Doctor Who (III): A second chance [Editado]

Capitulo 4: Atasco

Estoy leyendo Viaje en el Centro de la Tierra en uno de los asiento que se encuentra en la consola. Tengo mis pies arriba del asiento para mi comodidad. Después de lo que ocurrió con Shakespeare, tuve que cambiarme con algo más cómodo para nuestra siguiente aventura.

- ¡Eres un tonto! Eso te pasa por cuestionar a tu tío.

- ¿Por qué le gritas al libro?- me pregunta Martha divertida.

- El maldito protagonista se perdió en el camino por andar en las nubes- dejo el libro en el asiento.

- ¿Te cambiaste?

- Vivo aquí- encojó mis hombros-. El Doctor y yo dormimos en diferentes cuartos.

- Muy bien- el Doctor empieza a frotar sus manos de la emoción-. Lo prometido es deuda. Vamos por el segundo viaje.

- ¿Iremos a Gallifrey?- pregunta Martha emocionada.

Supongo que el Doctor le contó a Martha sobre él en un momento en donde nos encontrábamos solos. Miró al Doctor preocupada, ya que el tema es algo delicado para él. Espero ver su reacción y se queda inmóvil por algunos segundos.

Se que no me me ha contado todo lo que ocurrió y tampoco puedo obligarlo a que lo haga. En el momento que él se sienta listo, me lo dirá.

La guerra aún lo persigue.

- No- contesta de la manera más amable posible-. Es muy pronto para regresar a mi casa.

- ¿Qué hay de ti, Elizabeth?- me siento sorprendida por su pregunta.

- Yo no tengo a donde ir, en realidad- comento triste mientras empiezo hacer círculos en la consola-. Mi familia murió hace cuatro meses, o eso creo.

- Lo siento.

- Por eso iremos a un lugar que se que te gustará- interviene el Doctor en la conversación.

- No tengo ganas de ir por primera vez a al País de Nunca Jamás o Barcelona- le doy la espalda a los dos.

- Yo no pensaba en ninguno de esos dos lugares- lo miro sorprendida por su respuesta-. Yo pensaba en un lugar más bonito.

- ¿Un lugar bonito?- pregunta Martha.

- Un lugar bonito que le gusta a Lizzy- el Doctor mira a Martha-. Se que te gustará. A Rose le gusto- las últimas palabras lo dice decaído.

Siento como se me estruja el corazón al recordar ese día y todos los momentos que habíamos vivido al lado de mi amiga, que por cierto, la extraño mucho.

Había sido el día de mi cumpleaños cuando Cassandra tuvo que admitir que debía de morir. El día que la Cabeza de Boe nos anuncio que nos reencontraríamos. Supongo que me responderá algunas preguntas sin respuestas que tengo en mi cabeza.

El Doctor pone el freno haciendo que casi termine en el piso, sino fuera porque me agarro del barandal. Me rio porque la TARDIS hace que, casi siempre, termine en el piso. A veces siento que lo hace propósito.