Ángel (MidoTaka)

288 34 6
                                    


Shintarou y Kazunari entraron al hotel corriendo tomados de las manos, el mayor alzó al menor y lo llevó en donde estaban las habitaciones, una cerca de la otra, que daba en el sexto piso.

— Aún no nos hemos casado, Shin-chan, no me lleves como si fuera nuestra luna de miel

— No importa, quiero llevarte en mis brazos.

Al llegar al piso caminaron hasta su correspondiente habitación y Kazunari, aún en los brazos de su novio, pasó la tarjeta electrónica para abrir la misma.

Shintarou, cerró la puerta con su pie e inmediatamente se dirigió hacia la cama y lo lanzó sobre ella.


Rápidamente el mayor comenzó a desvestirse en la parte superior, lo único que había dejado era su camisa, luego miró deseoso al menor quien lo miraba atentamente y se arrojó sobre este besándolo apasionadamente, mientras quitaba sus intrusas prendas.

Se besaban desesperadamente como si sus vidas dependieran de ello, Shintarou tomó fuertemente la cintura de su novio y empezó a devorar su cuello, repartiendo besos por cada parte del mismo. Luego bajó a su pecho para repetir las mismas acciones pero más fuertes, dejando en el torso del contrario marcas que seguramente al otro día se volverían moradas, mientras despojaba de ambos sus prendas inferiores dejando a ambos como vinieron al mundo.

— ¡Ah, Shin-chan!, ¡Ah! — gemía Kazunari de placer al sentir los labios de Shintarou recorrer cada parte de su piel.

Después de unos minutos de jugueteo con el torso de Kazunari, el mayor bajó al miembro del primero para tomarlo con las manos y empezarlo a mamar, bien este ya estaba más que excitado.

— ¡Ah! — gritó ahogadamente el menor al sentir a Shintarou en su parte íntima — mmm ... detente, sino voy a acabar  

— No importa ...

— Quiero acabar contigo — dijo el menor con una última bocanada de aire.

— Bueno.


Lentamente, Shintarou comenzó a lubricar con su saliva a Kazunari, así prepararlo bien para una penetración placentera. El menor no decía palabra , lo único que podía hacer era gemir y gemir de puro placer. Una vez bien lubricada esa parte, el mayor puso una almohada debajo de la espalda de su novio, levantó sus piernas llevándosela a sus hombros y de manera precavida fue adentrando su miembro en el interior de éste.

— ¡Oh, Shin-chan!

— ¡Ah ... Kazu!.

Luego de unos segundos, Shintarou estaba dentro del menor y se movía en un ritmo lento.

— ¡Mmm ... mmm, Shin-chan!

— ¡Ah, Kazu, sí!

Más tarde, las embestidas comenzaron a tomar ritmo haciendo que ambos gritaran y gimieran placenteramente.

— ¡Shin-chan, Shin-chan, sí, ah, más!

— ¡Ah, eres precioso Kazu, mmm ... sí!.

Pasaron varios minutos y sintieron una corriente pasar por su cuerpo, advirtiendo la llegada al clímax, ambos recibiéndolo con un fuerte gemido al unisono. Shintarou cansado, se recostó a la izquierda de su novio, lo miró, lo besó y lo abrazó para así quedarse dormidos.


***


Unos rayos de sol iluminaban toda la habitación, un nuevo día comenzaba, Shintarou abrió sus ojos pesadamente viendo a Kazunari a su lado, durmiendo apaciblemente. Luego de unos minutos, el mayor aún miraba a su novio — ángel ...

— ¿Qué? — preguntó Kazunari aún algo dormido.

— Eres como un ángel

— ¿Por qué dices eso? — volvió a preguntar sorprendido abriendo sus ojos.

— Sin ti ... mi vida hubiera sido totalmente aburrida, tendría a alguien que quizás ni siquiera amaría, pero desde que entraste en ella sólo puedo ser feliz

— Tu eres mi héroe, me has sacado del mismísimo infierno y me has traído al paraíso

Shintarou con una sonrisa tomó delicadamente la barbilla de su novio — te amo

— Te amo, mi hermoso futuro esposo — dijo Kazunari por último para recibir un cálido beso de Shintarou.

Me and the Moon (especial San Valentín) - MB CrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora