Capítulo 9: Naturaleza humana

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Estoy en mi cuarto aburrida, jugando con una pelota que me encontré

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Estoy en mi cuarto aburrida, jugando con una pelota que me encontré. Lo aviento al aire y lo atrapo. Lo vuelvo aventar y la vuelvo atrapar. No es como que tenga que hacer muchas cosas en este momento, pero tengo que encontrar una forma de matar al tiempo.

Estamos en 1913. Un año antes de que estalle la Primera Guerra Mundial con el asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo. Todos no tienen ni idea de lo que vendrá cuando todo empiece. Lo único que bueno de todo eso fue o será la Amnistía de Navidad. Un día en que se olvidaron que eran enemigos y todos se volvieron amigos.

Hacía unas semanas que nos encontramos en Farringham. El Doctor se puso algo llamado filtro de percepción, que lo hacía tener una fisonomía de un humano y sus recuerdos como Señor del Tiempo debían de ser suprimidos, inventándose una historia. Todo para ocultarnos de una secta llamada Familia de Sangre que tenía intenciones de convertirse en inmortales con la sangre del Doctor. 

Habíamos tenido que elaborar un plan para cuando llegará el momento. Martha se había encargado de llevarse al Doctor a Farringham y presentarse como John Smith mientras que Martha sería su criada. Tendremos que esperar el tiempo suficiente para que la Familia de Sangre muriera y yo apareciera en el horizonte como su prometida. Entre Martha y yo convenceríamos a John Smith de abrir el reloj y tendríamos de regreso a nuestro Doctor. Mi único temor es que las cosas se compliquen.

Escucho como la puerta de la TARDIS se abre haciéndome creer que mi amiga Martha. Me levanto de mi cama para dirigirme a la sala de la consola. No esperaba tener noticia del Doctor hasta dentro de un par de días. Al entrar, veo como Martha se encuentra observando con melancolía a la pantalla de la TARDIS.

- Creí que te vería dentro de un par de días- Martha se asusta con mi presencia.

- Yo también pensé lo mismo- comenta un poco triste.

- ¿Cómo está él?- me siento en los asientos que se encuentran en la sala de la consola.

- Él está bien. Es un profesor muy dedicado. Es muy soñador. Sus recuerdos se filtran como sueño, haciéndome creer que será fácil abrir el reloj. Tiene un diario con todas sus aventuras y lo llama como El Diario de las Cosas Imposibles.

- Eso suena algo que el llamaría. Una vez nos dio un nombre muy técnico porque no quería decir que era una puerta mágica.

- Él cree que eres una amiga de la infancia que estás recorriendo el mundo y todo lo que hemos visto son invención suya.

- Es mucho mejor así- meto mis manos en los bolsillos de mi pantalón-. Tenemos que seguir esperando.

- Creo que tenemos un problema que no teníamos previsto-Martha tiene toda mi atención después de escuchar sus palabras y me empiece a preocupar-. Creo que está enamorado da la enfermera de la escuela que se llama Joan Redfern.

Suelto un suspiro al escuchar esa noticia. El plan era muy bueno a corto plazo, pero nunca se nos había ocurrido los posibles escenarios hipotéticos que pudiera ocurrir en la vida John Smith. Tal vez, viendo sus mensajes que nos dejó podría encontrar algún tipo de noticia.

Doctor Who (III): A second chance [Editado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora