-14- PECAS.

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🐞

Sonreí

Anny: San-Santiago, ya me iré es muy tarde.

Lo alcancé a mirar y salí de la habitación, baje por las escaleras y paré en la sala.

Visualizaba desde allí a Teresa con la mamá de Santiago, la pena me recorría por todo el cuerpo y me acerque a la ventana.

Me asome y tape gran parte de mi rostro para que no me vieran y visualice una gran caja, no se que traían allí pero me intrigaba.

Sentí dos toques, querían entrar así que me acomodé el cabello llevando una tira hacia mi oreja y respiré lo mas hondo que pude e intenté hacer la cara mas amable y alegre que tenía.

Tire de la manija y las vi.

Ambas traían un gran buso negro que utilizan para no mojarse entre la lluvia, un paraguas y esa gran caja tapada por bolsas negras.

Enarcaron las cejas en señal de asombro. Intenté sonreir pero mis mejillas se tornaron rojizas y entrelace los dedos seguido de un Buenas noches. Para tornar el ambiente cálido entre las palabras de saludo.

La Sra. Graciela (Madre de Santiago) Estiró su mano en forma de saludo y me sonrió de la forma mas tierna que había visto, me dio confianza y le devolví la sonrisa.

Sra Graciela: Anny que te había pasado, por que ya no venías? Preguntó con algo de preocupación y soltó mi mano.

Anny: Yo.. (Exhale) Pues, estaba ocupada con eso de las inscripciones de la Preparatoria donde pienso estudiar, pero ya me inscribí su hijo me ayudo en su computadora por eso estaba aquí y también estaba pasando la lluvia.

Teresa: Si la lluvia. Sonrió con tono de picardía

Sra. Graciela: (Apretó su mano y la miro abriendo sus ojos en señal de que callara) Ay! Jajaja hija lo que pasa es que Teresa.. Emm mira te quiere regalar unos gatitos.

Teresa: Mamá nooo! Interrumpió

Sra. Graciela: Shh Teresa por favor Susurró. Mira hija aquí te los muestro cual quieres?

Alzó las bolsas dejando en descubierto los gatos.

Anny: Ay que lindos. Sonreí

Soy sincera yo era una amante a los gatos solo que Mama Ely no le agradaban mucho, no se el por qué, pero no le gustaban.

Anny: Sra. Graciela que amable es, me gusta el que tiene una pequita cerca del ojo.

Sra. Graciela: ¿Este? Agarrándolo de la caja y dejándolo justo en mi rostro.

Santiago: ¿Mamá? Jajaja pensaba que no venías. Exclamando desde la puerta de su habitación.

Sra. Graciela: Claro que venía, además te traje comida que la abuela...

Mientras que ellos hablaban decidí tomar el pequeño gato y salí desapercibida.

El Silencio De Las Letras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora