3 de Febrero

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Porque al final la soledad también se cansa. Y tarde o temprano la tristeza. Porque al final el miedo nos hace más fuertes y los sueños imposibles dejan de serlo. Y un día, al estirar los brazos, alguien encajará sus manos con las nuestras, y el cielo se pintará de esperanza y las personas volverán a creer en la magia. 

Porque estas cosas suceden tarde o temprano, si dejamos de tener tanto miedo a intentarlo y nos dejásemos llevar. Porque no hay cicatrices más bonitas que aquellas que te deja el intento de luchar por lo que más quieres. Y cuando volvamos a escuchar el timbre, será la felicidad quien esté detrás de la puerta, y para ese día habremos dejado de lado los pretextos. Ya no nos dará miedo dormir solos, porque habremos aprendido a convivir con los recuerdos en lugar de intentar olvidar lo que forma parte de nuestra vida. Sacaremos a pasear las cicatrices y ya no tendremos vergüenza. Y cuando alguien nos pregunte por nuestro miedo al mundo, le diremos que ahora todo es distinto. No van a entenderlo, pero qué importa. Leeremos más libros en los ojos de alguien, y la risa formará parte de nuestra lista de reproducción favorita. Dejará de hacer frío por las noches, y si llueve será para quitarnos de encima la sensación de estar esperando a alguien que no llega. Porque la soledad sabe que no puede estar con nosotros para siempre. Y la tristeza un día formará parte de un pasado que no vamos a repetir. Porque todas estas cosas suceden tarde o temprano. Sólo hay que dejarnos llevar. Perder el miedo de intentarlo.

Todo lo que no dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora