Capítulo 11

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Narrado por Benjamín

—¿Qué clase de isla es esta? —Dijo Nathan con su respiración entrecortada por el sofoco.

—¿Que esperabas? —Dije.

—Debemos avisarle a los chicos —. Nathan me tomó de la mano y nos dirigimos hacia el campamento.

Estábamos corriendo un grave peligro, sé que las anacondas no son venenosas y no son peligrosas mientras no te les acerques, pero si alguna vez te pilla estarás muerto y en cualquier momento podrían atacar en nuestro campamento. Deben estar hambrientas y supongo que a esta isla no vienen muchas personas o quizás nunca haya venido nadie y nosotros seamos los primeros, pero deben estar deseosas de probar una nueva carne más de la que ya tienen aquí. Eso me aterrorizaba. No quiero pensar que nuestro destino sea morir por una de estas serpientes.

—¡Chicos! —Gritó Nathan llamando la atención de todos. —Debemos movernos de aquí.

—¿Por qué dices eso? —Preguntó el profe.

—Acabamos de toparnos con una serpiente. Y no medía menos de cuatro metros y medio —. Exageró Nathan. Todos empezaron a reír incluso yo no pude evitarlo.

—Nathan que dices —. Dijo Alessia carcajeándose —Ninguna serpiente tiene esa longitud.

—Bueno, sé que exageré un poco pero si era enorme y estamos en peligro —. Advirtió

—Es cierto chicos, podrían encontrarnos en cualquier momento. Apuesto a que ninguno quiere ser tragado por una—. Dije sonando tenebroso.

—¿Y a dónde iremos? —Dijo Noah

—No lo sé, busquemos un lugar donde las esquivemos —. Sugirió Nathan

—Nathan si nos movemos de aquí perderemos la posibilidad de que alguien nos encuentre y nos rescate —. Dijo Alessia muy llena de esperanzas de salir de esta.

—Nadie nos vendrá a buscar —. Dije pesimista como siempre.

—Benja por favor. Siempre estás pensando en negativo —. Me refunfuñó Nathan. Yo solo bajé la cabeza.

—¿Quieren morir devorados por anacondas o qué? —Dijo Nathan

—¿Y si nos movemos a la playa? —Sugirió Noah

—Y el premio de la sugerencia más estúpida es para... Noah —. Dijo Nathan sarcástico y arrogante.

—Y el premio para la payasada más ridícula del día es para... Nathan—. Contraatacó Noah mirándolo con desprecio.

—¿Payaso yo? — Exaltó Nathan

—No veo a ningún otro más —. Noah comenzó a mirar alrededor.

—Estás ciego entonces porque aquí el único payaso eres tú —. Dijo Nathan exasperado. Lo golpeé con el codo para que pararan de discutir.

—Tienes razón estoy ciego. Pero ahora que miro bien, lo único que veo son maricas —. Dijo Noah despechado. Eso me había desagradado un poco puesto que se estaba burlando de mí también.

—Te estás pasando de raya —. Exclamó Nathan en voz alta acercándosele amenazante.

—Nathan... —Lo agarré por el brazo —Por favor olvida eso—. Dije observándolo directo a los ojos. Este me hizo caso y le dedicó una mirada de desprecio a Noah.

¿Cómo Noah no se percató de que me estaba insultando? Entiendo que cuando uno está enojado a veces no sabe lo que dice pero hay que saber controlarse la lengua para no lastimar a terceras personas. Seguro que luego se arrepentirá de haberlo dicho y vendrá a disculparse o al menos lo hará conmigo. Conozco a Noah y es de mis mejores amigo sé que no lo dijo con mala intención.

Juntos Hasta El FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora