capitulo 3

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Un puño que le dio en una ceja le respondió que su hermana se encontraba viva.

-Qué haces??? Odio que me levantes así- Dijo la típica Mabel mirando con gran odio a su hermano, este nunca se había sentido tan feliz de que su hermana le pegara, claro que esto duro solo lo suficiente antes de sentir un pequeño chorro de sangre resbalando por su mejilla.

Dipper sin decirle nada a su hermana se levantó rápidamente y se fue hacia el baño, ya que recordó que es muy importante que la sangre no caiga dentro del ojo, su hermana corrió tras él, luego de despierta parecía un poco asustada con el golpe que le había dado a su hermano.

-Estas bien Dipp? - Preguntó desde afuera del baño ya que no se atrevía a entrar.

Dipper algo molesto ahora por lo agresiva que era su hermana no quiso contestar, estaba pensando seriamente en la "ley de hielo" más larga que le haría hasta que la vio dentro del baño, sonrosada y mirando con recelo para todos lados con sus hermosos ojos verdes.

-Lo siento Dipp, no te quise pegar, es solo que...- Se quedó a mitad de disculpa al parecer no sabía cómo continuar.

Dipper recordando aquello que había pasado antes de que ella le pegara decidió dejar la "ley de hielo" para otro día.

– Mabs te levanté así porque antes hiciste algo muy extraño, recuerdas algo?

Mabel parecía ahora asustada, temblando un poco cerró la puerta del baño de barones con llave y sin mirar directamente a su hermano le contó algo que se llevaba guardando desde hace algún tiempo.

– Hace un tiempo sueño con un hombre, bueno más bien un muchacho, es muy guapo pero su mirada me inquieta mucho, durante todas las noches siempre hace lo mismo, decirme que sabe cuál es mi sueño más profundo, y aunque intento gritarle que no es así que está equivocado, nunca sale mi voz, al comienzo pensé que era algo normal, después de un tiempo comencé a tener miedo, y ahora para serte honesta estoy totalmente aterrada.

– Porque no me habías dicho antes Mabs?- Preguntó su hermano preocupado pues sabía que había tenido el mismo sueño.

– No podía Dipper- Dijo un poco histérica.- Que pensarías de mí? Una pequeña niña que se asusta solamente por un sueño, que ni siquiera es terrorífico....Además el... bueno de alguna forma aun cuando estoy despierta lo puedo escuchar acá adentro-Dijo mientras señalaba su cabeza- Y me dice que lo mejor era no contarte nada, de esta forma él no te haría daño, pero ahora que te conté.... O por dios que he hecho?- Dijo Mabel mientras se sentaba en el piso y se ponía a llorar como una niña pequeña.

– Mabs- Susurró Dipper que parecía ahora muy asustado, pues ver a su hermana llorando era algo realmente muy extraño, Mabel se había convertido en una chica de carácter fuerte y suspicaz, siempre sonriendo como cuando era pequeña, nunca mostraba miedo hacia nada, nunca reclamaba, siempre hacia buena cara aunque lo que estuviera pasando no le gustara.

Mabel en el piso del baño ya no se pudo contener, tanto dolor, tanto miedo guardado, en realidad no sabía porque le molestaba mostrar esa clase de cosas frente a su hermano, ya que él era el único en el que podría confiar, pero ella de alguna forma siempre se convencía que si no le contaba estas cosas a nadie no existirían realmente, eso incluía siempre a su hermano.

Después de unos cuantos minutos en el piso en estado de shock Dipper por fin pudo reaccionar, no era muy bueno en consolar a las mujeres (más bien se consideraba malo ya que nunca lo habia hecho realmente) pero se acercó a su hermana que continuaba llorando.

-Mabel, no importa lo que diga en tu cabeza, yo no voy a permitir que nadie nos haga daño, somos los gemelos misterio y esa clase de cosas es la el tipo de misterios que en este momento nos toca solucionar- Luego de decir esto abrazó a su hermana la cual poco a poco dejó de llorar entregándose al abrazo de su hermano.

-Incomodo abrazo de gemelos- susurró esta en forma de broma, Dipper rio algo nervioso.

-Cuéntame ahora por favor, la persona que vez es el muchacho que dibujaste en tu cuaderno verdad?

Mabel lo miró algo asombrada, no era normal que su hermano revisara sus cosas...

-Ammmm, pues si... como te dije él es guapo, pero me asusta.

-La verdad Mabel, esta noche yo también soñé con él, me decía lo mismo que a ti, y por alguna razón le quería contestar que no era verdad, pero no podía.... Después de cuanto tiempo de soñar con él tu comenzaste a escucharlo sin dormir?- Preguntó Dipper intentando hacer que su voz no sonara preocupada ya que en realidad le asustaba que aquella historia de que lo escuchaba cuando no estaba dormida fuera locura o mentira de su hermana...

Mabel miró a su hermano intentando entender que era ese tono de voz, sabía que estaba intentando ocultar algo (lo conocía demasiado bien para no darse cuenta), pero justo en ese momento escucharon muchas voces acercándose al baño, Mabel entro en pánico corriendo de esta forma a uno de los cubículos del baño, pero era evidente que sus medias resaltaban por debajo de la puerta, por lo que su hermano actuando de la forma más lógica que se le ocurrió en ese momento corrió para quitar el seguro del baño (no fuera que llamaran al conserje y que los encontraran a los dos encerrados aposta ya que eso era lo peor que podía pasar) y se metió en el cubículo con su hermana haciendo que en silencio ella se sentara en sus piernas y subiera sus llamativos calcetines hasta un punto donde no se pudieran ver.

Muy incomodos y con los corazones latiendo rápido, se encontraban a una distancia muy molesta para los dos, intentando no mirarse ya que sus rostros se veían rojos aguardaron a que el esquipo pasara hacia las duchas ( que se encontraban en la parte de atrás de los baños).

Cuando las voces de los muchachos se encontraban ya lejos lentamente Mabel bajó sus piernas de la posición incómoda en la cual se encontraba y se levantó dejando que de esta forma Dipper pudiera salir del cubículo, este rápidamente salió, cerrando la puerta nuevamente, después de cerciorarse que nadie estaba mirando abrió la puerta de par a par y Mabel corrió hacia el exterior.

El camino a casa fue callado, los gemelos se encontraban aún con el pulso acelerado por el susto de que casi los habían encontrado en un baño encerrados, aunque no estaban haciendo nada malo con seguridad si los hubieran visto las cosas se habrían complicado un poco.

Un verano de misterios. PinecestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora