— Dai ... Dai — movía Ryota a su novio.
— ¿Ryu? — preguntaba Daiki con su voz ronca — ¿por qué despiertas?
— Tengo que ir a trabajar
— ¿Y eso qué?
— Estas completamente arriba mío — Daiki rió malicioso — no te rías — dijo riendo
El mayor abrió sus ojos de una vez y miró meloso a su novio — mmm ... ¿no puedes quedarte un poco más en la cama? — preguntó metiendo su mano por entre la remera de su novio y acarició su cintura.
— Sé lo que pretendes — respondió cerca de sus labios.
Daiki sólo lo miró y se lanzó hacia los labios de su novio, sus lenguas apasionadas danzaban sin parar en la boca del contrario, las respiraciones se volvieron aceleradas y no faltó las caricias por debajo de sus ropas, de hecho, nunca faltaban.
— Quédate un poco más
— Voy a ir cansado, anoche ya fue suficiente
— Pues para mí no
— ¡Dai-chi, suelta mi trasero! — dijo tratando de levantarse de la cama, sabía que si no se resistía volvería a caer en las tentaciones de su novio, pero debía ser fuerte.
— ¡Ven aquí Ryu! — dijo Daiki, quien de un empujón metió nuevamente a su novio a la cama y lo besó apasionado. Ryota lentamente se iba dejando hacer, había perdido — ¿qué vamos a desayunar? — preguntó y se levantó de la cama, dejando extasiado al menor.
— Que malo eres ... — suspiró
— ¿Quieres hacerlo? — preguntó Daiki acercándose a Ryota.
— ¡Basta de juegos! — gritó Ryota un poco cabreado. Odiaba cuando el mayor se ponía meloso y lo dejaba por su cuenta, si él era quien comenzaba el juego, ¿por qué no lo terminaba?. Daiki vivía para molestarlo.
Luego de tomar juntos una ducha rápida y ambos relajados, se dispusieron a desayunar sin encender una luz, a Daiki le gustaba más cuando estaban tan sólo con la luz del sol que iluminaba desde el ventanal del departamento.
— Te llevo al trabajo
— ¿Seguro?
— Sí, quiero caminar y hacer un poco de ejercicio
— Al aire libre — comentó Ryota meloso.
— Ven aquí — dijo Daiki de la misma manera y con media sonrisa, si había algo que le gustaba era cuando ambos se levantaban de buen humor y sobre todo, juguetones. Lentamente levantó la camiseta de Ryota y se adentró en ella.
— ¿Qué haces? — preguntó el menor entre risas, rodeando con sus brazos al mayor.
— Mmm ... te amo — dijo una vez que ambos se quedaron mirando dentro de la camiseta.
— También te amo — respondió y se besaron de manera tierna.
***
Más tarde ambos decidieron caminar hacia el trabajo tomados de las manos, hace unos meses tuvieron la posibilidad de comprar un pequeño auto para ambos, pero esta vez y por alguna razón querían ir a paso de hombre hasta el estudio en donde trabajaba el menor.
Entre ese camino, vieron como muchas parejas estaban más cariñosas de lo normal y muchas de ellas con ramos de flores, otras con peluches, globos de corazones, etc.; todo muy rosa a la vista de Daiki.
— ¡Enamorados! — los detuvo un vendedor ambulante — ¿una rosa?
Daiki y Ryota se miraron, el menor hizo una sonrisa — Sí, deme una
— ¡Muchas gracias!
— ¡Gracias a usted! — dijo Ryota con una sonrisa — ¿qué día es hoy?
— No lo sé
— ¡Feliz día!, ¿un globo? — preguntó otro vendedor que se acercó a la pareja.
— Sí, deme uno — dijo Daiki, tomando el globo y dándoselo a su novio que parecía muy emocionado.
— ¡Gracias, que tengan un lindo día!
— ¡Igualmente, señor! — respondió el menor sonriendo. Daiki veía a su novio muy feliz, pero le molestaba mucho que a veces las personas se acercaran a ofrecerles algo, a los que más odiaba sin dudas eran a los que vendían perfumes porque llenaban su ropa de aromas que a su parecer eran espantosos.
— Respondí tu respuesta, hoy es San Valentin
— ¡Cómo nos hemos olvidado Dai-chi!
— ¡Feliz San Valentín!, ¿un chocol...
— No gracias, ya tiene demasiado — dijo el mayor cabreado tomando a su novio del brazo y llevándoselo a toda prisa.
— ¡Daiki! — regañó Ryota a su novio.
— Que pesados
— ¡Que malo eres! — dijo haciendo pucheros.
— Te compre una rosa y un globo, ¿qué más quieres?
— ¡Que seas mejor persona! — gritó.
— Ryu, nos están mirando
— ¡A ti no te importa nada!, ¿qué más da? — decía Ryota golpeando a su novio con el globo.
— Tranquilo, ¡Ryota! — gritó el mayor enfurecido.
— ¡Me voy sólo, total falta media cuadra!
— Perdón ... Ryu, no te vayas
— Nos vemos más tarde — dijo el menor y corrió hasta su estudio.
Daiki suspiró enfadado, « ya la jodí » — ¿¡Que miran chismosos!? — dijo enfadado, ya que había gente que lo miraba con cara rara.
Desganado pensaba volver a su casa y pensar en que era lo que iba a hacer cuando viera a su novio, cuando su celular suena, era una llamada de Taiga ... por lo menos, lo llamaba alguien con quien see llevaba bien, sino le hubiera cortado.
— ¿Sí?
— Aomine ... ¿estas en tu casa?
— No, dejé a Ryota en el trabajo, ¿que ocurre?
— ¿Que le vas a regalar?
— ...
— ¿Aomine?
— Pues ... aún lo pensé
— Tengo una idea, ven a verme en la cancha de la plaza, te espero, se puntual
— Creo que tengo un poco de tiempo ... nos vemos
— Bien, ¡adiós!
— Adiós — .
Bien, quizás alguien lo ayudaría a reparar la jodida del año que se había mandado.
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Me and the Moon (especial San Valentín) - MB Crow
RomanceLuego de conocerse por dos años, Taiga, Daiki, Shintarou y Atsushi se encuentran para preparar un hermoso día de San Valentín para sus parejas. Historia principal = "Me and the Moon - MB Crow"