Contigo, siempre!

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Desde aquella vez, desde aquella primera vez que se entregaron en cuerpo y alma todo entre ellos iba mucho mejor, ambos se sentian en la gloria.

Claudia estaba en clases, tendría un examen dentro de quince minutos, estaba realmente nerviosa pues la noche anterior había hecho el amor con Alan, y no había dormido nada, estaba que moría de sueño, y tenía la sensación de que todo lo que había estudiado se había esfumado, en estos momentos odiaba a Alan y el hecho de que le sea demasiado irresistible, no podía decirle que no, si la besaba así, no podía decirle que se detenga si la tocaba con tanta pasión.

- Bueno chicos, necesito que dejen sus materiales y se dispongan para el examen, voy a ir pasando por sus lugares- Claudia pensó que estaba hundida, su mente se puso en blanco, no podía ser cierto, bueno al menos la parte práctica si lo haría pero lo teórico creo que no.

- Claudia estas lista?- Le pregunto su profesora, ella sólo asintió y le regaló una sonrisa.
La joven era una de las mejores alumnas de la clase, siempre destacaba en todas las materias y estaba orgullosa de eso aunque Alan se burlara de ella, diciendo que tiene a su propia Granger, su pequeña insufrible sabelotodo.

Claudia ya tenía su examen en las manos, constaba de tres hojas, bastante corto en comparación a las demás materias.

Se concentró y comenzó por la parte que si recordaba, se dio cuenta que era muy poco, no alcanzaba ni la mitad del puntaje.

- Alan, me las pagarás - Susurro apretando los puños y soltó un suspiro.

Grecia, una de sus mejores amigas en el salón se dio cuenta de la laguna mental de su amiga, y que eso le costaría caro a todo el mundo.

- Flaca, que pasa contigo?- Le susurro Grecia.
- No me se nada, matame - Se llevó las manos a la cabeza.

Grecia anotó todo lo que ella tenia en su examen y se lo paso, poniendo en peligro a ambas pero un poco de riesgo siempre es bueno y placentero.
Le avento el papel a Claudia y esta la tomo sorprendida.

- Vamos, no pierdas tiempo, anda - Grecia siguió con lo suyo.

- Estas segura?- Pregunto Claudia simulando escribir, su amiga entregó su examen en respuesta, tenia que seguir y así fue, pasaron veinte minutos y la joven termino, con algo de pena se dirigió a su profesora y le entregó las hojas.

Claudia salio del salón y abrazo a su amiga tan fuerte que le cortaba la respiración, pero la chica ni se movió sabia que su amiga realmente estaba agradecida pues nunca fallaba en ningún examen y para lo sucedido debía de existir una explicación.

- Eres la mejor, gracias, gracias, muchas gracias - Decía besando su mejilla repetidas veces.
- No te preocupes, sabia que algo pasaba contigo, desde cuando no completas un examen?- Rieron - No dejaría que entregues un examen así - Se encogió de hombros.
- Eres fantástica, pudieron sacarnos el examen a ambas.
- Un poco de adrenalina no viene mal - Claudia negó con la cabeza divertida y muy aliviada.

Ambas se despidieron, y tomaron sus caminos, hoy solo asistieron a clases para dar el examen, así que ya estaba libre.
Al salir vio la camioneta gris de Alan, se dirigió a él.

- Cómo te fue con el examen?- Pregunto el hombre, cuando la joven subió al vehículo.
- Ca-lla-te - Fue lo único que contesto, estaba furiosa con él, se lo había dicho, si se lo dijo.

Flashback

- Mi amor.. porfavor - Pedía entre susurros la joven, mientras el hombre estaba encima suyo besando todo su cuerpo.
- Shhhh.. solo un poco - Contesto lamiendo su clavícula.
Sus labios bajaban por sus pechos, con delicadeza succiono un pezon erecto Claudia arqueo la espalda deseando introducirse más en su boca.
Su mano derecha fue a su cabeza deteniendolo en su lugar para que siga jugando con sus pechos.
Hasta que entro en razón.

- Alan basta! Mañana tengo un examen demasiado importante.- Dijo levantándose.
Tomo su camisa y se la puso, Alan estaba acostado en la cama con un bóxer y el notorio bulto entre sus piernas.
- Bien, será como tú digas, luego no me salgas con que no tenemos mucho sexo y bla bla bla..- Contraatacó Alan tapándose con la sabana dándole la espalda.
Claudia estaba indignada como podía decirle eso?.

