Narrado por Benjamín
Nathan y yo chapoteábamos en el agua como dos niños pequeños. Estábamos sedientos y habíamos encontrado una pequeña laguna en medio del bosquejo. El agua no se veía muy potable pero al menos se podía beber y créanme que aunque fuera agua sucia aun así me la bebería ya que estuvimos en el mar durante un día exacto sin beber agua y sin comer nada. Alessia, Noah y Kim nos observaban confundidos por nuestro comportamiento ilógico. Obviamente se supone que no debíamos estar contentos. Estábamos atrapados en una isla donde ni siquiera sabíamos exactamente que pasaría con nosotros. No era razón para reír y divertirse. Nathan y yo bebimos toda el agua que pudimos y luego salimos del pequeño lago.
Me dispuse a ir hacia donde estaba Alessia ya que Nathan me había obligado a disculparme con ella por el mal trato que le di antes. En si tenía su razón. No soy nadie para decirle lo que le dije. Estaba enojado y desesperado y ella comenzó con las pregunticas de lo que pasaba entre nosotros y eso me agobiaba un montón cuando lo único que quería era saber qué pasaría con nosotros.
Me acerqué cabizbajo hacia donde ella estaba. Se encontraba sentada a la orilla de la laguna bebiendo agua con sus dos manos de una forma muy fina. Claro había mucho lodo alrededor y con lo escrupulosa que es me imagino que debería estar sufriendo al ver como sus pantalones se manchaban de color marrón.
—Hola —. Susurré avergonzado.
—Hola —. Me miró confundida un segundo y continuó bebiendo agua.
—Quería disculparme por cómo te traté y eso...— Dije imitando lo que estaba haciendo. Comencé a beber agua a pesar de que ya no tenía sed.
—¿A disculparte? — Arqueó una ceja.
—Sí, no tenía que haberte dicho lo que dije—. Dije sonando arrepentido.
—Me dolió cuando lo dijiste—. Murmuró seria.
—Lo sé y estoy arrepentido, solo estaba angustiado por lo que estaba sucediendo y pues mi contesta no fue la correcta.
—Te entiendo, pero también es culpa mía. Sé que soy un poquito preguntona. Más bien soy una ladilla—. Sonrió un poco y se quedó observándome.
—¿Entonces me disculpas?
—Pues claro tonto —. Ambos nos abrazamos fuertemente. Vi a Nathan observándome sonriendo y me lanzó un beso al aire.
—¿Te gustaría hablar sobre lo mío y Nathan ahora? — Pregunté en medio del abrazo
—¡Obvio! —Exclamó emocionada.
Comencé a contarle detalladamente todo lo que me había ocurrido con Nathan. Las cosas que me dijo. Como se sentía y todo lo demás. Alessia no se quedó muy impresionada con todo esto. Ni siquiera se emocionó como suele hacerlo cada vez que le cuento cosas como esta. Me confesó que Nathan y ella llevaban tiempo hablando sobre el tema. Me resultó extraño ya que ellos ni se hablaban pero bueno, me alegró el saber que estaba todo planeado y no pasó algo peor.
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Habían pasado cerca de 6 horas si mi instinto no estaba confundido. Estaba a punto de caer la noche y aún no habíamos encontrado un lugar donde pasar la noche. En el bosque era el lugar más indicado ya que podríamos prender algo de fuego para calentarnos. La temperatura era fría y al parecer estábamos cerca de unos 13 grados Celsius, temperatura muy gélida para estar en pleno agosto. Siempre supe que las noches de verano solían ser frías pero no como estas. Nathan tenía todo su pecho al descubierto mi ropa estaba un poco húmeda y supongo que la de los demás también. Probablemente los demás estaban que apestaban pero gracias a dios con el baño que me di en la laguna con Nathan había reducido mis malos olores, sobre todo cuando estábamos bañado en agua salada.
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Juntos Hasta El Final
Romance-Una expedición al océano pacífico. -18 estudiantes de biología marina. -Dos círculos amistosos completamente apolares. -Dos chicos, Nathan y Benjamín, perdidamente enamorados el uno del otro, incapaces de permanecer juntos al menos dos centímetros...