Lo lamento

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Porque el amor duele? Porque las películas te ilusionan mostrándote una relación que en la vida real nunca tendrás? Pues te basas en esas películas para encontrar a alguien así para una vida juntos, pero que pasa si por cuestiones de la vida encuentras a esa persona, la indicada y te llevas la sorpresa de que ese alguien ya tiene a "su indicada" al lado? Que pasa? Realmente, entonces no era tu persona indicada pero te aferras a ese sentimiento que nació cuando lo conociste, quizá solo sea una piedra más en tu camino, pero te encanta perderte en sus ojos, en el sabor de sus besos, robandote el aliento en cada beso.
Esos besos que hoy para ella sólo son recuerdos, hermosos recuerdos, que por más que otros labios quieran borrar sus marcas no lo han logrado, todo lo contrario han intensificado las ganas de volver a besarlo pero ella sabe que eso ya no podrá ser porque aun recuerda que él le dijo "Eso no estuvo bien" y todas las ganas se esfuman y ella sólo desea no haberlo conocido.

Desde aquella última vez que lo vio ya han pasado dos meses, si, lleva dos meses de noviazgo con Vincent, ha cambiado mucho quizá solo necesitaba esto, se ha vuelto más ordenado en su trabajo, más cumplidor, y con ella es el chico que todas desearían tener a su lado, pero ella sólo quiere a ese hombre de ojos almendra, de labios finos y sonrisa perfecta, ese hombre tan imposible, ese dolor en el pecho por no verlo, por no escucharlo, por no saber de él.
Que diría si alguna vez se vuelven a ver? Hola Alan tanto tiempo? Como has estado? No, ella no sería capaz ni de sostenerle la mirada, esa mirada tan intensa, todo en él es intenso.

Dos meses pensó, dos meses sin saber de él, su cumpleaños paso y ella no tuvo las agallas suficientes de enviarle un mensaje, quizá él estuvo esperándolo o quizá no, nunca lo sabrá realmente.
En las clases le iba muy bien, era una de las mejores alumnas, muy dedicada y eficaz, estaba orgullosa de lo que había logrado, había conseguido un trabajo hace una semana y le encantaba su nueva vida, aunque tenía ese espacio vacío que nada ni nadie podía llenarlo, solo él..

Se pasaba horas o tal vez solo eran minutos que para ella parecían una eternidad, observando las fotos que se habían tomado en sus salidas, todas muy graciosas, él era tan abierto y protector con ella, se sentía tan segura solo sabiendo que lo tenia sentado a su lado.

En todo este tiempo que no supo de él, se dio cuenta y lo reconoció, reconoció que estaba profundamente enamorada de Alan, que lo amaba como ama una niña de 15 años a su primer novio, con tanta intensidad que quema.
Había llorado su ausencia, había reído con sus recuerdos.

En su cabeza siempre está latente la pregunta de porque lo beso? Porque se dejó llevar? Quizá si ella no hubiera sido tan impulsiva, ahora estaría con él, solo como amigos claro pero con él, seria testigo de sus risas, de su presencia pero aun así ella no se arrepiente, ha besado con el alma, aquella tarde en esa camioneta, en esos besos ella ha entregado su alma, se ha entregado en bandeja de oro a las manos del hombre equivocado pero que ella ama con cada célula de su cuerpo, con cada trozo de su ser.

Él, por otra parte ha seguido con su vida también, ha estado todo el tiempo ocupado, con las grabaciones de la próxima película y con los ensayos del teatro.
Su relación con su esposa ha mejorado un poco, se volvieron a llevar casi como antes si no fuera por los repentinos ataques de histeria y frustración que tiene él cuando la recuerda, cuando la imagina, cuando en su mente ve su rostro, su sonrisa, cuando la escucha llamándolo Señor Gruñón.
Cuando desea con todas sus fuerzas poder abrazarla de nuevo, aspirar su dulce aroma.
Toda ella, era tan perfecta para él, ella era un sueño, un sueño que él quería soñar.
Si tu fueras mía pensó para luego reír, claro como si eso fuera tan fácil, la chica ya tiene a alguien a su lado, tu mismo los viste se reprochó, pero esa manera en la que lo besó, decía tanto, decía todo y lo arruinó, lo arruinó por miedo, él ya no estaba para esos juegos de adolescentes, él tiene una esposa que siempre ha estado a su lado, en los momentos buenos y sobre todo en los malos.
Y él jamás aceptaría tener a esa bella mujer como su amante cuando ella se merece todo lo mejor, nunca se perdonaría si la tuviera así, a escondidas, en las sombras, sin poder mostrarla al mundo como suya, en ese caso preferiría no tenerla, por eso lo arruinó, pero no esperaba perderla por completo, eso fue sorpresivo y doloroso.

Había sabido muy poco de ella, lo último que se entero fue que había comenzado a trabajar en una librería en la esquina de su casa, pero nunca la había visto y tampoco se animaba a ir al local a comprobarlo, tan cerca y tan lejos se dijo, ella no sabia que lo tenia tan cerca, nunca supo donde él vivía.

Una tarde se armo de valor, le dio un último sorbo a su jugo de naranja y salio directo a la librería, no importaba más nada, solo quería verla, de nuevo, admirar sus facciones.

No tardo ni dos minutos en llegar, abrió la puerta y la campanilla de entrada sonó, la tienda tenia un poco de gente, algunas buscando un buen libro, otras tomando un café leyendo ya uno y ella, estaba ella de espalda detrás del gran mostrador, su pelo negro cayendo en cascadas con rizos tan bien formados, estiró el brazo derecho y se percató que se había hecho un tatuaje en el, gran influencia la de su noviecito pensó.

Se acercó a paso lento pero decidido, se aclaro la garganta y pregunto.

- Me recomienda algún libro?- Ella al escucharlo se quedo estática, por unos largos segundos, hasta que dio un suspiro y volteo para encontrarse con su fija mirada en ella.

- Déjeme ver, tenemos varios temas, alguno en especifico?- Pregunto muy segura que le dio miedo.

Él no contesto solo se quedo viéndola a los ojos, luego bajo la mirada a su boca y siguió bajando hasta el flamante tatuaje que le pareció algo conocido y sonrió.
La volvió a mirar a los ojos, estaba vez ella también estaba mirando el tatuaje.

- Podemos hablar?- Fue lo único capaz de preguntar.
- Estoy trabajando.
- Te esperaré.
- Vince vendrá por mi.
- Claudia por favor - Suplicó - Lo necesito.
Ella suspiro y susurró - Yo te necesito. Y se marchó.
Pero para él eso fue un detonante, no saldría de ahí sin hablar con ella, su corazón se llenó de emoción cuando la escucho pronunciar esas palabras "Yo te necesito" y solo Dios sabe cuanto él también la necesito.

Se dirigió a una mesa vacía y apartada, tomo un libro y espero, esperaría la vida entera por ella, porque por más dolorosa que sea, él sabia que valdría toda la pena del mundo...

No fue mi culpa, me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora