Un regalo inesperado (el Rubius y tu)

Capitulo 23

Antes de nada, quiero decir que soy consciente que ha pasado mucho y han pasado muuuuuuuuuchas cosas desde que no escribo. Así que en la novela, ocurrirán eventos actuales pero la historia seguirá siendo lineal. Es decir, habrá cosas tales como: películas, videojuegos e incluso videos actuales pero la historia seguirá por donde la deje: Rubius y Mangel seguirán viviendo juntos y empezare la historia por donde la dejé. Siento que algunos no os puede gustar pero esto es así para que la historia tenga sentido y porque ya tengo la historia montada en mi cabeza. Espero que lo comprendáis <3.

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Después de un largo y apasionado beso nos separamos. Yo me mordí mi labio inferior contemplando los suyos. Quería más. Jamás me cansaría de besar esos labios que para mi eran tan sensuales. Nos quedamos mirándonos el uno al otro en silencio. El contemplaba mis ojos como si fuera lo más hermoso que ha visto en su vida y yo hacía lo propio con los suyos. Le abrace lo más fuerte que pude y así nos quedamos hasta que el rompió el hielo.

- Bueno.... Esto... ¿crees que deberíamos volver a la fiesta?- siguió mirándome a los ojos pero no me separo de su abrazo.

- Mmmm deberíamos. Al fin y al cabo, es mi fiesta ¿no?- reí por lo bajo.

- Cierto, se me había olvidado- él se separó de mi y puso un gesto de preocupación.

- Qué te pasa cariño- ¿será demasiado pronto para llamarle cariño?

- Tenemos que hablar de todo lo que pasó, tanto por tu parte- tragó saliva- como por la mía.

Jamás lo había visto tan serio y eso me causaba un poco de temor. Además sabía que tenía razón. Debíamos contarnos muchas cosas el uno del otro.

- Si vamos a ser pareja no me gustaría tener secretos

- Ni yo.

- Bien- sonrió nuevamente y volvió a besarme.

- Esto... entonces ¿es oficial? Somos... ya sabes...- le miré con un gesto interrogatorio cómico.

- Dio una pequeña carcajada- si mi pequeña, esto es oficial.

- Que sepas que aun odio que me llames pequeña- hice un pequeño puchero.

- Yo también ¿Por qué te crees que lo hago?- me pellizco la mejilla y yo me cruce de brazos con enfado fingido.

Después de este pequeño numerito el hizo un reverencia y me ofreció su brazo. Yo levanté una ceja me reí y sin pensarlo dos veces me agarre a él. Fuimos los dos en silencio para mi piso. Pero no era un silencio incomodo en absoluto.

Nada más entrar todos se volvieron hacia nosotros. Yo me puse colorada como un tomate y Rubius igual.

- Valla, valla... ¿Qué tal el paseíto chicos?- Mangel puso tono pervertido mientras subía y bajaba las cejas rápidamente.

- Emmmm esto... pues...- yo no sabía que decir. Estaba súper bloqueada.

- ¿Se lo has pedido por fin?- Yoli le guiño un ojo a Rubius.

- Rubius dio un largo suspiro y puso cara de pena- me temo que es oficial – de golpe su rostro cambió. Puso la sonrisa que a mi tanto me gustaba- ¡estamos saliendo juntos!

De repente en toda la sala empezaron a escucharse vítores e incluso chiflidos. Las chicas corrieron a abrazarme y vi como los chicos le daban palmaditas a Rubius en la espalda. Mangel se acerco a Rubius y le susurro algo al oído, pero como yo estaba tan cerca aun de él, pude escucharlo perfectamente: felicidades campeón ¿fue tan mágico como planeaste? Rubius volvió la cara para él y asintió riendo. A mi casi se me escapan unas lagrimas. Sentía una felicidad enorme al saber que había sido un momento tan mágico para él como lo fue para mí.