Capítulo 8

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Narrado por Nathan

La cegadora luz de la luna iluminaba mi rostro. Una gélida agua rozaba mis brazos. Escuchaba chasquidos de personas cerca de mí. Me volteé y observé a Alessia abrazada de Kim y Noah temblando de frío. La temperatura probablemente estaba cerca de los diez u once grados Celsius. Sentía entumido uno de mis brazos por el peso de la cabeza de Benjamín quien dormía profundamente a mi lado. Miré a todos lados, estábamos en el medio del mar. Estaba hambriento y mi estómago gruñía como un león en la selva. Comencé a remover a Benja para no despertarlo de una forma muy brusca y se levante asustado.

—Benja —. Susurré acariciando su mejilla pálida del frío

—¿Qué pasa? —Dijo con los ojos entreabiertos.

—Despierta —Murmuré mirando al cielo. 

—Mierda — Exclamó Benja con una ronca voz al darse cuenta que aún estábamos en el mar.

—¿Cómo vamos a terminar, cuándo acabará esto? —Dijo Alessia a mis espaldas.

—No tengo idea. No podemos movernos de aquí —Respondí desilusionado ya que probablemente no terminaríamos bien.

—Joder estoy hambrienta—. Protestó Kimberley

—Todos lo estamos —. La miré de reojo.

¿Cómo se le ocurre decir que esta hambrienta? Todos estamos en la misma situación. ¿Qué quiere que le dé comida? ¿Y de dónde la saco? No soy un mago. Me limité a decir lo que pensaba sobre su absurdo comentario.

—¿Puedo preguntarles algo chicos? — Dijo Alessia mirándome a mí y a Benja de forma extraña.

—Habla — Dije desganado. No tenía deseos de hablar con nadie. Solo quería estar en paz y pensar en lo que próximamente podría sucedernos.

—Tú y Benja...— Hizo una pausa— ¿Están...? Tú sabes

—Si Alessia, pero mejor no hablemos de eso ahora — Contestó Benja de una forma muy descortés.

—Perdón solo quería saber —Alessia hizo una mueca de fastidio y nos dio la espalda. Se le notaba molesta por la contesta de Benja.

—¿Por qué le hablas así? —Le susurré a Benja al oído.

—Es que estoy alterado —. Benja solo observaba al cielo como si fuera interesante. Ni siquiera parpadeaba. Era como si mente estuviera en blanco.

Todos estábamos preocupados por lo que nos podría suceder. Me pregunto que les habrá sucedido a los demás chicos. ¿Dónde estará el profesor? Supongo que no tuvieron buena suerte como nosotros si es que así le podemos llamar. ¿Cómo era posible que un yate de tanta clase y proveniente de tan excepcional compañía marítima pudiera tener un problema técnico? Me preocupa que nadie se percate de lo ocurrido y quedemos abandonados en el mar hasta que nuestras vidas lleguen a su final. Me preocupa lo que pueda pasarle a Benja y como se pondría su familia cuando recibiera la noticia. Pobre padre de Benja que perdió a su mujer y probablemente pierda a su hijo también.

Me sentía culpable de todo lo que había pasado. Si no hubiera agredido a los idiotas de Max y Leo el profesor hubiera continuado con el proyecto y no tuviéramos que habernos ido antes a pesar de que nunca llegamos a casa y tal vez hubiéramos evitado la tormenta que provocó el choque del yate contra aquella roca. Yo debía hacer algo. Esto no podía continuar así, debía haber alguna manera de salir de esta. Centré a todos los dioses en mis pensamientos y comencé a rezar como un religioso a cada uno de ellos. Solo quería que todos saliéramos vivos de esta o al menos que Benja y los chicos sobrevivieran. Mi vida de igual manera no es tan importante como la de ellos. Yo solo fui un mierda y cometí muchos errores no creo que dios me perdone salvándome de esta. Pero al menos que salvara a los demás que era lo que me importaba por el momento.

Juntos Hasta El FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora