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 —¡Kai, mh! Ah... m-más, más fuerte — Los agudos y entonados gemidos de KyungSoo llenaban la habitación, sus dedos medio e índice entraban y salían de él lentamente, mientras su otra mano se entretenía ocupada masturbando su erección. Los jadeos graves del contrario estaban a punto de hacer que se viniera sobre la cama.

—¿Qué es lo que quieres D.O? Repítelo. Ruégame —. JongIn cerró los ojos y se inclinó en la silla giratoria. Su diestra bombeaba su miembro con ímpetu debajo del escritorio. Sí. Estaba teniendo sexo telefónico en su trabajo, ¿Pero y qué? Ya era tan tarde que no había nadie más, o eso creía.

—Mgh, ¡Métela más profundo! Más, más fuerte amo, por favor.

Los gimoteos de su adorado chico con voz de ángel lo volvían loco, joder, es que esos gemidos deberían ser alabados por muchos. Sacudió la cabeza evadiendo su último pensamiento acerca de "muchos", detestaba pensar que su sumiso le pertenecía a todos también, bueno no a todos, de hecho a los que estaban dispuestos a pagar su tarifa por minuto.

De cualquier manera, el moreno apretó su erección un poco más, jalando desde la base e imaginando que estaba tirándose a un hermoso chico níveo justo encima de su nuevo escritorio. "Estrenando" su oficina como jefe de unidad en una prestigiosa empresa de higiene dental, había sufrido mucho para llegar a ese puesto, merecía una celebración digna después de todo... Si tan sólo fuese real. Sólo un poco.

—JongIn, llámame JongIn y continúa rogando. Vamos a destrozar esta oficina D.O — Le gruñó al teléfono y los movimientos de su mano se hicieron más rápidos.

KyungSoo se detuvo unos segundos, ¿Ese sería el nombre real de su pervertido número uno? Claro, ¿El nombre de quién más sería sino? Pero así, sin apellidos o cualquier otro dato, aún había miles de "JongIns" por ahí. Aunque no todos tenían una oficina nueva y no todos se estaban imaginando que se lo cogían sobre un escritorio de madera oscura.

—¡JongIn, ah... ah! — Gimoteó y le lloriqueó como si rogarle a la bocina del celular realmente fuera a darle un mayor impulso a sus dedos que de vez en cuando rozaban con su zona de goce. Su respiración corría una carrera agitada contra su corazón, y podía sentir el calor acumulándose en sus mejillas. Estaba cerca —. ¡Mhm! ¡Jong-In!

¡Oh, Dios! Debió pedirle que le dijera por su nombre desde un principio. Tener esos celestiales tonos llamándolo desesperadamente e implorando que lo rompiese en dos era simplemente el paraíso. Se inclinó hacia adelante haciendo que su mano doliera por la rapidez de sus movimientos, hasta que al fin acabó soltando su orgasmo que goteó por su miembro y terminó derramándose sobre el suelo. «Seguro que la señora del aseo se sorprenderá al limpiar por la mañana» Pensó con gracia, aun escuchando la respiración agitada de su adorado D.O.

El chico de piel blanca había culminado también, como siempre la voz sensual de su "amo" lo había persuadido hasta el último instante para que creyera firmemente que estaba sobre su escritorio gozando de su fiereza.

—¿Ese es tu verdadero nombre? — Preguntó dándose la vuelta para mirar al celular como si fuese su amante.

—Lo es — Le confirmó con un tono cansado — No vas a buscarme gracias a eso, ¿Cierto? Tendrías que dar con un montón de tipos que posean mi nombre antes de que puedas encontrarme.

KyungSoo rio — Claro que no voy a buscarte, cariño.

—Entonces coincidimos en algo, ninguno irá a perder el tiempo investigando sobre el otro...— Estaba mintiendo. En realidad, él sería capaz de indagar acerca de cada chico que tuviese el nombre de su ángel. Porque lo necesitaba a su lado, no sólo su dulce voz, sino su cuerpo, lo quería poseer de esa manera también. Convertirse en su amo de verdad era su sueño — Así que... ¿Cómo te llamas, precioso?

Se escuchó un bufido y algunas risillas al teléfono, o D.O estaba nervioso, o se burlaba de él e iba a decirle un nombre falso de nuevo.

—No puedo creer que sigas con eso... ¿De qué te servirá saber mi nombre real?

—Me dará más derecho sobre ti. Y como tu amo, es todo lo que quiero... dímelo ahora, es una orden.

—KyungSoo — Susurró como no queriendo ser escuchado.

—¿Cómo? Kyu... ¿Qué?

—Kyu no. Kyung... KyungSoo — Repitió con un tono más alto esta vez. Se sentía inseguro, como si revelando eso fuesen a encontrarlo, como si estuviese prostituyéndose enserio. Y eso, no pasaría nunca.

—KyungSoo. Me encanta, te queda.

¿Por qué su nombre sonaba tan jodidamente provocativo si JongIn lo decía? Maldita sea. Es que a ese paso comenzaría a hacerse adicto a sus llamadas y quién terminaría pagando por ser llamado sería él. Aunque el obstáculo del dinero seguía ahí, y no podía limitar sus servicios únicamente a Kai y al tipo que se hacía pasar por ChanYeol. Continuaba recibiendo llamadas y mensajes de otros hombres. El tal SeHun no se cansaba de hablarle cada tres días, siempre con el mismo teatrito de "mi esposa se fue hagámoslo ahora". Y por otro lado alguien que dejaba dinero también era Lay, un chino que no sabía muy bien cómo escribir correctamente en coreano, pero que disfrutaba pidiéndole "fotos suyas", aunque claro que no le mandaba fotos reales como lo hizo con su pervertido número dos, sino que tomaba las imágenes de internet y ya.

—¿Sigues ahí Soo?

—¿Eh? Ah, sí, sí. Aquí estoy — Ya era raro que comenzará a decirle por su diminutivo.

—Debo irme, ya es muy tarde y soy el único que sigue en su oficina. Quise quedarme sólo para inaugurarla contigo... — Su grave risa se salió e hizo que KyungSoo sonriera también —. Gracias.

—Gracias a ti. Hasta la próxima, amo.

—Hasta luego, KyungSoo. Recuerda que nuestro próximo encuentro será por mensajes, quiero fotos... yo sé que has de ser un pecado para la vista también. Deleitarás no sólo mis oídos, sino mis ojos también.

*Fin de la llamada*

Un chico solitario de reluciente piel morena, salió del edificio por la madrugada dirigiéndose a su departamento. La lluvia cayó sobre él indicando el fin de uno de sus mejores días. Ahora estaba decidido a ir en busca de un viejo amigo, se quedaría sin comprar bebidas ese mes sólo para pagarle por su trabajo. En momentos como ese agradecía seriamente tener un conocido que se dedicara a investigar personas... «Prepárate KyungSoo, nuestros encuentros podrían hacerse físicos muy pronto».

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¡Hola! No me golpeen por favor. TnT Estoy aquí haciendo una actualización, acabando de escribir este capítulo de madrugada porque ustedes me lo pidieron y bueno, ya se los debía. Llevaba bastante sin actualizar... El tiempo es oro.

L@s loveo muchísimo. Gracias a todas esas personitas que comentan... yo leo todo no se crean... vi que hay alguien por ahí que quiere venir a ayudarme con los quehaceres con tal de que actualice. 7u7 Y vi también que sus cuerpos ya pedían actualización y que la abstinencia se pone buena sin mis escritos. Ustedes sigan comentando, que a mí me alegran los días con sus palabras. ❤ ❤

Atte: Violeta!


Hot Line, Movil Chat [KaiSoo/ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora