Pase los dedos entre mi cabello castaño buscando acomodarlos, sin mucho éxito. Alise mi camisa y chequee que mis pantalones buscando arrugas inexistentes
—Venga Niall, son solo tus amigos, compañeros de banda. No hay nada por lo que preocuparse— me dije mientras bajaba a la sala para esperarlos
Los chicos y yo habíamos acordado vernos un par de veces al año para ponernos al corriente con nuestras vidas personales y profesionales; no era el verlos lo que me ponía los vellos de punta... era volver hablar con ÉL lo que me causaba náuseas y aquel conocido nudo en la boca del estómago.
Harry y yo habíamos tenido una historia un tanto... movidita: peleas, rumores, separaciones y otro tanto de cosas que no me hacían sentir orgulloso de la manera en que actué. Llevamos alrededor de 1 año sin mirarnos cara a cara, siempre inventaba una excusa para no ver a los chicos pero ahora me habían acorralado pues la reunión era en mi casa.
Respire profundo un par de veces y mire el reloj, ya no tardaban en llegar. Louis no traería a Freddy y Liam tampoco vendría con Bear por lo que era una reunión completamente de adultos y eso me asustaba más porque, si lo pensamos el tener niños nos obliga a terminar la reunión pronto pero sin ellos quizá terminaríamos ebrios y llorando al recordar viejos tiempos.
—Todo va a salir de maravilla, necesito relajarme— susurre para mi mismo mientras tomaba mi celular para mirar twitter o instagram para darle a mi mente algo en que pensar
El timbre hizo eco en mi cabeza hasta sacarme del estupor de tiktok en el que me había sumido, suspire e intentando aplacar mis cabellos me dirigí a la puerta. Las náuseas volvieron en cuanto abrí la puerta y mis 2 antiguos compañeros de banda se abalanzaron sobre mi mientras Harry nos observaba
—¡Hasta que te dejas ver Niall! ¡Maldita sea te extrañaba!— chillo Louis sobre mi oído mientras me apretaba el cuello con su brazo libre
—¿Estas más delgado?— rió Liam mientras me abrazaba por el dorso
—Si, yo también los extrañe— sonreí mientras me soltaba del extraño abrazo grupal —Pero pasen, la cena esta lista
—¿El rubio cocino?
Mi corazón dio un vuelco cuando su voz hizo presencia; aún parado en el umbral de la puerta, sonrío y estiro su puño esperando que lo chocara con el mío.
Volvieron las náuseas.
—No, yo no cocino— choque mi puño con el suyo y sonreía a medias porque la ironía es una perra, considerando que en el pasado nos conocíamos más sin ropa —Todo es de uber eats— me encogí de hombros
—Lo sospechaba— me miro de arriba abajo y asintió —Lindo traje, te ves guapo— soltó
Como si aquello no fuera a mermar en la poca estabilidad mental que había logrado reunir las horas antes de esta cena
—¡Ay por favor! ¿Van a besarse o vamos a cenar ya? Muero de hambree— grito Louis a mi espalda mientras me lanzaba su chamarra
—Imbécil— respondí —Pasa, Harry— me hice a un lado para dejarlo entrar
—Gracias
Y solo teniéndolo de espaldas me permití mirarlo a consciencia: el traje le quedaba de maravilla y el color ni se diga. Apreté los ojos y negué con la cabeza
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.