Final

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— Sei-chin, eso fue demasiado

— ¿Por qué de repente los defiendes?

— No los estoy defendiendo, sólo que ... van a empezar a hablar sobre nuestro supuesto matrimonio

— Déjame tener un poco de diversión

— Pero, ¿y tu padre que dirá?

Seijuro miró enternecido a Atsushi — antes era yo el que quería ocultarme ... ¿ahora eres tú? — preguntó por último con una sonrisa, ya que el ascensor marcaba la llegada a la planta baja.


***


— Suerte que dejamos la habitación de Sei-chi en el medio de las nuestras

— ¿De qué tamaño será?, debe ser ... — fue interrumpido.

— Sh ... aquí vienen — advirtió Tetsuya, tomando un sorbo de su café.

— Buenos días

— Muy buenos — dijo Taiga con una sonrisa. Tetsuya fulminó con su mirada al primero.

— Lo siento, ¿fue mucho?

— No tranquilo, no se escuchó casi nada — mintió Ryota.

— Sí ... no fue nada — dijo sarcástico Daiki, quien cruzó su brazo derecho por la espalda del rubio.

— Dime que te traigo Sei-chin — ordenó Atsushi pellizcando suavemente la barbilla del menor.

— Lo de siempre — respondió el pelirojo con una sonrisa leve.

— En seguida 

— Gracias

— ¿Qué no puedes caminar? — preguntó Daiki riendo y también hizo reír a Taiga.

Ryota en ese mismo instante dio un codazo en el estómago a su novio, quien escupió el café que hace uno segundo había absorbido. Tetsuya volvió a dar una mirada fulminante a Taiga y éste bajó su mirada a su taza.

— No te preocupes Sei-kun, tienes suerte de que pase eso

— Eso es verdad Sei-chi

— ¿¡QUÉ!? — dijeron Taiga y Daiki sorprendidos al unisono, por lo que Ryota, Tetsuya y Seijuro comenzaron a reír frenéticamente.

— No se atrevan a volver a hablar así de ambos — dijo Seijuro con una sonrisa de loco, con sus ojos algo abiertos, y en ese mismo momento todos dejaron de reír para ponerse nerviosos.


***


Mientras tanto, Atsushi colocaba todos los bocadillos que podía en tres platos, uno para su delicado novio y dos para él. Luego de servirse todo lo que encontró, pidió a un empleado de ese lugar que sacaran el pastel que le regaló a Seijuro el día anterior y aún no habían probado, aunque pensaba usarlo de otra manera.

Cuando le dieron su pastel volvió a las mesas viendo que sus amigos de risas, habían pasado a un estado de inquietud y nerviosismo, el único que sonreía era Seijuro ... y claramente no era una sonrisa normal.

— Sei-chin — dijo Atsushi, salvando a sus amigos de un asesinato.

— ¡Ah!, gracias cariño — agradeció el menor. Al mirar lo que había recogido Atsushi, se sorprendió al ver pastel que le fue regalado para San Valentín — ¡Atsu!

— Si quieres ... pod — fue interrumpido.

— Lo llevamos a casa, no quiero que un dedo se acerque a él

Atsushi suspiró, pero al fin contento porque iba a dar uso al pastel como tenía planeado — claro, voy a volver a pedir que lo guarden

— ¿Era un pastel? — preguntó Daiki a quien se le hizo agua en la boca.

— Sí, me lo regaló Atsu, pero tu no lo vas a probar

— Maldito enano.


***


— Lo siento, ¿pueden guardarlo nuevamente?, lo llevaremos luego, gracias.

— ¡ATSUSHI!

Atsushi se dio media vuelta encontrándose con un pelinegro sonriente — Himuro-chin

— ¡Cuánto tiempo sin verte! — dijo abalanzándose al cuerpo del mayor, quien fue abrazado.

El mayor algo sorprendido correspondió el abrazo, justo en ese instante sintió una mirada fija e incómoda.

— Atsu ...

— ¡Ah!, ¿quién es? — preguntó el pelinegro aún sin soltarse del alto.

— Mi novio — respondió Atsushi viendo al pelirojo con una sonrisa.

— ¿Tu novio? — preguntó algo decepcionado, separándose del mayor.

— Akashi Seijuro — se auto proclamó el pelirojo tendiendo una mano al anterior.

— Himuro Tatsuya — respondió con una sonrisa — Atsushi ... si te gustaban los hombres, ¿por qué no me elegiste a mí?, estoy bien bueno

— No es gracioso Himuro-chin


***


— ¡Oh!, ¿ese no es Tatsuya?

— ¿Tatsuya?

— Sí, ¿recuerdas cuando jugamos contra su equipo?, fantástico chico

— ¿Fantástico chico? — preguntó Ryota mirando a su novio. En verdad le extrañaba que Daiki usara esos términos tan a la ligera. 

— Y popular además — respondió Taiga. Justo en ese instante, Ryota y Tetsuya desviaron su mirada hacia el joven nombrado, viendo algo molestos y con un poco de envidia el delgado cuerpo de éste, el cual lo lucía con una remera y pantalón negro ajustados, su altura y su lindo rostro.

Inmediatamente, Daiki y Taiga se levantaron a saludar al chico, seguidos de sus novios.


— ¡Atsu! — nombró el pelinegro moviendo un poco su cuerpo y mirando con una sonrisa desafiante al pelirojo.

Los cuatro que se acercaban vieron la acción del pelinegro y la oscura atmósfera que había alrededor.



En ese mismo momento, Seijuro devolvió una sonrisa ... de su bolsillo izquierdo, sacó lentamente unas tijeras que siempre llevaba consigo y con una rapidez atacó a Himuro sin piedad, rosando el filo de estas por el bello rostro del joven.

— ¡AKASHI! — gritaron los cuatro que llegaban en un unisono

El pelinegro al ver las tijeras sólo a centímetros de su rostro quedó petrificado como si la mismísima Medusa lo hubiera visto a los ojos.



¡FIN!








Me and the Moon (especial San Valentín) - MB CrowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora