35

2.9K 240 107
                                    


Los signos se encontraban junto a uno de los lagos cercanos a la cueva en la cual se hospedaban. Todos estaban bordeando este pensando en una manera de salir de aquella inmensa selva.

Durante los dos días que estuvieron allí, nadie mencionó a Sagitario. Todos sabían que ocurriría si lo hacian. Una Capricornio triste saldría a la luz, y ninguno de ellos quería eso.

Virgo se encontraba ideando un plan en el suelo de tierra con una rama que encontró, mientras que Leo se relajaba debajo del sol, con una de sus gafas que no dejaban darle paso a los rayos de luz, las cuales siempre traía con él.

- ¿Podrías aportar algo, Leo?- Virgo comenzó a perder la paciencia mientras fulminaba al rubio con una de sus peores miradas.

Mientras la gran mayoría de los signos estaba haciendo algo productivo, Leo simplemente los miraba recostado en el tronco de un árbol.

El chico levantó sus lentes y alzó las cejas, mirando con una sonrisa a Virgo.

- ¿Te molesta?- preguntó estirando sus extremidades.- ¿Acaso está prohibido relajarse?

- ¿Sabes? Lo que en verdad me molesta es que te comportes como un maldito idiota mientras todos nosotros intentamos buscar una solución a toda esta mierda. Eso me molesta.

Todos los demás se voltearon al escuchar salir aquellas palabras de la boca de Virgo. Acuario fue quién decidió actuar e intentar relajar a ambos.

- Tranquilos, todo estará bien, simplemente no nos vendría mal otros pares de manos más, ¿sabes?- dijo dirigiéndose a Leo.

El rubio se levantó de su lugar furioso.

- No pueden obligarme a hacer algo que no quiero. Yo soy quién decide que hacer o no. Será mejor que cierren sus putas bocas y se den la vuelta.- la rabia comenzó a correr a través de sus venas.

Virgo se levantó de su lugar y se acercó amenazantemente hacia Leo, quién mantenía una postura segura, hasta que el chico de lentes con aumento le estampó un golpe en su rostro, tambaleándo al rubio.

Escorpio decidió tomar a Virgo por los hombros, cosa que fue en vano ya que Leo se abalanzó hacia el castaño tirándolo al suelo junto a él y devolviéndole los golpes con mayor intensidad, con ambas manos, mientras que las chicas allí gritaban horrorizadas y lloriqueaban.

- ¡Paren ya!- Géminis gritó de rodillas al suelo.- ¡Leo, lo matarás!

Pero el rubio no se detuvo. Decidió seguir, dejándo que la sangre de el que era su amigo corriera y se derramara a través de sus nudillos.

- Ya valió.- Aries dijo mirándo a Escorpio. Ambos asintieron con la cabeza y tomaron a cada uno de los chicos, alejándolos uno de otro, recibiendo algunas golpizas por la rabia contenida.

Géminis y Acuario se acercaron cada una a los dos chicos, tocando el rostro de cada uno y asegurándose que estuvieran bien y sus golpes no sean serios.

- Controla mejor a tu novio, Acuario.- habló Géminis, fulminando a la chica.

Acuario abrió sus ojos y decidió contestarle.

- No es mi novio, idiota. Si fueras una buena amiga lo sabrías.- habló con rabia.

- Y si tu no fueras tan perra como lo eres, podría llegar a ser tu amiga. Pero mírame, aquí estoy, evitando a las zorras que se meten con cualquiera.

La castaña negó con la cabeza, incrédula a lo que dijo Géminis, y sonrió con crueldad antes de abalanzarse sobre la chica a un extremo y tirar de su cabello, haciéndola gruñir del dolor.

Encerrados En La Cabaña Zodiacal [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora