Cuando vi a Mike que salía y se alejaba de todo, corrí e intente alcanzarlo. Lo vi que bajaba las escaleras de la playa y luego se sentó en la arena a mirar las estrellas. Me acerque despacio y levanto la miraba y puso una sonrisa.
Mike: ¿Por qué me seguiste?
Yo: me preocupe.
Mike: no te preocupes.
Yo: ¿te pasa algo?
Mike: no –con una sonrisa – estoy feliz
Yo: ¿feliz?
Mike: si, por que mi hija lo es.
Yo: papa...
Mike: porque mi hija se va casar con alguien que la quiere de verdad.
Yo: papa... no puedo creer que digas eso...
Mike: pude ver que sos feliz... eso... perdón por todo lo que hice.
Yo: no te preocupes.
Mike: solo quiero que sepas que yo siempre voy a estar y... me alegra que te cases con Rob.
Yo: eso me alegra mucho papa.
Mike: solo quiero que seas feliz, hija.
Yo: yo también quiero que vos seas feliz.
Mike: tan solo con ver como sigue esto, es lo que me ayuda a creer en ti.
Yo: te quiero papa
Mike: y yo a ti hija – me abrazo.
Yo: ¿papa?
Mike: ¿Qué?
Yo: ¿Qué es eso?
Mike: algo para ti, solo te pido que lo abras después de tu boda.
Yo: bueno – nos levantamos y caminamos de nuevo para el restaurante.
Nos estaban esperando y Anna abrazo a Mike. Rob me miro preocupado y yo le puse un sonrisa para que no se preocupe, el hiso lo mismo.
Rob: ¿Qué paso? – se acerco Mike.
Mike: ¿Te digo lo que paso?
Rob: emmm... - quedo helado.
Mike: acepto que te cases con mi hija con la simple condición de que la cuides.
Rob: siempre la voy a cuidar.
Mike: mas te vale, o si no ya te advertí que iba a crear un repelente anti pervertidos.
Yo: ¡papa!
Mike: es chiste, pero te estaré observando.
Rob: - se rio.
Mike: no es chiste – achicando los ojos.
Cuando volvimos al departamento, todos se fueron rápido para sus cuartos. Yo y Rob pasamos hermosos momentos, fueron unas semanas muy hermosas. Después de ese día todo se paso rápido pero nunca olvidare cada momento, la última noche fue hermosa.
Rob: te amo... -me miro y me beso - ¿Cuándo quieres que nos casemos?
Yo: no lo sé mi amor... - me reí – ahora.
Rob: ¡ahora! – se rio.
Yo: es un chiste... -nos reímos.
Rob: bueno, ahora podemos hacer algo más lindo – puso una cara muy rara, pero entendí a que se refería.
Se acerco a mi nos besamos luego, comenzó a bajar mi ropa y yo le desabrochaba la camisa. Logramos terminar lo que habías deseado tanto.
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