El príncipe de las tinieblas; Sekaiichi Hatsukoi {RxT} FINALIZADA.

19. Grietas del pasado

  

19. Grietas del pasado.

Enojo y dolor, una mezcla que solo conlleva al sufrimiento. Todo confrontándose y enredándose de una manera aterradora. ¿Como se supone que deba detenerlo?

El ruido de algo romperse dañaba mi cordura, la ansiedad de salir corriendo cada vez apoderaba mas mi cuerpo, el miedo y terror invadían mi mente, la tristeza y sufrimiento se escabullían entre mis oídos, el deseo de que todo se detuviera solo crecía, el anhelo de que para me desconcertaba, mas el miedo me paralizaba, solo dejándome con la opción de gritar porque todo se detuviera...

No lo soporto...

No lo quiero...

Debe detenerse...

Mi cuerpo tiembla con cada ruido sordo que se esparce por toda la habitación, mis gritos comienzan a mezclarse con aquella atmósfera siendo ignorados por el azabache que ya no reconozco, mis ojos fuertemente cerrados deseando que pare, por más que tapo mis oídos todo parece filtrarse, retumbando con mayor fuerza en mis pensamientos esas emociones que conllevan solo destrucción; El fuerte olor a sangre esta desquiciándome, no sé qué hacer, quiero irme, quiero desaparecer, pero antes de eso, quiero que esto termine, quiero que se detenga, quiero que pare, quiero que Takano-san deje de golpear a ese demonio. No es terror ni miedo, es solo esa ruidosa voz en mi cabeza que grita que no puedo permitir esto, son estos impulsos de rabia al ser ignorado, es la ansiedad al no poder salir de estas cuatro paredes, es el dolor al saber que Takano-san podría salir lastimado por mi culpa.

Retrocedí aterrado al sentir una fría mano sobre mis cabellos, abrí mis ojos de golpe, levantando mi cabeza notando que ese odioso ruido había terminado, aunque había un asqueroso olor esparciéndose en el ambiente... —No tengas miedo, no te haré daño Onodera— Susurro con suavidad tranquilizándome un poco con su tierna mirada—Vámonos de aquí— agrego el oji-avellana extendiéndome su mano, la cual tome temblorosamente. Me levante de mi desordenada cama arrastrando conmigo esa sucia sabana al tenerla apresada con mi mano, estaba por voltear guiado por la curiosidad de saber que había pasado con Haitani-san, pero... —No mires—susurro al pasar un brazo por mi hombro acercando me a él —No te gustara verlo— Finalizó.

Con lentitud salimos de ese cuarto que por unos instantes se había convertido en mi prisión, con su mano en mi cintura dándome un poco de estabilidad en mi caminar, no menciono nada de lo anterior y yo tampoco lo hice, no es algo que quiera recordar, es confuso, no se que debería pensar o como sentirme, tenia miedo antes de que Takano-san llegara a la habitación, pero eso ya se fue o al menos un poco. Sigo ligeramente temblando por alguna razón, no lo puedo controlar, un falso miedo comienza a atacar mi cuerpo del simple recuerdo de las asquerosas sensaciones recorriendo mi cuerpo, se que ya no estoy ahí encerrado con esa criatura, pero el solo recordar aquello me eriza la piel. Debo tranquilizarme, con cada segundo que transcurre mientras caminamos por los pasillos siento que me derrumbare, creo que el nudo en mi garganta comienza a formarse poco a poco, el sonido de la puerta cerrarse tras de mi me hizo reaccionar.