Las rosas no viven para siempre

Prólogo

Por ingenua, inocente y testaruda llegue a este punto, mezclando todo y no pudiendo concluir con nada llegado al momento en el que debes olvidar, ¿pero qué pasa cuando lo intentas y no puedes o simplemente no quieres? Ya estaba cansada de caer y levantarme, llego el momento que quede tirada en el suelo. Las personas que más amamos son las que más nos lastiman. Yo a él lo amaba, aunque no lo supiera. Tampoco lo sabrá y solo espero que no lo sepa. Si algún día decido declararle mi amor ya es tarde, yo me he ido y él ya no estaba.

¿Por qué a todas las personas que amo, quiero o les tengo aprecio se tienen que ir, dejarme abandonada o jugar, simplemente, conmigo? Un simple adiós, hasta pronto, nos vemos luego pueden ser las últimas palabras que les digas a esas personas tan amadas que no quieres que te dejen; menos de un momento a otro que, cuando te enteras, ya no puedes hacer nada o no lo quieres solucionar; lo único que piensas es que no les dijistes cuanto los ambas y los necesitabas en tu vida o los más importante, no despedirte de ellos. Lo único que haces es llorar como si no hubiera un mañana, expresando tu tristeza en un mar de lágrimas con esa despedida que nunca concluyo.

No creí que las historias se repitieran.

Con todo ese dolor los enigmas fueron resueltos, los secretos descubiertos llevándose consigo toda mi alegría y resplandor. Sabía que buscar un camino hacia la felicidad tenía su precio, este puede ser bueno o malo, fácil o difícil, pero cuesta. Nunca pensé que este precio costara la vida, lo único que quería era ser feliz.

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Hola!! Esta es mi primera historia, muy pronto comenzaré a subirla y espero que les guste.

Saludos a todos, Lucía