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La primera llamada con la que en verdad se excitó, la primera vez que mostró gemidos reales...

—Bienvenido a la hotline más complaciente de todas, mi nombre es D.O —. Sólo era la segunda llamada y comenzaba a odiar ese nickname, era tan bobo. Pero igual combinaba con su inexperiencia — Haré realidad todas tus fantasías, ¿Cuál es tu nombre amorcito? — Dios, que cursi.

Esperó ansioso la respuesta del contrario, el celular temblaba en su mano y solamente rogaba por que éste no tuviese la voz chillona y vieja del anterior, porque en ese caso definitivamente terminaría colgando.

—Llamame "amo" — Pidió. Y KyungSoo se deshizo mentalmente con la autoridad y la sensualidad que emanaba de su voz. Se dedicó a asentir como si el contrario pudiese verlo — ¡No te escucho!

—A-amo — Respondió tembloroso. Se había olvidado del "tono sexy" que se suponía debía usar. Estaba revelándose a sí mismo sin darse cuenta.

Una risa grave se escuchó al otro lado de la línea y pensó que el hombre colgaría porque se había dado cuenta de su torpeza. Es decir, era obvio que aquel hombre había llamado a ese tipo de líneas telefónicas muchas veces.

—Me encanta cuando son tímidos y sumisos — Susurró.

¿Qué se suponía que respondiera a eso? No planeaba verse tímido y mucho menos sumiso, pero agradecía que lo hubiese tomado de esa forma porque eso le aseguraba que no terminaría la llamada.

—Repite después de mí: "Quiero que me rompas" — Le dijo cuidadosamente. Era como si le estuviera mostrando que hacer, y se suponía que el nervioso no debía ser él sino el llamante.

—Qui-ero que me rompas — «¡Por favor KyungSoo deja de temblar como un ciervo y habla con el tono que se supone que debes de usar, ¡¿Por qué carajo usas tu voz?!» Se regañó internamente y en el exterior mordió su labio tratando de calmarse.

—Bien hecho — Lo elogió — Ahora desnudate por completo. Pero hazlo enserio, es una orden, ¿Escuchaste?

—Sí.

—¿Si qué?

—Sí amo — KyungSoo sentía la garganta seca, comenzaba a imaginarse desnudo frente a un hombre alto y bastante guapo. El chico de sus fantasías.

—¿Ya lo hiciste? ¿Estás desnudo?

—Sí amo — Se aseguró de no cometer el mismo error otra vez. Lo llamaría "amo" hasta que la llamada finalizara.

—Perfecto. Escúchame con cuidado D.O, quiero que estés sobre mi cama, recostado boca abajo para que pueda tener una vista perfecta de tu trasero — Al otro lado se escuchaban pasos, era como si el hombre de verdad estuviese caminando hacia su habitación — Vas a estar atado a las cuatro extremidades de la cama. Las sogas ceñirán tus muñecas y tobillos.

Su respiración se tornó agitada. KyungSoo sentía que los pantalones empezaban a apretarle. Enserio estaba recibiendo clases de como hacerlo, ahora entendía que ese hombre le estaba enseñando.

—Estoy esperando por mi amo — Y esta vez el acento erótico le salió sin esfuerzo.

Kai sonrió. Una sonrisa ladina que KyungSoo no pudo ver pero seguramente lo habría excitado más.

—Bien D.O, mi pequeño esclavo — Pudo percibir el sonido de una puerta abriéndose y cerrándose escandalosamente. Como si Kai lo estuviera haciendo a propósito para que él lo escuchara — Hoy voy a hacer que ruegues por mí — El chirrido de una cama, o quizás del colchón cuando alguien se sube lentamente sobre el, interrumpió su voz — ¿Estás listo?

KyungSoo mordió su labio. Ya tenía una mano sobre su virilidad y la rozaba imaginándose la escena. La blanca piel de su trasero expuesta ante ese hombre de la voz sexy. Quien al parecer estaba a punto de adentrarse en él.

—Mhg... — Un jadeo lo distrajo de sus pensamientos sucios. Se escuchaba tan seductor que prontamente se encontró a sí mismo con los pantalones abajo, masturbándose - Gime D.O, gime para tu amo.

—Uhmm...ah, ah... Amo.

—¡Más fuerte! Quiero oírte rogándome... Golpeate como si yo lo estuviera haciendo.

De alguna forma había sido persuadido. La voz que salia del celular lo tenia tan atrapado que en verdad obedeció, fue hasta su cama y comenzó a torturarse el sólo impactando su mano contra sus nalgas, las cuales se colorearon de un rojo intenso en cuestión de segundos.

—¡Ah, amo...!

—Mhh... Así D.O, gime más... ¡Vamos! Ruegame.

De pronto Kai sólo podía escuchar una respiración agitada al otro lado de la línea. Había logrado su cometido, ese chico en verdad estaba autopenetrándose mientras lo imaginaba todo, eso le gusto, lo incitó tanto que su miembro se tenso en su mano, mientras continuaba con el movimiento de arriba a abajo, acelerando paulatinamente.

—No te escucho.

—Mhhm... Más... Amo, por favor.

—Así, ruegame, perfecto... — Los jadeos traspasaban la línea y KyungSoo podía escucharlo como si en verdad lo tuviera en frente. Mientras dos dedos salían y entraban de él, buscando placer, aunque rara vez lograba rozar ese punto dulce y profundo que lo volvía loco. Lo que realmente lo hacía placentero eran los gruñidos y gemidos del hombre.

—Amo...amo... Más, rompeme en dos.

—Ahg... D.O... Dios.

Ambos chicos siguieron con sus movimientos, KyungSoo se penetraba a sí mismo con sus dedos y se golpeaba cada vez más fuerte. Mientras que Kai subía y bajaba su mano, apretando de vez en cuando, aumentando la velocidad.

—¡Uhm...ah-amo!

—¡Khg, D.O!

Ambos gimieron al unísono, terminando en su mano y en su pecho respectivamente. Se tomaron unos segundos en los cuales, lo único que se apreciaba era el sonido de sus respiraciones agitadas que volvían a la normalidad con lentitud.

—Hasta la próxima. D.O — Kai fue el primero en hablar — Gracias por lo de hoy... Prometo llamarte de nuevo.

El níveo asintió, olvidándose nuevamente de que el adverso no podía verlo. Pero Kai no necesitaba escuchar una aprobación, iba a llamarlo mil veces más y cumpliría todas sus fantasías con ese chico inocente e inexperto de la voz angélical y gemidos celestiales.

*Fin de la llamada*

Hot Line, Movil Chat [KaiSoo/ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora