Ella es extrovertida.
El demasiado serio.
Ella ha viajado de mochilera por el mundo.
El solo lo hace por los negocios.
Ella disfruta al aire libre.
El prefiere la comodidad de su despacho.
Ella disfruta bailar hasta cuando no hay música.
El controlar hasta el más mínimo detalle.
● ● ●
La voz del interlocutor resonó por toda la sala de espera.
—Pasajeros con destino al Aeropuerto Internacional de Incheon a Seúl favor de abordar por la sala número 6.
—Ese es tu vuelo mi niña —Su nana se levantó justo después de haber escuchado aquél aviso—, ¡Oh te voy a extrañar mucho!, tienes que prometerme que vas a cuidarte mucho, no quiero que te pase nada y recuerda que tienes que hablarme seguido —Se acercó a la chica para darle un abrazo.
—¡Lo sé! ¡lo sé! —dijo mientras extendía los brazos y rodeaba a su nana con éstos—, ¿Crees que me atrevería a no hablarte?, por favor nana... sabes que te quiero, para mi eres como de mi familia, más bien... la única familia que me queda —suspiró.
—¡Ay mi niña! yo también te quiero mucho y sabes que eres como una nieta más para mí ¿lo sabes verdad?
— Claro que sí, y tú también tienes que prometerme que te vas a cuidar mucho ¡he! nana.
— por su puesto mi niña, pero anda que ya están abordando— Tomándola nuevamente en un abrazo— ¡no te has ido y ya siento que te extraño!
— Yo igual nana, pero ahora si ya tengo que irme— comenzó a caminar a donde se encontraba la azafata recibiendo los boletos, después de unos pasos, volteando se despidió con un simple adiós con la mano.
● ● ●
Con una diferencia de 9 horas entre Londres y Corea del Sur el vuelo llegó a la hora prevista, y Alissa tomó su mochila que era lo único que lleva para el viaje, después de media hora de pasar por migración y hacer todos los trámites correspondientes por fin empezó a caminar hacia una de las salidas para tomar un taxi que la llevaría al hotel donde hizo su reservación.
Mientras tanto Lee Donghae llegaba de un viaje corto que hizo a Ulsan debido a unos negocios que su padre le encargó que realizara; dirigiéndose a la salida donde su chófer lo esperaba para llevarlo de regreso a su casa, estaba algo distraído mientras iba leyendo unos documentos.
Alissa estaba leyendo uno de los carteles de direcciones ya que todavía no se acostumbraba al cambio de idioma aunque ella hablaba coreano aun le costaba entender la escritura.
— ¡Oh Dios! Por qué se me hace tan confuso, — suspiró — tranquila toda va a salir bien, solo tienes que concentrarte. Eso es. Concentrarte —y dándose la vuelta se tropezó con Donghae que estaba pasando por donde ella se encontraba.
Al haber tirado el maletín de Donghae algunos papeles se regaron así que al mismo tiempo tanto Alissa y Donghae comenzaron a levantarlos, cuando terminaron aún no se habían visto a los ojos y al levantar el último papel ella lo tomó y se lo entregó a él, mientras se levantaba pidiendo disculpas en inglés cuando recordó que estaba en Corea.
— Lo siento mucho, discúlpame no me fije —se quedó pensando porque lo había dicho en inglés así que volvió a decirlo pero esta vez en coreano.
—Está bien no te preocupes yo fui el que no se fijó, no tienes nada por que disculparte. —la miró directamente a los ojos, y aunque no estaba acostumbrado a que las cosas se salieran de su control al ver los ojos de Alissa que lo miraba fijamente, a lo cual no estaba acostumbrado distraídamente volteó a ver a otro lado.
—Pero en verdad lo lamento... ¡espera! estás hablando inglés, ¡iOh! — dijo ella sonriendo tímidamente— lo lamento de verdad...¡Oye!... podrías hacerme un favor...¡sii!
— Claro dime —dijo Donghae devolviéndole la sonrisa.
—Podrías decirme que ruta debo tomar para llegar al Courtyard Seoul Pangyo —Hotel en Seúl.
Después que él le dijera como llegar tomó de nuevo su camino a la salida donde lo espera su chofer, pero antes de eso volteó haberla, observando como ella desaparecía por otra de las salidas del aeropuerto, por un momento ella había causado un curioso interés en él, algo que todavía no entiende bien que era.
ESTÁS LEYENDO
Entra en mi vida [Lee Donghae]
RomanceCuando Alissa Robinson llega a Corea para encontrar la última pieza del testamento de su querido abuelo, no se imaginaba que no solo eso iba a encontrar, sino que también tendría que defender un amor que floreció de la manera más accidentada que se...