Sangre de Lobo (Howl Unia)

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 Corría la sangre, mi cuerpo temblaba... Me dolía cada uno de mis huesos, la traición sonaba en el aire, Loki volvió a enloquecer a la gente honesta, engañándolos, llevándolos en su dirección, con rumbo perdido he tenido que luchar por los pasos de otros, y estaba siendo una ardua batalla.

Ellos eran demasiados, la derrota era palpable, mi sudor caía por mi frente junto con mi sangre, impidiendo ver con claridad, pero el valor no me abandonaría, sabía cual era el camino, lo tenía justo delante.

Mis camaradas habían caído, rostros desfigurados, brazos partidos... Había sido una masacre, pero lucharon por una causa justa.

La empuñadura de mi espada estaba hecha trizas y mi escudo destrozado e inservible, arroje esas inutilidades al suelo y blandí mi hacha, me frote la frente para poder observar a mi enemigo, y lo vi, el miedo en sus ojos, no sabían por que luchaban, o por quien, no sabían por que yo no me derrumbaba al suelo, no pude evitar sonreír.

Sus cuerpos temblaban, les dolía cada uno de sus huesos, estaba siendo un infierno, nosotros eramos pocos, pero habíamos matado innumerables rivales en esa batalla, no teníamos miedo, veíamos el camino con claridad, el miedo no nos guiaba, el dios de la mentira no puede llevarse a alguien tan testarudo como yo.

Mis camaradas están celebrando un festín con el padre de todos mientras yo sonreía como un idiota frente a lo que sería mi muerte en la batalla, había ansiado ese día desde que blandí un hacha por primera vez, el día en que esparcerían mi sangre, para ser justos, la muerte no era lo mio, pero no soy un cobarde, no emprenderé otro camino, contarían mi historia y me convertiré en leyenda.

Di un último adiós a mi hogar, y sin miedo demostré por última vez que significa ser un guerrero, amar a la vida tanto que dar la vida por ella no fuera más que la mejor forma de decir adiós.

Aullé tan fuerte que las sombras de los condenados de Hel se encogieron, y el lobo que algún día se llevaría a Odin a la muerte me escuchó con admiración. La fama nunca muere.

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