Capítulo 2

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Un presente que no conozco

Cuando abro mis ojos en la mañana, los rayos del sol están adornando mi habitación, estiro mi cuerpo y este duele como si hubiera hecho mucho ejercicio. Suelto un gran bostezo y me incorporo para sentarme a la orilla de la cama, miro mi habitación y entonces me doy cuenta de que algo está mal, ya que no estoy en mi habitación.

La habitación en la que estoy es mucho más grande y femenina y sobretodo rosa «cosa que no me gusta, odio el rosa», me levanté asustada y me dirigí a la puerta de mi habitación y la abrí para ver qué sucedía, vi el pasillo y pude notar que no estaba en casa «¿Cómo diablos llegué aquí?», caminé por el pasillo hasta llegar a las escaleras, abajo se escuchaban voces por lo que decidí bajar y ver porqué estoy en una casa que no es la mía. Pero cuál fue mi sorpresa al ver a mis hermanos sentados a la mesa del comedor, mi padre en una orilla leyendo el periódico, mientras que mi madre prepara el desayuno, mi madre me vio en las escaleras y me llamó.

— Linda que bueno que ya te despertaste, ven, es hora de desayunar. – «¿Linda? Desde cuando mi madre es tan cariñosa y me dice linda

Terminé de bajar las escaleras y pude ver que nada en la casa era diferente, salvo que es un poco más grande y hay más muebles que antes y las paredes tienen otro color, las que recuerdo eran de un color oscuro y serio, pero ahora son de un azul claro, que para mi gusto no es bonito, me senté en la silla del desayunador y proseguí a desayunar. Aunque era algo incómodo y confuso.

Mientras desayunábamos sonó el timbre, Chad mi hermano menor se levantó y abrió, pensé que sería su amigo Rick, pero cuando escuché la voz de Amber me levanté rápido, tan rápido que estuve apunto de tirar la silla. Llegué a la puerta y efectivamente era Amber, me sorprendí tanto de verla que me lancé a sus brazos.

— ¡Baby! ¿Cuándo llegaste? – le pregunté casi gritando.

— ¿Llegar? ¿De dónde? vengo de mi casa si a eso te refieres. —

— De... ¿tu casa? — pregunté confundida.

— Sí, de mi casa. Max ¿que pasa? ¿estás bien? —

— Sí estoy bien, pero ¿no se supone que estabas en Montreal? – mi pregunta la confunde.

— ¿Montreal? Max como voy a estar en Montreal, si nunca he salido de la ciudad. – «Un segundo ¿Qué? Cómo que nunca a... pero se supone que estaba estudiando la universidad.» No, no, ¡¿que demonios esta pasando?!

No pude evitar poner cara de susto, haciendo que todos se empezaran a preocupar.

— Max ¿estás bien? estás pálida. – dice Amber preocupada.

— Hija ¿que tienes? – preguntaron mis padres al unísono, cuando llegaron a mi lado.

Iba a decir algo pero de pronto no escuchaba nada, todo se empezó a tornar oscuro y después. Nada.

¿Estoy soñando? Me lo pregunté miles de veces antes de abrir los ojos. Tal vez es porque deseo tanto ver a mis papás juntos y que mi mejor amiga sea mi vecina, que ya soñé esto como si fuera real, aunque no me quejo si no despierto de este sueño, pero aún así, esto me descoloca. ¿Que más sigue? Mi hermano menor ¿es gay? bueno eso no lo deseo, ya que yo quiero una cuñada... No, ya sé, tal vez Brooke tiene trabajo, «jajaja eso es imposible ¿Brooke con trabajo? Eso ni en un millón de años»... Empecé a recobrar el conocimiento, y cuando abrí mis ojos, ahí estaba él, mi hermoso moreno de ojos grises.

— ¡Donovan! – exclamé más para mi que para él, pero cuál va siendo mi sorpresa cuando me miró. Me miró como si nunca hubiéramos cruzado palabra como si no me ¿conociera? No, eso no por lo que más quieran, quien sea que me hizo esto, eso no.

Tú Eres Lo Que Siempre Soñé©  #WOWAWARDS2K17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora