Mi peor error

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Alan se quedo quieto, no volvió a a responder al beso, aunque tenía a la joven pegada a él, con sus labios succionando los suyos, abrió los ojos y la vio, tenia los ojos cerrados, la observó por un momento hasta que ella se quedo quieta, bajo los decibeles y se dio cuenta que él está vez no le correspondía el beso.

- Eso no estuvo bien - Susurro en los labios de la joven, ésta al escuchar lo que Alan dijo se alejó y agachó la cabeza.

Luego de unos segundos de estar en esa situación incomoda, ella levantó la cabeza y lo miro, él le sostenía la mirada.

- Lo lamento, no fue mi intención molestarlo Señor Rickman - Contesto la joven con los labios rojos e hinchados bajándose del vehículo, dejando a Alan totalmente confundido.

Que significaba eso? Lo volvió a tratar de Usted, como si se acabarán de conocer, como si no hubieran pasado miles de cosas juntos en tan poco tiempo.

Claudia salio corriendo, lo único que quería era llegar a su habitación y no salir de ahí nunca más, él la había besado, tan bien, la había tomado del rostro para profundizar el beso y luego le dijo que eso no estuvo bien, no estuvo bien que? El beso? El hecho de haberse besado? Ella se dio cuenta que él también había esperado ese momento tanto como ella, entonces porque dijo eso?.
Ella ya no quería verlo, se sentía dolida y rechazada.
El hombre del cual se enamoró, no quería corresponderle, más allá de toda situación.
Había sido una tonta, se dejó llevar por lo que sentía, ya le habían dicho que el amor solo era dolor y ella no lo quiso aceptar, el amor era solo eso, ese sentimiento constante de dolor en tu pecho, como si te estrujaran el corazón y te costaba respirar.

No se dio cuenta cuando comenzó a llorar, las lágrimas caían de sus ojos sin control y dolía, dolía mucho.
Quizá aceptar a Vincent hubiera sido mejor y más beneficioso.
Claudia ahora lo único que deseaba era que la tierra la haga desaparecer o retroceder el tiempo y así evitar el dejarse llevar.

Por otro lado Alan había llegado a su casa, totalmente confundido y anonadado, todavía sentía los labios de la joven sobre los suyos, llevo su dedo índice sobre su boca y los acaricio lentamente, cerrando los ojos. No podía creer que por fin la había besado y ella le había correspondido de la mejor manera, recordaba el juego placentero de sus lenguas, pero él lo había arruinado todo, diciéndole que eso no estaba bien pero es que es verdad eso estaba mal pero se sentía jodidamente bien.

Pero él era consciente de que no era bueno para ella, otro chico debería encargarse de hacerla feliz aunque los celos lo maten por dentro, él no podría porque ya tenía una vida hecha y ella no encajaba en ella al menos no en ese aspecto.

Había pasado ya una semana desde aquel beso, desde aquel incidente, él había tratado de hablar con ella pero no obtuvo respuesta, ella se había borrado prácticamente de su vida, no respondía mensajes, no contestaba las llamadas, ya no iba a las tiendas a las que solían concurrir juntos.

Alan hasta pregunto por ella, en cada tienda pero la respuesta siempre era negativa, ella ya no había vuelto a aparecer por esos lados.
La había perdido pensó el hombre la había perdido, y fue culpa suya él lo sabia, eso más le dolía y no tenia idea de como lograr dar con ella, hace una semana que no pegaba un ojo, esperando ingenuamente alguna señal de ella, pero nada.

Su humor había cambiado, estaba irritado, molesto, todo a su alrededor le parecía que estaba mal, hace una semana venia peleando con su esposa, solo quería saber de ella y cualquiera que se acercará a él a hacerle perder el tiempo saldría mal herido de todo esto.

- Alan el almuerzo esta listo!.
- Gracias, no tengo hambre.
- Debes comer algo, no has desayunado, si sigues así te puede hacer mal.
- No tengo hambre Rima. Que parte de eso no entendiste?.- Grito el hombre exasperado.
Todo le hacía mal, tenía un dolor de cabeza horrible que llevaba aguantando por días, ya había tomado algún medicamento pero no tenían efecto en él.

- Qué demonios te pasa?- Le dijo del mismo modo su mujer. - Estas insoportable!.
- No te acerques a mi entonces, solo dejame solo y en paz.

Alan tomo su celular y nada, en ese momento recordó que con Claudia habían creado un Facebook para él y se habían hecho amigos, y pensó de repente que quizá en la red social podría saber algo de ella.

Ingreso en su muro y lo único que vio publicado por ella fue que se sentía mal y fue justo el día del beso, cerró los ojos y suspiro, él no quería hacerle daño pero termino siendo él, el más culpable del daño.
Dejo su celular y tomo las llaves de su camioneta, salía sin rumbo fijo, pues buscarla ya no era una opción, lo había hecho toda la semana y no consiguió nada, le dolía demasiado y no quería aceptarlo así como no quería aceptar que se estaba muriendo por esa chiquilla rebelde de hermosa sonrisa y ojos negros.

Seguía conduciendo por la ruta desierta hasta ir a dar con un hermoso riachuelo con el que contaba Hammersmith, era un lugar bello y tranquilo, ideal para pensar, relajarse y estar de enamorados besándose bajo la sombra de un frondoso árbol, la imagen que tenia frente a él término por hacer añicos su corazón pero se lo merecía, la mujer por que eso era ya, aunque él la tildaba de niña, no, era una mujer, a la que añoraba, a la que deseaba, besándose con el idiota engreído de Vincent, esa copia barata de esos rockeros de los ochenta, enfundado en cuero y con el cabello alborotado, lleno de tatuajes y esa actitud de "soy lo mejor" lo odiaba y ahora más por estar besando esos labios que eran de él, que le pertenecían solo a él, aunque no se lo haya dicho.

La sangre le hervía y podría jurar que su rostro estaba hecho un tomate de la cólera. ¿Qué iba a hacer? Bajarse? Para que? Ella lo único que haría seria tratarlo con indiferencia, dándole a entender a Vincent que por fin estaban como él tanto quería, peleados y distanciados, no le daría ese gusto, suficiente con permitir que bese los labios de su pequeña, y esos besos, Joder! Eran muy insinuantes, no delicados, con amor, no, esos eran los sucios, de esos besos que te invitaban a hacer cosas malas, maldito idiota me las pagarás pensó el hombre, arrancando su camioneta saliendo del lugar.


NOTA: Perdón chicas se que es corto pero no quería dejarlas otro día más sin capítulo, se me complicaron las cosas y mañana comienza de nuevo mi vida laboral así que subiré los fines de semana.
GRACIAS POR EL APOYO!

No fue mi culpa, me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora