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Dedicado a: @Makashy_Ichinose

Leo en la imágen

***

Capricornio se encontraba en la sala principal, preparando las cosas para la noche de películas de hoy. ¿Noche de películas en una cabaña en el medio de la selva? Exacto. Los signos tuvieron una muy grata bienvenida al poder contar con ciertos objetos, como lo fue el reproductor de películas y una gran televisión.

- ¿Qué haces Capri?- Virgo la sorprendió apareciendo detrás de ella.

- Sólo me encargo de limpiar la sala. Ya sabes, la noche de películas es hoy.- informó. El chico frunció el ceño.

- ¿Noche de películas?- la castaña asintió.- Nadie me había avisado.

- No te preocupes, Virgo, yo tampoco lo sabía, me enteré hace unos pocos minutos.- sonrió brindandole ánimos a su amigo.

- Bien, deja que te ayude.- y dicho esto, tomó una escoba de la cocina y comencó a barrer ese lugar, sabiendo que al final de cuentas, terminaría hecha un desastre.

- ¡Hey, Virgo!- Tauro apareció con una bolsa de papitas casi vacía en su mano.- ¿Qué haces?

- Limpio por la noche de películas.- miró a la chica.- ¿De dónde sacaste esa bolsa de papitas?

- Información confidencial.- ambos rieron. Tauro se sentó en la encimera.- Oye, ¿puedo contarte algo?- al instante, Virgo dejó de barrer y miró a Tauro. Asintió con su cabeza.

- Cuentame, Tauro. Sabes que no le diré a nadie.- animó.

- Bien.- dejó sus papitas a un lado, lo cual era extraño, y comenzó a contarle a Virgo lo sucedido.- Sagi, Aries y yo estabamos comiendo, hubo un silencio incómodo y decidí por irme a mi habitación. Ambos me siguieron, y de repente, Aries me besó.- acabó con sus mejillas como tomates.

- ¿Aries te besó?- repitió el chico incrédulo. Tanto Aries como Escorpio eran de esa clase de personas que no mostraban sus sentimientos tan fácilmente.

- S-sí.- contestó ella.- No importa, ¿sabes? Debe de ser uno de sus juegos.- dijo más para sí que para Virgo.

- No lo creo, Tauro. Aries no es así, de esos chicos que juegan con los demás. Si el te ha besado, es por alguna razón. Tendrás que averiguarlo, querida Tauro.- ella asintió. Se sentía afortunada de poder tener a un gran amigo como Virgo lo era.

- Gracias, Virgo.- cogió su bolsa de papitas y se abalanzó a el chico para abrazarlo.

- No hay de qué.- rió incómodo mientras la apartaba.- Ahora deéjame terminar de limpiar.- la chica asintió y se fué de la cocina, sin antes tomar un refresco de el refrigerador.

- ¡Oye!- se quejó Acuario, que venía muy ocupada leyendo una especie de libro.

Virgo se sobresaltó por la inesperada presencia de la chica y continuó limpiando, intentando ignorarla, para que ella no apreciara sus rojas mejillas.

- ¡Virgo! ¿Cómo estás?- preguntó a sus espaldas tomando una silla. Él no pudo hacer otra cosa que voltearse, pues no quería parecer mal educado frente a quién le gustaba.

- Bi-bien.- aclaró su garganta.

- Estás rojo.- rió la pelinegra mirándolo fijamente.

- Oh, s-sí, es q-que tengo f-fiebre.- tartamudeó. Su cabeza no fue capaz de idear otra mentira, ya que estaba segada por la belleza de Acuario.

En ese momento la chica se levantó preocupada y se acercó decidida a Virgo. Posicionó la palma de su mano en la frente del chico, y midió su temperatura.

Encerrados En La Cabaña Zodiacal [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora