mi barbilla
–¿Que haces aquí?–
–Vine a ver a mi novio–
Me incline un poco y lo bese rápidamente
–Ajá, y por eso Eleanor esta contigo–
Señalo a Eleanor con la cabeza que miraba embobada a Louis
–Envidioso–
Me baje de la grada
–No lo soy, te tengo a ti, no tengo nada que envidiarle a Louis–
–¿No deberías estar entrenando?–
Pregunte mientras veía al montón de muchachos empujar unos "jugadores" de metal que les arrancaban unos gemidos de esfuerzo atronadores
–No, soy el quarterback–
Asentí acariciandole el pecho
–Amo este jodido uniforme en ti–
