Doctor Who (III): A second chance [Editado]

Capitulo 5: Daleks en Manhattan

Salimos de la TARDIS para encontrarnos en medio de un parque o una isla. Tengo una idea de donde nos encontramos pero no estoy segura de que época se trata. Volteo para encontrarme con la Estatua de la Libertad ante mí. Sonrió al ver que si se lució está vez.

- Chicas, no se si conocen a mi amiga- comenta el Doctor.

- ¡Es la Estatua de la Libertad!- grita Martha emocioanda.

- Estamos en...-miro al Doctor emocionada.

- Nueva York, Nueva York- él empieza a explicar mientras me acercó a un bote de basura para encontrarme con un periódico y ver en que año nos encontramos-. Aquí está el artículo original. Fíjense, originalmente era llamada Nueva Ámsterdam- empieza a hojearlo para detenerme en un artículo que habla sobre la desaparición de gente que vive en Hooverhill-. Es más difícil pronunciarlo dos veces. No me extraña que no durará. Nueva Ámsterdam, Nueva Ámsterdam.

- Doctor- me acerco para entregarle el periódico-. Lamento interrumpir tu pequeño breviario cultural.

Le doy el periódico para que pueda leerlo. Volteo para encontramos que el Empire State está siendo construida. Jamás creí que un día, la TARDIS aterrizaría en la isla de la Libertad. Debo de admitir que el viento es fuerte.

Volteo para ver que el Doctor frunce el ceño mientras continua leyendo el artículo que le entregue. Estoy segura de que la situación nos recuerdo al mundo de Pete. La gente pobre empezaba a desaparecer en la ciudad. Al final, dimos que se trataba sobre la creación de Cybermen.

- Hooverville- me acerco al Doctor mientras él continua leyendo-. Gente pobre desapareciendo. Nadie sabe de ellos. Y todos fueron voluntariamente a un trabajo del que nadie regresa. Me suena un poco a lo que pasó con los Cybermen en el mundo de Pete. Tenemos que ir antes de que sea demasiado tarde.

- En ese caso, allons-y- responde con una sonrisa.

Los tres nos dirigimos al embarcadero en la espera de subir al primer bote que nos deje en Nueva York. El Doctor presenta su papel psíquico para que nos puedan dejar subir para llegar a la ciudad. Me pongo a pensar que tan difícil debe de estar la situación ya que nos encontramos en plena depresión.

Las calles de 1930 parecen más deprimentes de lo que parece. Muchos locales y comercios se encuentran cerrados. La seguridad parece que no existe y todos caminan rápidamente cuando ven a un extraño caminar cerca de ellos.

Llegamos a Central Park en silencio. El ambiente era tan pesado que la emoción había decaído hasta los suelos. Caminamos por varios minutos hasta que nos encontramos con un campamento en uno de los jardines. En lo que parece ser la entrada, se encuentra un letrero que dice Hooverville.

Vemos que cerca de nosotros, empieza la pelea sobre un pedazo de pan. Un hombre se interpone entre las dos personas que se encuentran discutiendo. El hombre que había evitado la pelea, empieza a dar un discurso sobre la unidad que deberían de mantener. Por alguna extraña razón, me recordó al principio de la película de Aladdín o el pobre Jean Valjean de los Miserables.