El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce. Hondas ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos, o por ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces.
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Todo lo que no dije
RandomY se feliz. Pero no por alguien. Tampoco por algo. Quizás con alguien. Nada de eso; sé feliz porque, al fin y al cabo, es lo que te mereces. Todos necesitamos una dosis de poesía al día,o simplemente alejarnos de esta rutina que arrastramos durante...