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Géminis en la imágen

   
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POV Libra

- ¿Dónde estamos?- le pregunté a Piscis que se encontraba a mi lado.

No me daba buena espina. Luego de que Aries anunciara que tendríamos que recorrer los alrededores de la cabaña, me dí cuenta que algo saldría mal. Pero había que agradecer a la precencia de Géminis, que tenía ese espíritu aventurero tanto como Sagitario.

- No lo sé.- me respondió asustado. Me volteé y lo miré con preocupación. El pobre tenía sus ojos cristalizados y algunas lágrimas recorrían sus mejillas.

- Piscis, no llores. Todo saldrá bien.- lo animé y rodeé su cuerpo con mis brazos. No quería que se sintiera mal. Era una persona tan dulce, no se merecía estar atrapado en el medio de la selva, merecía algo mejor.

Al parecer el abrazo lo reconfortó, ya que cuando aparté nuestros cuerpos una leve sonrisa decoraba sus labios. Sonreí ante ello.

- ¿Te sientes mejor?

- Sí.- sorbió por la nariz y limpió el agua salada de su rostro.- Gracias, Libra.

- No hay de qué.- lo miré.- Para eso están los amigos.- le pegué en el hombro.

- ¡Oigan!, ¡Apuren el paso o no llegaremos a tiempo!- la voz de Virgo nos sobresaltó. Noté que estabamos algo alejados del grupo, por lo que corrimos hasta ellos.

- Lo sentimos.- dije agitada.

- Bien.- comenzó Capricornio.- Tenemos que llegar a la cabaña antes de las siete, o de lo contrario, los demás vendrán a buscarnos.- informó. Rodé mis ojos, todos sabíamos eso, cada uno había memorizado cada regla de vivir en la selva.

- Lo sabemos, Capri.- dijo Tauro que se encontraba jugando con un pequeño gusano que había encontrado metros atrás.- ¿Creen que pueda comer a Timmy?- preguntó frunciendo el ceño. Piscis, Capricornio, Virgo, Géminis y yo nos miramos confundidos.

- ¿Timmy?- preguntó Géminis al borde de la risa.

- Timmy el gusano.- respondió la chica mostrando lo que traía en su mano. Era asqueroso.

- ¡Aleja eso de nosotros!- grité y me escondí detrás de Virgo. Él rió.

- Tranquila, Libra.- calmó Capricornio que tenía la delantera.

- Tengo hambre.- refunfuñó Tauro.- Timmy, es tu fin.- le advirtió al gusano mirándolo fijamente y lamiéndose los labios.

- Eso no es muy higiénico, Tauro.- el gusano que traía lo encontró en el lodo. No podía comer esa cosa.

- No ocurrirá nada, Librita.- me dijo Virgo.- Con todas las cosas extrañas que ha comido Tauro, no creo que eso.- señaló a el insecto con su dedo índice.- Le haga daño.- completó. En cierto modo tenía razón.

- Bien.- Tauro se encogió de hombros y en un instante llevó a Timmy a su boca.

- ¡No!- gritó Piscis empujandolo. Pero era tarde, la chica ya había digerido su bocado.- ¡Era un ser vivo, Tauro!- se encontraba al borde de las lágrimas, nuevamente.- Tanto como tú, como yo, como Capri.- la última se volteó curiosa.

- ¿Qué yo qué?- estaba confundida. Al parecer no estaba prestando atención a la conversación.

- ¡Eres un asesino!- prosiguió Piscis. Géminis lo tomó por los hombros y dijo algunas palabras a su oído. El castaño bufó y se adelantó cruzado de brazos.

- Ya se le pasará.- nos dijo. Sólo asentimos y seguimos caminando.

Al poco tiempo, el grito de Capricornio nos tomó por sorpresa. Corrí hacia ella y la miré con confusión.

- ¿Qué ocurre, Capri?

- ¡Mira! ¡La cabaña!- señaló. Giré sobre mis talones y allí estaba la construcción.

