-Toma- me entrega una pila de ropa y me señala que entre al baño.
-No voy a ir así- digo girando para mostrarle. El vestido negro deja demasiado poco a la imaginación para mi gusto. Tiene la espalda descubierta y me llega a mitad de los muslos.
-Tienes razón- me mira de pies a cabeza, se voltea y vuelve con un par de tacos negros brillosos- ¡Ahora si!
-No se- me miro en el espejo, la verdad es que no me queda mal. Simplemente no estoy acostumbrada. Camino hasta su cómoda y me aplico un poco de máscara de pestañas y un brillo labial. Cuando volteo noto que Camile ya esta cambiada. Lleva un vestido rojo que tiene un cinturón plateado y unos tacones a juego.
Me piede que le alcance su maquillaje. Ella se aplica algo de sombra y delinador. Luego sigue con sus labios pintandolos de un rojo intenso.
-¿Quieres?- me pregunta sin siquiera darme tiempo a contestar poniéndome un rojo mas apagado, casi bordó- Vamos- dice levantando los brazos eufórica.
Camile estaciona a un par de cuadras de la casa, gruño sintendo el frío contra mi espalda. Las nuves amenazan con llover y para cuando llegamos se nota que la fiesta ya ha empezado. Me dirijo hacia la cocina junto con Cam y ella toma una botella de vodka sirviéndose en dos vasos para luego ofrecerme uno.
Trago intentando no sentir su sabor. Dios, la garganta me quema y mucho.
-Clarie- Max aparece atrás mio, rozando con sus dedos mi espalda haciéndome girar para quedarme enfrentada a el.
-Max- digo fríamente mirando sus ojos avellana.
-Escuchame Clarie, lo lamento. Por favor ya no peleemos más, no soporto estar así- dice pegandome a el pero lo aparto- Lo siento, esa llamada era sobre los tipos que quieren reclutarme.
-Esta bien- suelto.
-Te amo- planta un dulce beso en mis labios haciendo que mi resistencia contra él, termine desapareciendo.
-Yo también- digo volviendo a pegar nuetros labios. El se aparta y toma mi mano llevándome hacia el salón.
Max pasa su mano a mi cintura y la otra a mi mejilla, esconde un cabello mío detras de la oreja volviendo a pegar nuestros labios mientras bailamos al compas de la música.
Yo llevo mis manos a su pecho mientras el besa lentamente mi cuello y muerde el lóbulo de mi oreja.
-Voy al baño, ya vuelvo- susurra a mi oido, se separa y me guiña un ojo- no me tardo- asentí soltando su mano.
Seguí bailando, levantando mis brazos dejándome llevar.
Me detengo al sentir unos brazos, por mi espalda, a mi alrededor. El dueño de estos, Max, deposita un beso en mi hombro erizandome la piel. Continuo bailando sintiendo como esconde su cabeza en mi cuello.
-Espero que no bailes así con todos- siento su grave voz chochar contra mi nuca, volviendo a poner mis vellos de punta.
-¿Zedd? abro los ojos de par en par en cuanto se aparta de mi. Volteo encontrándome con Max agarrándolo por el cuello de su camiseta y su puño impactando contra su maxilar.
-¡Alejate de mi novia cabron!- continúa golpeandolo salvajemente en el suelo.
-¡Max basta!- grito intentando separarlos.
De la nada nos hemos convertido en el centro de atención. La música se detiene, captando mas miradas. Diablos, tierra tragame.
-No lo haré si eres tú el que me lo pide- Zedd escupe algo de sangre cuando Max se aparta. Se agarra el estómago haciendo una mueca de dolor.
-No te lo estoy pidiendo- Max lo patea en la cadera y Zedd suelta un grito ahogado. Max se incorpora para repetirlo pero me meto en medio.
-¡Clarie!- Max abre los ojos de par en par mientras yo solo consigo morder mi labio con dolor, pasando una mano por donde hace segundos estaba su bota- ¿Te vas a poner de su lado?
Ni siquiera me pregunta si estoy bien.
-Cállate Steven- me acerco a Zedd quién con mi ayuda se pone de pie.
-Oh vamos Clarie, no es el primer fenómeno con el que nos divertimos- una sonrisa aparece en su rostro.
-Eso porque todavía no lo han echo contigo- lo fulmino con la mirada-¿Puedes caminar?- le pregunto a Zedd y este asiente lentamente frunciendo el ceño.
-Nena ¿Qué haces? El no es de tu estilo, no es como nosotros- Max me agarra del brazo apretándome con fuerza. Cierro los ojos por el dolor.
-Sueltala imbécil- Zedd lo mira desafiante con la poca fuerza que le queda, con la que tan solo puede mantenerse en pié. Max da un paso hacia el, pero yo me safo de su agarre y lo empujo un par de metros.
-Ya volverás- escucho la voz de Max a mi espalda, queriendo darme vuelta a gritarle que solo enfrente de sus amigos tiene los huevos de hablarme de esa manera. Para despues, como todo pollerudo, volver lloriqueando a mi. Aunque decido ignorarlo.
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Destiny
Romance-¿Por qué una chica cómo tú hablaría con alguien como yo? Eso no me lo esperaba. -¿Por qué no?-