Bad Boy

Capítulo 1 sus ojos

Escucho el despertador, observó la habitación y no la reconozco, a mi lado hay una chica, ahora recuerdo, anoche salí de fiesta y termine en este hotel, me levante y me puse mi ropa, me iría sin decir nada solo quiero irme a dormir a casa, pague la cuenta de la habitación, me fui a mi auto y comencé a conducir, al llegar vi a mi molesto vecino sentado fumando, siempre viste de negro, su hermana es muy sexy quisiera poder estar una noche con ella.

―Que tanto me vez―dijo

―Nada―dije y me senté en las escaleras

―Déjame sólo si te molesto―dijo malhumorado

―Soy libre de estar donde quiero―me encogí de hombros

―Puf―se levantó y piso el cigarrillo, vi que la puerta de su casa se abrió, era su hermana

―Adam ya deberías entrar―dijo ella

―Meg no me molestes―dijo con un tono severo

―A mí no me hablas así idiota...―iba a decir algo más pero el llanto de un bebe la interrumpió, Adam entro rápidamente a la casa y después de unos minutos el llanto seso

Sé que puede ser un chico molesto pero igual, no puedo evitar sentir un poco de lastima por ellos, un padre borracho y perdieron a su madre cuando tuvo a su hermana, mi madre los ayuda cuidando a su hermana cuando vamos a clases, pero igual no por eso me llevare bien con ese idiota patético que se cree chico malo, por mí se puede ir al mierda, yo seguiré de fiesta en fiesta acostándome con todas las chicas que se me ofrezcan, me gusta hacerlo y a ellas también, me gustaría acercarme a su hermana pero cada vez que lo intento me amenaza con golpearme, no es que le huya a la pelea pero prefiero evitar que golpee mi hermoso rostro.

― ¿Mark mi hermano te molesto?―pregunto Megan sentándose a mi lado

―Adam me amenazara de nuevo si te ve aquí―dije tranquilo

―Que lo intente, ya le dije que deje de ahuyentar a todos los chicos que llegan, no solo eres tú por mujeriego, son todos iguales―se quejó―ni me deja tener novio

―Yo sería tu novio―dije encogiéndome de hombros

―No gracias no quiero un novio mujeriego―dijo levantándose―nos vemos debo ver a la beba, aunque creo que mi hermano ya se encargo

―Adiós―dije aburrido

Me levante y fui hacia mi casa, seguro tendría a mi madre encima preguntándome lo que ya sabía, no se para que lo hace si ya sabe lo que hago.

―Mark saca la basura―dijo mi madre

―Pero acabo de llegar―me queje

―Por eso―dijo con tono firme, suspire he hice caso a su demanda, al abrir la puerta en encontré con la amigable cara de mi vecino, noten el sarcasmo

―Tanto te gusto como para que vengas a verme―dije sonriendo, simplemente me empujó y entro en mi casa

―señora Richards―dijo levantado un poco la voz, salí rápidamente para dejar la basura y volver para sacarlo

―Claro no te preocupes yo cuido a Magdalena en la que llevas a tu hermana―dijo madre―Mark acompaña a Adam y ve a recoger a su hermanita, que él debe salir con Megan

―Mamá―me volví a quejar, ahora terminaría de niñero de una bebé

Seguí a Adam y Megan estaba sobre la moto con el uniforme de porrista, iba a una práctica o no, llevaba una mochila en la espalda bastante cargada, al entrar en la casa supe que su padre no se encontraba, al subir entró en una habitación y al entrar me di cuenta que era la suya, ya que vi mi habitación desde la ventana, las paredes de un azul oscuro, comencé a mirar por toda la habitan y encontró un poco de ropa en una esquina, una guitarra, libros, algunos posters de grupos de rock, una laptop vieja, algunas fotografías, me acerqué y tome una dónde abrazaba a una mujer, era la primera vez que vía su sonrisa―es mi mamá―dijo con nostalgia, ahora entiendo porque sonríe, en otra foto estaba sobre su moto y una chica solo en shorts pegada a él―mi novia―explicó, en la siguiente estaba solo la misma chica, una castaña muy bonita, con su mismo estilo de mala, en la siguiente estaba él con guantes de boxeo, sé que lo dejó después de perder a su madre, una foto familiar y la última era él solo sonriendo, al lado de la foto había un álbum de fotos bastante grande quería tomarlo y ver si tenía algo vergonzoso, sentí como me giraba y me colocó un pequeño bolso en el hombro, y después tomo a la durmiente damisela de su cama para colocarla en mis brazos