Beside You.

Capítulo 1.

Tres años atrás.

Tres semanas. Tres semanas era el tiempo que llevaba en Londres. No estaban siendo los mejores días de mi vida, por una parte estaba bien pasar tiempo con mis mejores amigos en otro país, incluso continente. Pero echaba muchas cosas de menos. Aún tenía muy reciente el penúltimo día que había pasado en Sidney con ella. No podía dejar de recordar esa noche, los dos en mi casa. En la oscuridad de mi habitación con todas las maletas hechas, preparadas para cuando tuviese que irme al otro lado del mundo. Su corazón latía al ritmo del mio, sabía lo que pensaba y aunque ninguno de los dos lo había mencionado, ambos sabíamos que esto no duraría estando tan lejos.  Habíamos estado en silencio, abrazados, sin decir nada, durante un buen rato. Hasta que noté que su respiración era más pesada y oí un breve susurro que decía "no te vayas nunca", lo suficiente para saber que se había dormido. Esa noche estuve todo el rato despierto, observando como dormía, aunque mi mente de encontraba a millones de kilómetros de allí pensando en lo último que había dicho. Estábamos tan cerca pero tan lejos al mismo tiempo que ya me dolía en ese entonces. Y desde ese día no había parado.

-¿Entonces que te parece Calum?- me trajo de vuelta Michael. Le miré sin entender y antes de que me diese oportunidad de responder, se marchó bufando, dejándome solo en la cocina.

A los pocos minutos entró Luke algo adormilado y se sentó junto a mi en la mesa, para desayunar. En un principio se mantuvo callado observando atentamente como removía una y otra vez el cola cao con la cuchara. Por un momento pensé que no iba a decir nada, pero a los segundos de pensarlo habló.

-¿Estabas pensando en ella?- rompió el silencio. Únicamente asentí y el suspiró. No dijo nada más se centro en sus cereales y estuvimos un buen rato en silencio. No lograba entender como él conseguía estar tan bien, después de todo. Estaba casi en mi misma situación.

-¿Cómo lo haces?- le pregunté hablando por primera vez desde que me había despertado. Luke me miró extrañado no entendiendo a que me refería, así que le explique. - ¿No echas de menos a Aleisha?

-Lo hago- respondió dejando de desayunar. Esperaba que siguiese hablando, pero no lo hizo.

-¿Entonces?- pregunté en un susurro observando sus ligeros movimientos de cuchara cogiendo los últimos cereales que le quedaban en el cuenco.

-Intento disfrutar de lo que nos está pasando, y eso me ayuda a no pensar en ella. Deberías probarlo -dijo levantándose de la mesa con su cuenco del desayuno vacío.  -Date prisa en terminar. Mi madre me ha dicho que hoy nos va a llevar al centro de la ciudad. -Asentí y seguí con el desayuno que apenas había tocado.

[...]

La mañana no había mal del todo. Habíamos ido a un estudio del centro de la ciudad en la que estuvimos ensayando alguna cover y estuvimos intentando escribir alguna canción. Pero últimamente no estaba inspirado, nos habíamos dividido para escribir varias, Michael y Ashton por un lado y Luke y yo por el otro, pero a pesar de que Luke se esforzaba, no nos acaba convenciendo ninguna de las ideas, por lo que acabamos antes. Ashton y Michael no debían tener el día muy bueno porque tampoco habían hecho mucho, según había dicho Ashton la canción podría ser bastante buena, pero no lograban sacar todo el partido que querían. Así que como no teníamos nada más que hacer, recogimos los instrumentos y salimos a dar una vuelta por Londres. Liz, la madre de Luke nos había dicho seguramente que ella nos recogería por lo tanto no escatimamos en gastos, y nos gastamos casi todo el dinero que teníamos en unos frappuccinos y unos muffins del starbucks.

-Me gustaría vivir en un Starbucks- soltó Luke dando un sorbo a su frappuccino mientras caminábamos por un parque que parecía bastante tranquilo.

-Serías un pingüino gordo que solo come galletas y bollos de chocolate- bromeó Michael, metiéndose con Luke. Este le echo una mala mirada.

-Sigo preguntándome que hice para que acabáramos siendo amigos - dijo Luke sin quitarle esa mala mirada a Michael, que puso una cara rara intentando fingir que le había dolido la respuesta. 

-¡IT'S A CHOCOLATE MILK PARTY!- gritó Ashton de repente dejándonos a todos confundidos. Michael y Luke pararon de meterse el uno con el otro mientras miraban a nuestro amigo un poco confundidos.

-Esos señores te han mirado mal- me burlé de él, señalando a dos ancianos que se habían levantado de un banco.

-No importa, algún día todo el mundo cantara está canción, y esos señores se sentirán orgullosos de haberlo escuchado en directo -sonrió Ashton soltando una grandiosa carcajada con su risa tan contagiosa. 

Seguimos bromeando durante un rato por ese parque hasta que Luke recibió un mensaje de su madre explicándonos que no nos podía venir a buscar. Lo que nos supuso un problema porque ninguno tenía el dinero suficiente para poder volver a casa. Intentamos llamar a Liz durante unos diez minutos pero no contestaba, salía todo el rato el buzón de voz.  No sabíamos que hacer, y andar no era una opción porque estábamos bastante lejos de casa. Los cuatro nos sentamos en la hierba, no teníamos ni idea que hacer, dejamos los instrumentos en un lateral con cuidado y nos pusimos a pensar que podíamos hacer para volver, o al menos conseguir el dinero suficiente para poder coger el autobús o un taxi.

-Oye ¿y si tocamos algo?Quizá funcione - sugirió Michael arrascandose el cuello. Los demás no vimos ningún impedimento, y como había dicho él, podía funcionar.

Michael y Luke sacaron sus guitarras de las fundas, mientras Ashton y yo nos colocábamos mejor. Había poca gente, pero aún así nos pusimos a tocar. Cantamos unas cuantas canciones, al principio apenas había gente, pero a la tercera canción la gente empezaba a pararse e incluso a echarnos alguna que otra moneda. No se como ocurrió pero en menos de media hora se preparó una bastante grande. Según tenía entendido una chica que pasaba por ahí había corrido la voz y ahora había más de cuarenta personas viéndonos tocar. Conseguimos el dinero suficiente para volver a casa en taxi los cuatro juntos, asi que después de hacernos alguna foto con alguna de las chicas que se habían quedado a escucharnos, nos fuimos a casa. 

Había sido un día bastante agotador, pero había sido genial y me lo había pasado bastante bien la verdad es que empezaba a pensar que Luke tenía razón, cuanto más disfrutase del ahora menos pensaría en ella.

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