CAPÍTULO 9

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El bolígrafo de Safia se mueve tan rápido que parece que va a echar tanto humo como una bomba.

Nuevamente han pasado las dos horas de visita tan rápido que le parece poco a la psiquiatra. Safia quiere más. Otra vez tendrá que volver a casa la mar de intrigada pero en un punto aún más apasionante de la historia.

En su cuaderno se ven un sinfín de anotaciones como:

David=Baalzephon.

Ángel=Isliah.

Araxiel (no sé quien es).

Agatha=casera de Isliah y Baalzephon/abuela de ellos.

-Es increíble.

-¿El qué?

-Todo. No puedo creer que te haya pasado todo esto y...-Safia no termina la frase.

-Lo sé.-dice Lucía entristeciendo su rostro.

-¿Qué pasó después de su reconciliación?

-Llegamos a mi casa y Baalzephon se disculpó. Todo el mundo le perdonó. Y fue entonces cuando me di cuenta...-Se calla inundada por enorme ola de sentimientos y de recuerdos.

Gran parte de su ser desea volver a ser la quera antes de conocer la existencia del mundo sobrenatural. Volver a ser la que era antes de Venecia. Pero ello conlleva no haber conocido jamás el amor. El grandísimo amor que siente aún hoy en día por Isliah.

-¿De qué?-pregunta Safia al ver que la muchacha no continua hablando.

-Baalzephon estaba deslumbrante. Tenía un aura a su alrededor que ahora era di-ferente. Ya no era tan lúgubre y tétrica. Estaba llena de vida y esperanza... y paz, muchísima paz. Agatha fue la primera en darse cuenta de ello.

-¿A qué se debía ese cambio?

-A que desertó del infierno y volvió al bando del cielo. Aunque aún no era oficial ya se observaban sus consecuencias. Ahora había luz en su mirada y sus comentarios no iban con tanta maldad.

-¿Cómo fue el resto de la noche?

-La verdad no es que durara mucho más después de aquello. Terminamos de co-mer cómodamente, haciendo chistes y riendo de cualquier tontería que decía Baalzep-hon. Se marcharon tras el brindis.

-A tus padres debían de gustarle mucho aquel cambio. ¿No es así?

-Lo cierto es que a mi madre le sorprendió bastante el cambio. Pero sí. Les gustó muchísimo.

En aquel mismo momento en que Safia va a hacer una nueva pregunta a Lucía cuando aparece Armand al otro lado de la puerta. La ha tocado tan levemente que nin-guna de las dos se dio cuenta de que lo había hecho.

-Lo siento pero se acabó la visita.

-Sí. Lo sabemos.-se pone a recoger Safia y, desde la puerta, se gira hacia Lucía y le dice.-Espero ansiosa a que llegue mañana.

-Yo también.-le confesa esta.

Cuando Safia sale de la sala Lucía es acompañada por Armand hasta su habita-ción. De la nada, un gran temor se apodera de ella.

-¿Cómo está Elena?

- Ha preguntado por ti cuando se ha despertado.-dice el muchacho con gran caute-la.

-Te he preguntado que cómo está, no qué es lo que ha hecho cuando se ha desper-tado.

-Lo siento.-contesta este.-Está bien. Muchísimo más tranquila que cuando se des-pertó y vio que no estabas y que ella estaba atada a la cama de pies y manos.

DESTINO I - AGUADonde viven las historias. Descúbrelo ahora