Todo lo que no dije

19 de Febrero

Estoy harta. 

Esa es la palabra que mejor me define este momento. 

Harta de todo y de todos. 

Harta de esta maldita sociedad, que nos maneja como tristes marionetas dentro de un cajón. Me siento ridícula y humillada, pero sobretodo indignada. Harta de mi familia, que no me entiende en nada. "Sabemos como eres" dicen.

 "Es por tu bien" dicen. 

Ellos no saben nada. 

No entienden ni la mitad de mi vida, se han perdido todas mis lágrimas por las noches, todos mis sufrimientos.

 Me gustaría saber la cara que pondrían si se enteraran de todo, la idea que tendrían de mi entonces. Pero por desgracia no tengo el valor suficiente para demostrarles la verdad, que soy más fuerte y más madura de lo que ellos creen. 

Estoy cansada de ser la niña pequeña resguardada dentro de una burbuja de cristal, quiero romper mis ataduras y gozar de mi libertad. 

Me gustaría ser entendida, y querida por más personas. No solo un alma en pena que tiene que tener mucho cuidado para no ser destruída. Pocas personas conocen mi verdadera historia, como me siento y lo que he hecho. 

Pocas personas admiten creer que en verdad me arrepiento de mis fallos, todo el mundo prefiere mirar con malos ojos. 

"Tira la piedra y esconde la mano" creen de mi, cuando en realidad ellos son los que actúan así. ¡Ay! cruel vida, mátame si tu deseas. 

Llevo ya varias noches soñando con esta idea, tanto me lo he imaginado que me parece hasta real. Ya hasta despierta me invade ese pensamiento. Creo que la muerte y yo solo somos una. ¿Tal vez me este volviendo paranoica? No lo se, ni tampoco quiero saberlo. Tan solo continuaré mi viaje pensando y creyendo falsamente que algún día llegará ese chorrito de felicidad que le dará sabor a mi vida, mientras tanto nadie querrá degustarla, ni la muerte por lo que veo. 

Algún día pienso asombrar al mundo, ya lo veréis. 

Dejaré de esconderme, y quedaréis con la boca abierta. Que no soy una mosquita muerta, pero tampoco la bruja de la película. Que tan solo soy algo rara, un poco decidida. Que he pasado calamidades que mucha gente no se espera, pero eso me ha hecho ser más fuerte aunque en ocasiones ha acabado con mis fuerzas.