- Estas hablando en serio?.
- Sí - Dijo sin moverse de su lugar.
- Mírame.. Alan!!.
- Qué??- El hombre se levantó desafiante, caminando hacia ella, Claudia se sintió totalmente intimidada.

- Tengo un examen - Se excusó cuando el hombre se pego a ella.
- Eres fantástica, lograrás pasar ese examen, ahora..- Beso su cuello pegandola a su cuerpo - Dejame disfrutar contigo de este momento.
Claudia cerró los ojos dándose por vencida, sus manos se pasearon por la espalda y bajando al trasero de su hombre.

- Eso.. Así, tocame - Decía Alan alentandola a seguir.- Soy tuyo!.

Los labios de la joven se unieron a los de su amante, en un beso sediento, Alan mordía sus labios, los succionaba, la joven tomo de las caderas al hombre pegandola a su cuerpo sintiendo el duro bulto en su vientre.

Alan la estiraba en dirección a la cama sin dejar de besarla, él se sentó en el borde de la cama y ella sobre él, sintiendo su ereccion en el lugar adecuado.

Claudia se sacó la camisa, dándole al hombre una increíble vista de sus pechos bien formados y de esos pezones rosados que lo volvían loco.
No perdió más tiempo y tomo uno en su boca mientras que el otro era pellizcado por sus dedos índice y pulgar.
La joven pegaba la cabeza de su hombre a su pecho.

- Mmmmm.. Quedate ahí Alan... un poquito más!.

Y así fue, Alan se quedo ahí por un tiempo, disfrutando de la suavidad de su piel y de la dureza de sus pezones en contraste.

Claudia se hizo a un lado para poder liberar el miembro de Alan, que salió gustoso, el hombre suspiro cuando sintió a su ereccion libre, la joven no perdió más tiempo y levantó las caderas para luego bajarse sobre el miembro caliente y vibrante, sintiendo como emanaba el calor de él mientras la llenaba por completo.

- Siiii, así cariño.. Aaahhh!! - Cerro los ojos Rickman.- Muévete mmm lento..

Claudia comenzó el vaivén, moviéndose lentamente, con la cabeza para atrás y la boca de Alan en sus pezones.
No aguanto más y comenzó a dar saltitos sobre él, cabalgandolo.

Las manos de él fueron al trasero de ella, dándole más precisión a la penetracion.
Ella, quería tenerlo sobre su cuerpo así que sin pensarlo paro y se levantó, Alan la miró algo sorprendido, no sabia cual seria su próximo movimiento, con su niña nunca se sabía.

Claudia subió a la cama, se acostó en ella y abrió las piernas, dándole una invitación satisfactoria.
Alan sonrió de lado y subió con ella, pero lo que la joven quería o al menos había pensado era que él la volviera a penetrar sintiendo su peso sobre ella pero no, él tenía otros planes.

Él se dirigió a su vientre, besando lento y succionando, dejandole marcas rojas en esos lugares.
Iba bajando hasta que llegó al lugar de su propósito.

Se acomodó entre sus piernas, beso sus pliegues mojados, y la joven suspiro, estiró sus piernas.
Alan abrió con sus dedos los labios vaginales para darle paso a su lengua, le dio un lameton rápido y se centró en su clitoris, lo succiono mientras Claudia gemia y se retorcía de placer, se correría en su boca, no dudaba de eso.

- Alan.. mmmm.. Dios! Por favor..
Él no escucho y siguió penetrandola con su lengua mientras que con su pulgar masajeaba su clitoris.

Claudia no lo soporto más y tomo a su hombre por el pelo y lo elevó a su altura, besando sus labios con hambre, cosa que a Alan prendió más, ella probaba su propio sabor.
Se acomodo entre sus piernas y sin romper el beso, la embistió, disfrutando del calor húmedo que su canal le daba, sensación de un orgasmo interrumpido, Alan sonrió para sus adentros.

Las embestidas eran más duras, más potentes, las venas en el cuello de Alan parecían a punto de explotar, Claudia le pasaba la lengua sin perder ningún pedazo de piel.
Ambos estaban a segundos de culminar tal acto, acto que disfrutaban al máximo, acto que los volvía locos, perdidos uno por el otro y ya no había marcha atrás.

Y así gritando sus nombres llegaron al paraíso, paraíso si, pero los simples mortales lo llaman climax.

No fue mi culpa, me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora