El vibrar del celular me saca de la esponjosa bruma del sueño que comenzaba a rodearme, bostezo y estiro el brazo hacia la mesita de noche para tomar el aparato y hacer que se callara, deslizo el dedo sobre la pantalla y me llevo el teléfono al oido y gruño
—¿Qué?
—¿Despertamos de mal humor?— su risa inunda mis oídos y reactiva mis 5 sentidos
—¿Harry?— susurre aún somnoliento
—Me encanta ese acento tuyo al despertar— vuelve a reír y siento como si estuviera junto a mi —¿En serio estabas durmiendo?
Lo escucho masticar y asiento como si pudiera verme
—En eso estaba— bostezo de nuevo —Y estaría soñando de no ser por alguien que interrumpió mi misión— sonreí tallando mis ojos con la mano libre
—Bueno, bueno, ¿a caso eres un oso? ¿Estas invernando?
—Si, ¿y que?
—Nada, nada, solo que no estaba consciente que me enamoraba de un oso— suspira —Pero no llamo por eso...
Me tensó nada más escucharlo y me pongo rígido sobre la cama
—¿Qué hiciste, Styles?
Casi puedo ver como frunce el ceño antes de contestar, —¿Tendría que haber hecho algo?
—Ya estas irritado, tengo razón, ¿no?— me muerdo el labio y espero lo peor
—No, no la tienes, rubio idiota— gruñe y luego suspira —Pero no hablo por eso y no quiero discutir, ¿quieres? esto que quiero decir es importante... y no, no es malo
—Oye Harry, yo creo que...
—¿Quieres callarte y dejarme hablar?— gruñe de nuevo, se que lo estoy irritando pero no puedo evitarlo, siempre pienso lo peor
—Estás tocando el puente de tu nariz con frustración, ¿no?— sonrió, intentando relajarme
—Si, estas exasperándome
—De acuerdo, me pase pero siempre que estamos lejos tanto tiempo pasa algo malo con nosotros, lo lamento— suspiro —¿Me perdonas?— hago puchero
—¡Dios Santo! ¿Dónde vine a caer contigo, Niall Horan?
—Al paraíso, si puedo presumir— sonrió y me concentro en no volver a irritarlo —Ahora si, ¿qué pasa, cariño?
—Estas loco— suspira al teléfono —Quiero invitarte a una cita
—¿Una cita? ¿Vendrás a Londres?— la emoción ne embarga y siento que me voy a desmayar
—No, quiero que tu vengas aquí
—¿Yo? ¿A Nueva York?
—¿Tienes dos años? o por qué tanta pregunta?
Bufo y me acomodo sobre la cama
—Si, a Nueva York— dice por fin —En un par de días es la Met Gala y quiero que vengas... quiero hacerlo público
—Tu quieres... quieres que tu y yo, yo y tu... ¿público?— balbuceo al tiempo que me levanto de la cama de un salto
—¿Tu no?
Aquí vamos de nuevo amigos
—No es eso, es solo que me tomas por sorpresa, Harry— despeino mi cabello con los dedos intentando relajarme ante lo que me pedía —Además la Met Gala es ultra exclusiva, no sé si me dejen entrar
—Eres mi novio, te dejaran
—¿Y que me pongo? Nunca he entendido como funciona eso— me muerdo los labios y suspiro
