Encerrados En La Cabaña Zodiacal [EDITANDO]

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Dedicado a: @celuchita

Capricornio leía uno de los libros que llevaba siempre consigo debajo de un árbol. El día era soleado, disfrutaba de la vista de sus amigos, el resto de los signos, jugando entre ellos en el lago que bordeaba la cueva en la que se hospedaban.

Hasta Escorpio y Aries reían, aunque ellos estaban algo apartados del grupo, tenían esas típicas peleas entre hombres, pero esta, se trataba de un juego según ellos.

La chica suspiró y apartó su mirada, para desviar sus pensamientos y centrarse en el libro.

Sagitario volvió a cruzar su cabeza.

¿Por qué ese chico la mantenía despierta día y noche, haciendo que la peliazul anelara su regreso con desesperación?

Claro, ella estaba enamorada de él.

Simplemente, no podía olvidarlo. Ese chico era tan especial para ella, y en serio fue duro haberse enterado por la fuerza que era un traidor. Más bien, el topo del grupo.

Odiaba a la madre de Sagitario por obligar a su hijo a hacer cosas que herían a todos sus amigos, quienes siempre estuvieron a su lado.

Una risita provocó que se sobresaltara y tirara el libro a un lado de sus piernas.

- ¿Te asusté?- Acuario apareció en el campo de visión. Estaba mojada. Es decir, por el agua del pequeño lago.

Capricornio negó con la cabeza y volvió a coger el libro.

- ¿Qué ocurre?- preguntó la castaña haciendose espacio a el lado de Capricornio.- Pareces estar pensando mucho.

- Uhm, yo solo...- frunció el ceño buscando una excusa, pero ninguna apareció.- No lo sé.- acabó por decir cubrienso su rostro entre las manos.

Acuario la miró comprensiva y le brindó un cálido y reconfortante abrazo, rodeándo su espalda.

- Es horrible la sensación de saber que, todas ustedes, tienen alguien que las quiere. Pero yo...- suspiró y se apartó levemente de Acuario.- ...no.

No estaba celosa. Por el contrario, se sentía feliz de sus amigas. Sólo, necesitaba a esa persona. La cual te hace sonreír e intenta animarte cuando la pasas mal.

- Pues... me tienes a mi.- comentó Acuario casi preguntando.

La peliazul negó con la cabeza y rió debilmente.

- Ya sabes a que tipo de alguien me refiero.

- Uhm, no, no lo sé.- negó con la cabeza.

Capricornio golpeó su frente con la palma y sonrió por primera vez en el día.

- Déjalo...- susurró.

- Necesitas a Sagitario.

- No.

- Es muy notorio.- le informó golpeando su hombro.

- ¿Tan obvia soy?

Su amiga asintió.

- Eres Capricornio.- se encogió de hombros.

De pronto, algo vino a la cabeza de Acuario. Ella quería que su amiga este bien, y deje de ser la Capricornio antipática que evitaba a todo el mundo. Quería verla sonreír.

- Vamos a buscarlo.

La peliazul abrió sus ojos como platos, sorprendiéndose ante la loca idea de Acuario.

- ¿Estás loca? Nos meteremos en problemas y nos encontrarán.

- No si somos precavidas y cuidadosas, lo lograremos.- dijo colocando una mano en el hombro de Capricornio.