- Genial.- rodeé los ojos. Qué exagerada, pero aún así era buena chica.

- ¡Vamos!- todos a excepción de mí, asintieron y corrieron.

- ¿No vienes, Libra?- preguntó Piscis mirándome impaciente.

- Los alcanzo luego. Necesito... tomar aire por un momento.- le sonreí. Eso no era lo que en realidad quería, solo necesitaba estar un momento sola y pensar. Las reflexiones nunca venían mal.

- ¿Quieres qué...?- no lo dejé terminar. Sabía que iba a ofrecerse para hacerme compañía, pero no iba a obligarlo.

- No, esta bien. Ve con ellos, yo en unos minutos voy.- sonreí levemente. El chico asintió y corrió como un niño de cinco años a la cabaña. A veces podía ser de lo mas tierno.

Suspiré y me dirigí a el pequeño lago que bordeaba la cabaña. Me senté en una de sus orillas y cerré mis ojos, mientras deleitaba a mis oídos con el sonido de la Naturaleza. Nunca me agrado la soledad, pero de vez en cuando no venía mal pensar acerca de las cosas que lo merecen.

De repente, un sonido me sobresaltó. Venía de uno de los arbustos a un costado. Miré hacia allí y distinguí a un animal con colmillos en su hocico, mirándome desafiante, avisandome que me aparte de ese lugar.

Me levanté con cuidado, pero caí en el intento por una roca en el suelo. El animal se acercó amenzadoramente hacia mí.

- ¡AHHHHH!- grité y corrí hacia la cabaña. El cansancio jugaba en mi contra, estuvimos todo el maldito día recorriendo la selva, y, cuando me decido por tomar un descanso, un animal salvaje me sigue. Genial...

Arrastré mis pies como pude y me adentré rápidamente en la cabaña. Coloqué mi espalda en la puerta y terminé sentada en el suelo. En ese momento me percaté que otras once personas tenían su mitada clavada en mi, con sus ceños fruncidos.

- Ho-hola.- aclaré mi garganta. Divisé a todos mis amigos observandome preocupados, a excepcion de uno, el cual no conocía.- Soy Li-libra.- me presenté. El chico no me respondió, solo apartó la mirada.

- ¿Qué te ocurrió, amiga?- Géminis me ayudó a levantarme. Observé mi ropa, la cual se encontraba sucia y algo rasgada.

- Y-yo.- contuve las lágrimas

- Shhh.- me cayó y nos fundimos en un cálido abrazo. Tenía suerte de tenerla como amiga.

- Había un animal muy grande que empezó a perseguirme, y todo por mi torpeza, yo les dije que necesitaba tomar aire.- lloriqueé en el hombro de la castaña.- Lo, lo siento.

- Libra, tranquila.- Acuario se acercó a mi.- Es bueno que no te haya ocurrido nada.- Acuario tocó mi hombro y me sonrió dulcemente.

- Necesito ir a bañarme.- sorbí por la nariz. Me aparté de mi amiga.

- ¿Estás seguro de que te encuentras bien, Libra?- preguntó Sagitario.

- Sí, no ha llegado a tocarme.- respondí refiriéndome a el animal.

El chico asintió no muy seguro. Todos allí se marcharon a hacer sus cosas, ya que teníamos tareas asignadas para cada uno, pero ese chico con esa mirada penetrante aún seguía en la misma posición.

- Soy Escorpio.- susurró cabizbajo.

- Un gusto conocerte, Escorpio.- se sorprendió al darse cuenta que había escuchado sus palabras.- Soy Libra.- le sonreí.

- Eso ya lo sabía.- una leve sonrisa se dibujó en sus labios. Admito que fué una de las más bonitas que jamás había visto.

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¡Hola!

Esperamos que el capítulo les haya gustado. ^-^

Si quieren uno dedicado, sólo haganoslo saber a través de los comentarios.

Las queremos :3

Besos, abrazos, pizza y nutella♡

Xx Jay xX

Encerrados En La Cabaña Zodiacal [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora