14 de Febrero

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Llegó porque tenía que llegar. De forma rápida y sin avisar. Cuando menos lo esperas. Simplemente se planta ante ti y te arrea un buen bofetón a mano abierta en toda la cara mientras te devora por dentro. Fugaz, como todos los trenes que había estado observando en la estación. Que paren máquinas, para este tengo el billete comprado y no quiero bajarme. Mira la vida como vuelve y te sorprende.

Muéstrame tus cosas buenas pero también las malas. Quiero oírte reír a carcajadas y que me contagies. Que me corras por las venas. Quiero tu imagen en mi mente. Ser  ladrona de todos los besos posibles y que tú me concedas otros. Porque no hay besos más inflamables que los que me da tu boca. Quiero viajar y hacer contigo las aventuras más imposibles. Lo quiero todo. Hasta el más mínimo detalle. Por minúsculo que sea. Pero paso a paso. Porque no tengo prisa. Quiero que discutamos y nos quitemos juntos las espinas. Verte llorar, fruncir el ceño, rabiar de impotencia y sacar ese carácter militar. Porque cuando navegues a la deriva y no encuentres la ruta correcta. Cuando todo lo des por perdido e ices la bandera de la rendición. Tenderé mi mano, te levantaré y te ayudaré a estar listo de nuevo. En las buenas y en las malas. Para eso formamos un equipo.

Te digo que te prequiero. Te lo digo porque no tengo prisa. Únicamente quiero cerrar los ojos y respirar. Hacer oídos sordos a todo ese zumbido exterior que es el mundo. Aislarme, pero contigo. Escuchar el silencio más estruendoso de este mundo. El redoble producido por los latidos de un desbocado corazón. Sentir que la sangre hierve de repente. Abrir una botella de vino y beberme contigo hasta la última gota de la madrugada. Perderme en la geografía de tu piel. Porque no sé si me gusta más tocar el cielo juntos o pasear por el infierno cogidos de la mano.

No soy la única que aprecia que realmente vales la pena. Pero quiero ser la que no pase de largo. Quiero ser la oveja negra de ese rebaño. No soy la única que te desea. Pero pienso ser la única que se detenga cada momento sea como sea. Porque aunque tú no me veas, yo sigo aquí. Yo nunca me fui.


Todo lo que no dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora